?Censura a L¨®pez Obrador? Por qu¨¦ en M¨¦xico el presidente no puede opinar sobre las elecciones y los candidatos
La ley mexicana impone claros l¨ªmites a lo que los funcionarios p¨²blicos pueden decir en per¨ªodo electoral. Hay detr¨¢s una historia de atropellos cometidos en el pasado en contra de opositores
Semanas antes de la elecci¨®n presidencial de 2006, los mexicanos fueron bombardeados por spots que, a trav¨¦s de la radio y la televisi¨®n, afirmaban que Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador era ¡°un peligro para M¨¦xico¡± y advert¨ªan de los riesgos de votar por ¨¦l: crisis, devaluaci¨®n, desempleo, deuda. Los virulentos promocionales eran patrocinados por el conservador Partido Acci¨®n Nacional (PAN), que entonces gobernaba el pa¨ªs con Vicente Fox. L¨®pez Obrador era candidato del Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica (PRD) a la Presidencia, y desafiaba en las urnas al abanderado del oficialismo, Felipe Calder¨®n. Las encuestas anticipaban una elecci¨®n cerrad¨ªsima: algunas daban una ligera ventaja al candidato de la izquierda, otras, al candidato del partido conservador. Al final L¨®pez Obrador perdi¨® los comicios por una diferencia m¨ªnima (el 0.56% de los votos).
Desde el primer momento el dirigente izquierdista asegur¨® que se trat¨® de un fraude electoral, en parte por una supuesta manipulaci¨®n en el conteo de los votos, en parte por la guerra sucia auspiciada por empresarios y los grandes medios de comunicaci¨®n ¡ªespecialmente Televisa y TV Azteca¡ª, y en parte por la intromisi¨®n del Gobierno de Fox en el proceso electoral para mover simpat¨ªas a favor del candidato del oficialismo y para avivar la fobia hacia el opositor (el presidente Fox dec¨ªa abiertamente que hab¨ªa que cambiar de ¡°jinete¡±, no de ¡°caballo¡±, defendiendo la continuidad del PAN).
Lo que vino despu¨¦s de esa elecci¨®n fue una convulsi¨®n pol¨ªtica (miles de personas se volcaron a las calles para apoyar a L¨®pez Obrador, en quien ve¨ªan al ¡°presidente leg¨ªtimo¡± de M¨¦xico), y una sacudida de las instituciones. La agitada experiencia de 2006 propici¨® una profunda reforma en materia electoral que ten¨ªa la finalidad de evitar la intromisi¨®n tanto del Gobierno en turno como de agentes econ¨®micos en las elecciones y en los resultados. Aupados en un fuerte movimiento popular, el PRD y L¨®pez Obrador presionaron y lograron que en 2007 el Congreso aprobara dos modificaciones medulares.
La primera fue que se prohibiese a los partidos y a los particulares ¡ªl¨¦ase empresarios¡ª contratar espacios en radio y televisi¨®n para promover o atacar a candidatos. Antes, los partidos destinaban gran parte de su presupuesto p¨²blico a la compra de tiempo aire, un modelo que representaba un jugoso negocio para las televisoras (por ello las empresas medi¨¢ticas cabildearon fuerte contra la reforma). Tras los cambios aprobados, a los partidos y candidatos se les garantiz¨® el acceso a la radio y la televisi¨®n de manera ¡°gratuita¡±, utilizando tiempo aire que los concesionarios del espectro radioel¨¦ctrico deb¨ªan ceder al Estado mexicano. Adem¨¢s, a partir de ahora, esos anuncios no pod¨ªan contener elementos denigrantes en contra de partido o candidato alguno, con lo que quedaron vedadas las campa?as negras.
La segunda modificaci¨®n conseguida en 2007 permiti¨® que se impusieran restricciones espec¨ªficas al discurso de los servidores p¨²blicos: por un lado, se prohibi¨® a los funcionarios utilizar la publicidad institucional con fines electorales, es decir, que hicieran campa?a usando los recursos p¨²blicos a su disposici¨®n; por el otro, se prohibi¨® al Gobierno transmitir propaganda oficial ¡ªla que promueve sus logros¡ª en tiempos de elecciones, salvo los comunicados estrictamente necesarios, por ejemplo, sobre salud o protecci¨®n civil.
