El Inegi paga ¡°cifras peque?as¡± para entrar a zonas controladas por el crimen organizado y poder realizar sus encuestas
Susana P¨¦rez, encargada del Censo Econ¨®mico y Agropecuario, ha contado que uno de sus empleados fue secuestrado durante unos d¨ªas
El Instituto Nacional de Estad¨ªstica y Geograf¨ªa (Inegi), el gran ¨®rgano encuestador del vasto y complicado territorio mexicano, ha revelado que, en ocasiones, sus trabajadores tienen que pagar por entrar a zonas controladas por las organizaciones del crimen organizado. Susana Patricia P¨¦rez, directora adjunta de Censos Econ¨®micos y Agropecuarios, tambi¨¦n ha confesado, durante una comparecencia este viernes ante la Comisi¨®n de Presupuesto de la C¨¢mara de Diputados, que uno de sus trabajadores fue secuestrado brevemente. La actitud con la que la funcionaria ha comentado el asunto, sin darle demasiada importancia, revela la normalizaci¨®n de la violencia que se vive en algunas partes de M¨¦xico, pr¨¢cticamente dominadas por los grupos del narcotr¨¢fico.
La conversaci¨®n versaba sobre los peligros de conseguir los datos para un informe como el Censo Econ¨®mico y Agropecuario, cuyo objetivo es recabar datos sobre el volumen en todos los rincones del pa¨ªs sobre agricultura, miner¨ªa, construcci¨®n, comercio y ganader¨ªa, entre otros. ¡°Hay muy diversas estrategias¡±, empieza la funcionaria, en referencia a lo que tienen que hacer para conseguir entrar a esas zonas m¨¢s peligrosas. ¡°En algunos casos, pagar para entrar, pagar cifras peque?as, pero pagar¡±, asegura P¨¦rez frente a la Comisi¨®n de Presupuesto. Luego habla del secuestro: ¡°Si tuvimos algunos tropiezos, algunos eventos. El primer d¨ªa s¨ª tuvimos a una persona como secuestrada, que dur¨® unos d¨ªas, pero despu¨¦s ya no tuvimos m¨¢s¡±.
Y as¨ª sigue su declaraci¨®n, sin mayor alteraci¨®n de los presentes ante sus palabras. Tras el esc¨¢ndalo posterior que han originado sus palabras, el Inegi ha emitido un comunicado en el que informan sobre las medidas de seguridad que ponen en marcha cada vez que sus empleados salen a realizar una encuesta. Para el Censo Agropecuario 2022, la instituci¨®n contrato a 28.762 personas como colaboradores a los que entrenan para enfrentar incidencias de tipo medioambiental, social, de inseguridad y accidentes, informan. Durante el trabajo de campo sufrieron cuatro incidentes en los que los criminales no les impidieron el tr¨¢nsito a las zonas requeridas.
Para evitar roces con las comunidades donde realizan las encuestas, el Inegi busca contratar a personal local que conozca la regi¨®n y sea conocida de la gente de la regi¨®n. Una de estas trabajadoras, que trabaja en una zona conflictiva en el Estado de Zacatecas, conversa con EL PA?S en condici¨®n de anonimato y se muestra extra?ada por la noticia. ¡°No tiene sentido. Jam¨¢s se ha pagado por entrar en una zona y cuando no hay forma de entrar, se pone c¨®digo rojo y eso queda registrado en el Inegi¡±, asegura esta trabajadora a trav¨¦s de un mensaje de texto.
La colaboradora del Inegi cuenta que hay d¨ªas en los que se juega el tipo como la que m¨¢s. Ella y un compa?ero suyo se han visto envueltos en balaceras cuando estaban llevando a cabo la encuesta en alguna casa de un pueblo donde diferentes grupos criminales se est¨¢n disputando el territorio. ¡°Ellos conocen a toda la gente que va de un lado a otro¡±, dice, en referencia al cartel que opera en su regi¨®n, ¡°les tienen bien identificados¡±. ¡°Vigilan a d¨®nde vas y qu¨¦ est¨¢s haciendo¡±, asegura la colaboradora, que lleva a?os trabajando con el Inegi en una zona donde es habitual encontrarse con pueblos vac¨ªos, desplazados por la violencia que genera el crimen organizado.
Es dif¨ªcil cifrar qu¨¦ parte del territorio mexicano est¨¢ bajo el control del crimen organizado. Sobre todo porque hay muchas zonas en las que las autoridades se al¨ªan con el narco para dar apariencia de normalidad, como revelaron hace semanas un v¨ªdeo en el que la presidenta municipal de Chilpancingo, Norma Otilia Hern¨¢ndez, se reun¨ªa en un restaurante de la localidad con Celso Ortega Jim¨¦nez, el l¨ªder del grupo criminal Los Ardillos, que se pelea con otros grupos el control de esa parte del territorio. Los especialistas sosten¨ªan entonces que los criminales se han acostumbrado a gobernar la zona con los dirigentes locales, una situaci¨®n heredada de antiguos gobiernos estatales.
Un informe de la DEA publicado este jueves asegura que el Cartel Jalisco Nueva Generaci¨®n tiene efectivos en 21 de los 32 Estados de la Rep¨²blica, mientras que el Cartel de Sinaloa tiene presencia en 19 Estados. Adem¨¢s, las autoridades estadounidenses han asegurado en varias ocasiones que los c¨¢rteles controlan algunas partes de M¨¦xico. La ¨²ltima declaraci¨®n en ese sentido fue de Antony Blinken, el secretario de Estado de Estados Unidos. ¡°Pienso que es justo decir que s¨ª¡±, dijo cuidadosamente el funcionario durante una comparecencia ante el Senado.
El resultado de esta presencia son los brotes de violencia que se viven en regiones como Chiapas, donde estall¨® la violencia a principios de mes tras el secuestro de 16 funcionarios en la carretera que lleva hasta la localidad de Ocozocoautla, cerca de la capital, Tuxtla Guti¨¦rrez. ¡°Para donde vayas, siempre hay que tener cuidado, salir temprano y regresar siempre antes de que anochezca¡±, contaba un habitante del pueblo a este peri¨®dico. Dos meses antes, San Crist¨®bal de las Casas, la ciudad tur¨ªstica de Chiapas por excelencia, vivi¨® un brote de violencia en las calles tras la muerte de un artesano.
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