Los choques entre L¨®pez Obrador y la Suprema Corte atascan la pol¨ªtica mexicana
La disputa de leyes y decretos en el terreno judicial se ha disparado durante el sexenio provocando una judicializaci¨®n extrema de la vida parlamentaria que tensa el equilibrio institucional
Las desavenencias entre el Judicial y el Ejecutivo en M¨¦xico han sido una de las constantes desde que arranc¨® el sexenio. Esta semana, el presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador ha vuelto a cargar contra los ministros de la Suprema Corte con el argumento de la austeridad, una de sus principales banderas pol¨ªticas. Sin entrar en qui¨¦n lleva la raz¨®n sobre las cuestiones que se discuten, los analistas acusan al Ejecutivo de vulnerar las formas. No estar de acuerdo con lo que se falla en la Suprema Corte no es motivo de insultos o gruesas descalificaciones como las que vierte por la ma?ana el presidente del Gobierno contra los ministros, opinan. Lo dem¨¢s entra en la l¨®gica que se da en las mejores democracias, un pulso entre ambos poderes para ganarse la raz¨®n. Pero adem¨¢s de la escalada de la polarizaci¨®n y el desgaste institucional, hay otra derivada en el choque de trenes.
Los n¨²meros hablan de una excesiva judicializaci¨®n de la pol¨ªtica en este sexenio, con 809 controversias constitucionales debatidas (con Vicente Fox se alcanzaron 414) y 572 acciones de inconstitucionalidad. ¡°Los muchos decretos mediante los que se gobierna son la raz¨®n de estas cifras, y tambi¨¦n las iniciativas de ley han pasado por la Suprema Corte¡±, explica Laura Valencia, polit¨®loga de la Universidad Aut¨®noma Metropolitana (UAM) en Xochimilco, quien aporta los datos.
Con la mayor¨ªa absoluta perdida, el Gobierno ha tirado de atajos en el Congreso para sacar adelante sus pol¨ªticas, pero buena parte de ellas se han chocado despu¨¦s con el muro de los tribunales, a los que recurri¨® la oposici¨®n, consciente de que se estaba legislando al filo de la ley, si no en el fondo, s¨ª en las formas. ¡°Esta judicializaci¨®n de la pol¨ªtica se arrastra en toda la transici¨®n mexicana¡±, sostiene Valencia, quien opina que la ausencia de mayor¨ªa pol¨ªtica genera una lucha constante con el Poder Judicial que afecta al equilibrio de poderes.
L¨®pez Obrador golpea el muro de hielo que se ha levantado con la judicatura recurriendo a la estrategia de los sueldos. Esta semana ha recriminado a los ministros que cobran m¨¢s que el presidente, algo inconstitucional: 137.000 pesos frente a 284.500, seg¨²n los datos oficiales publicados. El profesor de Derecho Julio R¨ªos reconoce que esa diferencia no solo existe, sino que el salario de los ministros mexicanos est¨¢, con todos los matices que se puedan considerar, por encima del promedio de sus colegas en otros pa¨ªses, como demostr¨® un estudio comparado de Ana Laura Magaloni y Carlos Elizondo, cita. ¡°No es que eso est¨¦ mal, pero s¨ª es un poco alto¡±, afirma. ¡°Aunque no todos cobran igual, depende de con qu¨¦ ley entraron al ministerio¡±, advierte este investigador del Instituto Tecnol¨®gico Aut¨®nomo de M¨¦xico (ITAM).
R¨ªos es consciente de que hay mucho a¨²n por mejorar en el Poder Judicial, pero eso ¡°no puede dar paso al insulto¡±. ¡°Adem¨¢s, se me hace que el Gobierno, en realidad, no tiene un inter¨¦s leg¨ªtimo por arreglar lo que pueda ir mal en la Suprema Corte, sino que su objetivo es la cooptaci¨®n, la subordinaci¨®n y la erosi¨®n de las instituciones de control¡±, piensa. ¡°La propuesta [del presidente] de un voto directo para designar a los ministros no es m¨¢s que otro ariete, ni siquiera lo presenta de un modo serio¡±, critica R¨ªos. Para el investigador, una de las se?ales m¨¢s fuertes de la injerencia del Ejecutivo en el Judicial fue la renuncia del ministro Medina Mora en octubre de 2019, cuando a¨²n le faltaban 11 de los 15 a?os previstos en la Suprema Corte. A juicio de R¨ªos, supuso una salida ¡°forzada, acosado por la Unidad de Inteligencia Financiera. Un d¨ªa despu¨¦s de su renuncia le descongelaron las cuentas¡±.
R¨ªos particip¨® en el grupo de juristas y expertos que desde a?os atr¨¢s ven¨ªa se?alando el nepotismo en el Poder Judicial, donde se reivindicaban las tareas pendientes en la judicatura y el gremio. ¡°Pero desde 2018 ha habido una apropiaci¨®n de la cr¨ªtica por parte del Gobierno, que tiene algo de raz¨®n, pero con el argumento de que se requiere un mejor uso de los recursos no se puede dar paso a los insultos¡±, sostiene.
