La polic¨ªa desaloja por la fuerza el campamento que los migrantes levantaron tras el incendio en Ciudad Ju¨¢rez
El Gobierno municipal ha obligado a los migrantes a retirarse, aunque muchos no quieren entrar en un albergue gestionado por las autoridades despu¨¦s de la tragedia en la que murieron 40 hombres encerrados en un centro federal
La polic¨ªa municipal ha desalojado el campamento que los migrantes levantaron frente al centro de detenci¨®n de Ciudad Ju¨¢rez despu¨¦s del incendio que acab¨® con la vida de 40 hombres. El Gobierno encabezado por el morenista Cruz P¨¦rez Cu¨¦llar ha obligado a los migrantes a retirarse bajo el argumento de que las condiciones del campamento eran insalubres y propensas a sufrir accidentes. La Administraci¨®n municipal ofrece a cambio un refugio que cuenta con ba?os y regaderas. Sin embargo, muchos de los migrantes no quieren entrar en un albergue gestionado por las autoridades. Decenas de polic¨ªas han terminado levantando por la fuerza a los que han opuesto resistencia.
Un total de 57 d¨ªas han durado las tiendas de campa?a y el altar por los compa?eros fallecidos entre las rejas de la estaci¨®n migratoria de Ciudad Ju¨¢rez. Situado entre dos puentes internacionales hacia El Paso y a unos metros del muro que separa M¨¦xico de Estados Unidos, el campamento se hab¨ªa convertido en un s¨ªmbolo de protesta y resistencia. Los migrantes lo instalaron el 28 de marzo, un d¨ªa despu¨¦s del brutal incendio en la estaci¨®n del Instituto Nacional de Migraci¨®n (Inami).
All¨ª llegaban todos los que quer¨ªan solidarizarse con los hombres que hab¨ªan muerto encerrados con las llamas dentro del edificio federal. Con los d¨ªas se instalaron los retratos de los fallecidos, velas y rosas, tambi¨¦n pancartas cr¨ªticas con la pol¨ªtica migratoria de M¨¦xico. Tambi¨¦n se convirti¨® en el punto en el que organizaciones de la sociedad civil organizaban actos de protesta. Despu¨¦s se cronific¨® como un lugar seguro al que acud¨ªan los migrantes que acababan de llegar a Ciudad Ju¨¢rez. Hasta este lunes.
Desde la ma?ana, los polic¨ªas advirtieron a los migrantes que deb¨ªan abandonar el espacio, que est¨¢ situado al lado de la Presidencia municipal. A cambio ofrec¨ªan unas carpas situadas a apenas 100 metros y que contaban con ba?os y electricidad. Algunos migrantes accedieron, pero otras decenas se negaron por el miedo de entrar en otro albergue que pueda encerrarlos. Horas despu¨¦s llegaron decenas de agentes uniformados que retiraron una por una las tiendas de campa?a y las tiraron a la basura. Las im¨¢genes muestran que a muchos migrantes no se les permiti¨® recuperar sus pertenencias.
En Ciudad Ju¨¢rez hay alrededor de 40 albergues, p¨²blicos y privados ¡ªgestionados por organizaciones religiosas¡ª, y la mayor¨ªa cuenta con espacio de alojamiento. Sin embargo, muchos migrantes se niegan a encerrarse y prefieren quedarse en la calle, mientras esperan que el Gobierno de Estados Unidos les otorgue una cita para pedir asilo.
Hace meses que Ju¨¢rez est¨¢ convertida en una olla a presi¨®n por la llegada de miles de migrantes que quieren cruzar a EE UU y por los que la Patrulla Fronteriza estadounidense (CBP, por sus siglas en ingl¨¦s) retornaba en caliente bajo el T¨ªtulo 42. El brutal incendio del 27 de marzo puso el dedo en la herida de una pol¨ªtica migratoria que vulnera los derechos humanos.
Los videos de ese d¨ªa han revelado que decenas de personas fueron llevadas detenidas y esposadas al centro migratorio del Inami. A lo largo de las horas, 68 hombres se quedaron encerrados tras los barrotes, sin agua potable. A las ocho y medio de la noche iniciaron una protesta quemando unas colchonetas. Los agentes y guardias que los resguardaban se fueron sin abrirles la reja. 40 fallecieron y 27 resultaron heridos. Hay una decena de funcionarios imputados, entre ellos el comisionado del Inami en Chihuahua, el contralmirante Salvador Gonz¨¢lez, y el propio titular de la agencia migratoria, Francisco Gardu?o, quien sigue en su cargo pese a la vinculaci¨®n a un proceso judicial.
El fin del T¨ªtulo 42, el pasado 11 de mayo, puso de nuevo contra las cuerdas la capacidad de respuesta de Ciudad Ju¨¢rez. Despu¨¦s de d¨ªas de incertidumbre en el que cientos de migrantes se entregaron a las autoridades estadounidenses, se ha vuelto a instalar una tensa calma en la ciudad fronteriza, que se ha convertido en el ¨²ltimo punto m¨¢s caliente de cruce, especialmente entre los migrantes venezolanos.
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