Malestar con el presente
Esas restricciones siguen vigentes y se han ido actualizando (en 2020 se incluyeron sanciones a los discursos machistas). Los pol¨ªticos y funcionarios suelen acusar ultrajes a su libertad de expresi¨®n o censura cuando el INE o el Tribunal Electoral emiten resoluciones donde se?alan violaciones a las normas electorales. El presidente L¨®pez Obrador ¡ªque finalmente conquist¨® el Gobierno en 2018 de la mano del partido que ¨¦l fund¨®, Morena¡ª ha hecho reclamos en ese sentido, luego de que las autoridades le prohibiesen hacer comentarios tanto negativos como positivos sobre la elecci¨®n del pr¨®ximo a?o, los partidos o los aspirantes presidenciales.
L¨®pez Obrador suele utilizar su popular conferencia ma?anera para hablar de temas diversos: seguridad, salud, pol¨ªtica exterior e historia. Tambi¨¦n, desde ese p¨²lpito presidencial, suele criticar a sus adversarios, a la ¡°mafia del poder¡±, al ¡°bloque conservador¡±, a los ¡°neoliberales¡±, y enaltecer a su movimiento popular, que bautiz¨® como la ¡°Cuarta transformaci¨®n¡±. En las ¨²ltimas semanas, las cr¨ªticas del mandatario se han centrado en la senadora X¨®chitl G¨¢lvez, una de las principales aspirantes presidenciales de la oposici¨®n, y en los personajes a los que L¨®pez Obrador se?ala como ¡°jefes de la mafia¡±: el empresario Claudio X. Gonz¨¢lez, los expresidentes Carlos Salinas y Vicente Fox, el abogado panista Diego Fern¨¢ndez de Cevallos. A la par, L¨®pez Obrador ha ensalzado a los aspirantes de su partido a sucederlo en la Presidencia, las llamadas corcholatas, a los llama ¡°hermanos¡±: la exjefa de Gobierno capitalina Claudia Sheinbaum, el excanciller Marcelo Ebrard, el exsecretario de Gobernaci¨®n Ad¨¢n Augusto L¨®pez y el senador Ricardo Monreal.
Luego de que las autoridades emitieron resoluciones para limitar la intromisi¨®n de L¨®pez Obrador en el proceso electoral y los se?alamientos directos a los aspirantes de la oposici¨®n, el presidente afirm¨® que el INE y el tribunal son una nueva ¡°Santa Inquisici¨®n¡±. ¡°Adem¨¢s de que limita mi libertad, me impide informarle al pueblo que hay un grupo que est¨¢ acechando, porque quiere regresar al Gobierno para robar, para quitarle al pueblo su futuro, que esa es una obligaci¨®n que tengo, es decir, el luchar por la justicia y por la democracia¡±, refiri¨®. Luego, en una estrategia para dar la vuelta a las prohibiciones y las sanciones, el presidente cre¨® una nueva secci¨®n de su ma?anera, titulada ¡°No lo dije yo¡±, para poder hacer comentarios de corte pol¨ªtico y electoral, seg¨²n ¨¦l, utilizando palabras dichas por otros.
Especialistas consultados por este peri¨®dico se?alan que, aunque a la distancia parezcan muy restrictivas, las reglas vigentes en materia electoral se han ido instalando en el sistema pol¨ªtico mexicano para evitar que el Gobierno en turno o el poder econ¨®mico desequilibren el piso parejo de las contiendas electorales e influyan en los resultados, como ha sucedido en el pasado.
¡°Ese es el origen que tiene nuestra regulaci¨®n, en la que efectivamente se proh¨ªbe a los servidores p¨²blicos intervenir en la competencia pol¨ªtica, porque, por los recursos p¨²blicos que tienen a su disposici¨®n, pueden influir de forma inequitativa en la competencia entre los partidos pol¨ªticos¡±, afirma la exconsejera del INE Pamela San Mart¨ªn. ¡°Los procesos electorales no deben de ser de los funcionarios, deben ser de los partidos pol¨ªticos. Que los servidores p¨²blicos intervengan significa la utilizaci¨®n del aparato del Estado para intervenir en la competencia, y eso desequilibra, cuando la regla es que aspiramos a tener una competencia equilibrada¡±, a?ade.