La llegada a la presidencia de la Suprema Corte de la ministra Norma Pi?a en enero de este a?o tuvo un efecto doble y contrario. En el Ejecutivo se abri¨® la caja de los truenos, porque el presidente no consigui¨® colocar en ese puesto a la ministra de su confianza, Yasm¨ªn Esquivel, cuyas aspiraciones se hundieron tras un fabuloso esc¨¢ndalo de plagio de su tesis de licenciatura. Y la guerra se desat¨® como nunca desde las conferencias matutinas en Palacio Nacional. Pero entre los juristas, se vivi¨® una sensaci¨®n de alivio por las primeras declaraciones de Pi?a, en las que defend¨ªa la autonom¨ªa e independencia de criterio de los ministros, lejos de presiones de cualquier ¨ªndole.
La tensi¨®n no ha amainado. ¡°El presidente pasa leyes que son inconstitucionales y avienta la pelota a la cancha de la Suprema Corte. Si lo dejan pasar, cometen un suicidio institucional, y si optan por ponerle un alto se ganan los insultos y amenazas¡±, resume R¨ªos la actual situaci¨®n. Con un agravante, a?ade: ¡°No se cuestiona la labor del juez, sino que se ataca al individuo con nombres y apellidos¡±. Opina que un presidente, ¡°que tiene una tribuna ¨²nica y una autoridad legal y leg¨ªtima¡±, no puede se?alar a ciertas personas, ¡°como lo hizo recientemente con la jueza encarcelada en Veracruz. Est¨¢ cuestionando las reglas b¨¢sicas de un modo sumamente agresivo que va m¨¢s all¨¢ de las fricciones normales¡±, asegura.
C¨®mo afecta todo esto a la salud institucional o democr¨¢tica del pa¨ªs, es algo que el polit¨®logo Alfonso P¨¦rez sit¨²a m¨¢s en el terreno de las formas que del fondo. Opina que M¨¦xico ya est¨¢ acostumbrado a una divisi¨®n de poderes cada vez m¨¢s consolidada, que parte desde 1997 y que se evidenci¨® en casos notorios como el de la francesa Florence Cassez, el caso Vallarta, donde el poder jur¨ªdico gan¨® reflectores. ¡°Al ganar L¨®pez Obrador se esperaba que siguieran las cosas en esa direcci¨®n, pero no, los procesos se empiezan a revertir¡±, lamenta el investigador y polit¨®logo de la UAM Xochimilco. Las tiranteces que se viven hoy entre ambas instituciones tienen que ver, dice, con esa autonom¨ªa que ha ganado el Poder Judicial, que le ha supuesto al presidente algunos reveses en las medidas que quer¨ªa tomar. Cree que ahora impera el ¡°buen juicio¡± entre quienes integran la Suprema Corte.
Sin embargo, los jueces tambi¨¦n son personas politizadas e ideologizadas y sus sentencias dividen a la sociedad. Esta misma semana ha ca¨ªdo como una bomba el fallo del Tribunal Supremo de Estados Unidos contra la discriminaci¨®n positiva para los alumnos latinos y negros en universidades como Harvard y otras, que les facilitaba su integraci¨®n en los estudios superiores. La sentencia ha levantado cr¨ªticas y debate, naturalmente. Los jueces pueden no tener siempre la raz¨®n en sus resoluciones, ni siquiera puede decirse que est¨¦n exentas de un sesgo ideol¨®gico, de una intenci¨®n subjetiva.
?Qu¨¦ hay de malo entonces en los embates del presidente mexicano? ¡°Se vale disentir de las decisiones de la Suprema Corte, pero otra cosa son los ataques que parten del Ejecutivo o del Legislativo. Y aunque esto pasa en todos los pa¨ªses, desde el nombramiento de Norma Pi?a, en M¨¦xico los ataques se est¨¢n convirtiendo en una narrativa, donde no bastan las controversias constitucionales ni las acciones de inconstitucionalidad, donde las partes pueden ofrecer sus pruebas y sus argumentos. Ahora se est¨¢n dando unas presiones desde las conferencias matutinas que de ninguna manera son correctas¡±, advierte el catedr¨¢tico de Derecho Constitucional de la UNAM Francisco Burgoa. ¡°Esto se tiene que detener por el bien de la democracia institucional¡±, dice.
Un signo de la falta de salud en este campo es, para Burgoa, la reciente declaraci¨®n de L¨®pez Obrador en la que afirmaba que se hab¨ªa reunido con cinco de los 11 ministros para que votaran a su favor sobre el traspaso de la Guardia Nacional al Ej¨¦rcito, una de las medidas m¨¢s pol¨¦micas del sexenio. ¡°Cree que son sus subordinados y eso es faltar a la autonom¨ªa e independencia del tribunal¡±, afirma.
Julio R¨ªos recurre al s¨ªmil futbol¨ªstico para delimitar las naturales tensiones entre poderes de las injerencias espurias. ¡°Todos en el terreno de juego saben que habr¨¢ empujones, gritos y pasi¨®n, pero nadie cuestiona que no se puede meter un gol con la mano o que en el terreno de juego debe haber 11 jugadores, ni m¨¢s ni menos¡±.
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