La exconsejera afirma que es parad¨®jico que L¨®pez Obrador, el impulsor de las reformas de 2007, sea ahora mismo el principal inconforme con las reglas del juego democr¨¢tico. San Mart¨ªn se?ala que, si en la actualidad esas restricciones les resultan excesivas, los partidos en el Congreso pueden reformar la Constituci¨®n para cambiarlas. Lo que no se puede hacer, afirma, es inconformarse con las reglas, incumplirlas y esperar que las autoridades electorales no cumplan su funci¨®n de aplicar la ley.
¡°Hay razones por las que tenemos las reglas que tenemos, y son razones que no son desde?ables. Creo que el uso del aparato del Estado ¡ªy no solo me refiero al Gobierno federal, sino tambi¨¦n a los Gobiernos estatales y municipales¡ª en favor de una candidatura es algo que no hemos erradicado en este pa¨ªs¡±, afirma la especialista. Los ejemplos sobran, y las denuncias se acumulan en los escritorios del INE y el Tribunal Electoral. Los informes de Gobierno son el pretexto perfecto para que legisladores y mandatarios estatales promuevan su imagen mediante spots o espectaculares. Otra pr¨¢ctica com¨²n es cambiar la crom¨¢tica de las instituciones en funci¨®n de los colores del partido en el poder: si gobierna el PRI, los tonos gubernamentales se cambian a verdes; si es el PAN, a azules; si es el PRD, a amarillos; si es Morena, a guindas.
El componente de g¨¦nero
El INE y el Tribunal Electoral tienen facultades para frenar actos que vulneren la neutralidad de la funci¨®n p¨²blica, que desequilibren unos comicios, o que denigren o calumnien a adversarios pol¨ªticos. Las autoridades pueden ordenar que un spot se deje de transmitir, que se retiren espectaculares de las calles o que se eliminen de plataformas y cuentas oficiales contenidos que violan la ley. Pero tambi¨¦n pueden, en una modalidad llamada ¡°tutela preventiva¡±, exigir a los pol¨ªticos y funcionarios abstenerse de cometer conductas que a la postre puedan causar da?o o resultar il¨ªcitas. La ¡°tutela preventiva¡± funciona como un recordatorio de lo que la ley proh¨ªbe, una advertencia antes de que se cumpla el delito y se llegue a la sanci¨®n.
A partir de 2020, a tono con las convenciones internacionales y leyes internas, las autoridades electorales adoptaron criterios para garantizar el acceso equitativo de las mujeres a los puestos de elecci¨®n popular y para sancionar los actos de misoginia, tipificados como de violencia pol¨ªtica de g¨¦nero. Los sujetos hallados responsables ¡ªhombres o mujeres¡ª son inscritos en un registro p¨²blico, y se les puede negar el derecho a participar en elecciones.
El criterio de g¨¦nero ha permitido que en los Ejecutivos estatales y en los Congresos locales haya cada vez m¨¢s mujeres en puestos de mando, y ha hecho cada vez m¨¢s p¨²blico el problema de la dominaci¨®n masculina en la pol¨ªtica. La gobernadora de Campeche, Layda Sansores, de Morena, fue sancionada por cometer actos de violencia pol¨ªtica de g¨¦nero contra diputadas del PRI. El propio L¨®pez Obrador ha sido denunciado por referirse a la senadora X¨®chitl G¨¢lvez como ¡°t¨ªtere¡± del grupo de hombres que manda en el bloque conservador y como ¡°una empleada¡± de la oligarqu¨ªa. El Tribunal Electoral determin¨® que el mandatario ejerci¨® violencia de g¨¦nero sobre la aspirante presidencial y le orden¨® no volver a referirse a ella en los mismos t¨¦rminos.
La exconsejera San Mart¨ªn se?ala que la violencia pol¨ªtica de g¨¦nero se configura cuando las cr¨ªticas a una mujer no se basan en sus cualidades profesionales ¡ªcomo funcionaria o candidata¡ª sino en su condici¨®n, precisamente, de mujer. Esas expresiones, a?ade, refuerzan estereotipos y dificultan a¨²n m¨¢s la participaci¨®n de las mujeres en la pol¨ªtica. Sin embargo, la especialista tambi¨¦n advierte que los partidos, como estrategia, acuden cada vez m¨¢s al recurso del g¨¦nero para eludir la rendici¨®n de cuentas.
¡°Debemos tener cuidado de que el tema de la violencia pol¨ªtica de g¨¦nero no se instrumentalice, que no se evite un debate que debe de existir alegando que cualquier cr¨ªtica a una mujer es violencia de g¨¦nero. Hay cr¨ªticas que son absolutamente v¨¢lidas. Yo creo que s¨ª ha habido un exceso, que s¨ª se ha ido a un extremo, y que se han frenado cr¨ªticas que no deb¨ªan frenarse con ese criterio. Porque hay cuestionamientos a las acciones de las mujeres que tienen que existir; eso es parte del debate democr¨¢tico. Tan importante es garantizar que las mujeres puedan competir en condiciones de igualdad como que esa competencia sea democr¨¢tica¡±, explica San Mart¨ªn.
Interpretaciones contradictorias
La ya complicada legislaci¨®n electoral mexicana se ha vuelto a¨²n m¨¢s intrincada por las estrategias de los actores pol¨ªticos para dar la vuelta a las prohibiciones, y tambi¨¦n porque el INE y el tribunal ¡ªcuyos integrantes son electos por los propios partidos en el Congreso¡ª han emitido resoluciones contradictorias. Por ejemplo, la ley establece que no se pueden hacer llamados ¡°expl¨ªcitos¡± al voto fuera de los periodos electorales. Los aspirantes no han tenido m¨¢s que recurrir a maneras sutiles de buscar simpat¨ªas. Y en ocasiones ni tan sutiles. Recientemente, los magistrados electorales validaron que tanto Morena como el opositor Frente Amplio por M¨¦xico iniciaran de manera abierta sus precampa?as para definir a sus candidatos presidenciales, varios meses antes de lo que marca la Constituci¨®n.
El asesor Luis Miguel Carriedo, especialista en el sistema electoral mexicano, dice que ¡°el problema no son tanto las reglas, sino la consistencia de los criterios en el actuar de las autoridades electorales y tambi¨¦n en las estrategias de partidos. Lamentablemente hemos visto c¨®mo, de una elecci¨®n a otra, hay un viraje en el actuar de las autoridades electorales. La regla est¨¢ en la ley, pero la interpretaci¨®n de la regla ha tenido vaivenes que generan dudas¡±,
Una de las contradicciones centrales entre magistrados del tribunal se ha dado en torno a la expresi¨®n ¡°ya sabes qui¨¦n¡±, que Morena y sus representantes suelen usar en propaganda electoral desde 2018 para anclarse a la figura de L¨®pez Obrador sin nombrarlo. Mientras que los magistrados de una sala del tribunal han se?alado que la expresi¨®n no alude ¡°inequ¨ªvocamente¡± al presidente, los integrantes de la Sala Superior ¡ªla m¨¢xima autoridad del ¨®rgano jurisdiccional¡ª han concluido recientemente que, al contrario, es una manera indirecta de referirse a ¨¦l y solo a ¨¦l, por lo que, de ahora en adelante, los aspirantes morenistas no podr¨¢n utilizar esa frase para hacer campa?a. La penalizaci¨®n por utilizar la figura presidencial ha llegado al punto de que el tribunal ha establecido que la venta de peluches y mu?ecos de L¨®pez Obrador en actos de campa?a es un beneficio indebido para los candidatos.
¡°Todos esos criterios han ido volviendo muy farragosa la regulaci¨®n en materia electoral. La sustancia de la reforma de 2007, que era evitar que poderes f¨¢cticos determinaran qui¨¦n ten¨ªa derecho a salir en medios, o que los gobiernos metieran las manos de una manera indebida con los recursos p¨²blicos, o que alguien se promocionara para afectar a adversarios, se ha convertido, ya en su aplicaci¨®n, en una regulaci¨®n y criterios que hacen muy complicado el arbitraje en materia de las elecciones¡±, agrega Carriedo.
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