L¨®pez Obrador: navaja a jueces, mimos a militares y nada a v¨ªctimas
El M¨¦xico que entregar¨¢ el mandatario es uno con fuerzas armadas a cargo de puertos a¨¦reos y marinos, y due?as de simb¨®licos trenes y v¨ªas estrat¨¦gicas; de una aerol¨ªnea, de los cielos, las aduanas y la seguridad
Es un final de temporada con giros para estar al borde de las sillas. El sexenio culmina con una casta dorada, v¨ªctimas de distinto g¨¦nero sobajadas y el Poder Judicial contra la pared. De aqu¨ª al 30 de septiembre a los primeros se les consentir¨¢ m¨¢s, a las segundas nada y el tercero puede descarrilar.
Los amarres del ¨²ltimo a?o de L¨®pez Obrador en el Z¨®calo son verde olivo y azul marino. El M¨¦xico que entregar¨¢ es uno con fuerzas armadas a cargo de puertos a¨¦reos y marinos, y due?as de simb¨®licos trenes y v¨ªas estrat¨¦gicas; de una aerol¨ªnea, de los cielos, las aduanas, la seguridad...
Esa transformaci¨®n, esta s¨ª dram¨¢ticamente real, debe ser puesta en la balanza antes de que Andr¨¦s Manuel se vaya para preguntar por las letras chicas del convenio que forj¨® con las fuerzas armadas. Si tanto les dio, qu¨¦ hubo de por medio, qu¨¦ promesa cruzaron, cu¨¢les cl¨¢usulas tocar¨¢ cumplir.
El pilar de 2018-2024, ha sido expl¨ªcito Andr¨¦s Manuel, son las fuerzas armadas. Y lo ratific¨® tomando este a?o, en definitiva, partido por el Ej¨¦rcito y no con las madres de Ayotzinapa, por el secretismo militar y no por verdad y justicia para las v¨ªctimas del Estado de los a?os sin m¨ªnima democracia.
Cuando el presidente se jubile quedar¨¢n en la mesa sus decisiones de entregarle a los militares buena parte del Gobierno e ingentes montos del presupuesto. No es un problema solo para la o el mandatario que llegue: constituye un reto para la gobernabilidad inmediata y a plazo m¨¢s largo.
M¨¦xico pasar¨¢ en menos de dos sexenios de explorar un modelo burocr¨¢tico con servicio profesional de carrera a quebrarse la cabeza ideando la forma de reorganizar la administraci¨®n negociando con un actor inusual en los despachos: sus fuerzas armadas.
?Realmente en 2025 ser¨¢ secretario(a) de Comunicaciones y Transportes alguien que no administra puertos, que depende de soldados para la seguridad de carreteras, sin mando en las terminales a¨¦reas de Ciudad de M¨¦xico, ajeno al interoce¨¢nico, y que cuando mucho cobra tarifas para darlas a SEDENA?
?Podr¨¢ Econom¨ªa reclamar a aduanas si la log¨ªstica no es ¨®ptima, por tr¨¢mites y procesos en sus patios y bodegas, o siquiera se?alarles ¡°¨¢reas de oportunidad¡±? En Energ¨ªa, ?qu¨¦ prioridad dar¨¢n a los negocios administrados por Ej¨¦rcito y Marina, estrat¨¦gica o privilegiada? (No son sin¨®nimos).
Cu¨¢nto pesar¨¢ lo civil cuando al despacho presidencial llegue un oficio con quejas militares de que la oficina de medio ambiente o la de aguas, o los encargados de derechos de los consumidores o de la tierra, cuestionan o importunan la forma militar de administrar tanto encargo recibido.
No es preciso futurear. L¨®pez Obrador opt¨® por el verde olivo tren maya y no por la Semarnat, por la Marina en ese negocio y servicio que es el Benito Ju¨¢rez, y mucho m¨¢s all¨¢ de las carreteras, a las Fuerzas Armadas entreg¨® m¨¢xima responsabilidad de contener a los criminales m¨¢s codiciosos y sanguinarios.
El futuro es hoy. Una de las resultantes de empoderar al Ej¨¦rcito en el tema de la seguridad demanda cuestionar c¨®mo pueden ocurrir los fogonazos que acaban con la vida de fiscales y polic¨ªas en Guerrero, de activistas en Chiapas, de madres buscadoras en Michoac¨¢n, de j¨®venes en Jalisco y Guanajuato.
Con metralletas, la delincuencia disputa todo mercado mientras el despliegue de la Guardia Nacional significa para las v¨ªctimas una doble indefensi¨®n: no est¨¢n ah¨ª para conjurar la muerte, menos ¡ªmucho menos¡ª para procurar las debidas pesquisas de fiscales que hagan abrigar esperanzas de justicia.
Se les dieron millones y millones de pesos, las armas, los equipos y los recursos legales, sin darles el encargo de que el resultado sea la paz. Y cuando llega el horror, cuando una docena de polic¨ªas son rafagueados en Coyuca de Ben¨ªtez, por ejemplo, ?alguien piensa en pedir cuentas al general secretario?
Las familias de las v¨ªctimas a quien han de clamar justicia. ?Al presidente que carcajea cuando socarronamente predice una masacre a ocho columnas, que miente y se burla del dolor de las madres buscadoras al decir que las ve en cada gira, ese que ata su suerte a estad¨ªsticas que sin empat¨ªa nada valen?
El cambio prometido result¨® un militarismo refractario a las v¨ªctimas. A las del pasado y a las de hoy. Es natural preguntar, si en cosa de dos a?os la situaci¨®n no mejora, a qui¨¦n escuchar¨¢ la Presidencia, a los militares con todo el poder de fuego, econ¨®mico y territorial, o a v¨ªctimas clamando ¡°y eso de qu¨¦ sirve¡±.
En el peor escenario, esas v¨ªctimas extra?ar¨¢n el enclenque Poder Judicial de hoy si las profec¨ªas m¨¢s cantadas ¡ªno necesariamente las m¨¢s certeras (las campa?as cuentan, aunque tantos diarios decidan hoy olvidarlo)¡ª se traducen en mayor¨ªas constitucionales lopezobradoristas en 2024.
Porque a la administraci¨®n poco le desvela el activista asesinado en una zona caliente de Chiapas, el desd¨¦n es igual si es simpatizante de su movimiento; menos le preocupan esos pobres vestidos con pobres uniformes de polic¨ªa masacrados el lunes en Coyuca. Los muertos no caben en la transformaci¨®n.
Ya son Gobierno en dos terceras partes de los estados y tambi¨¦n si son de cerca los muertos se les resbalan. Y los extorsionados, m¨¢s. Qu¨¦ inoportuno Bruno Pl¨¢cido, mira que ser asesinado ahora. Qui¨¦n le manda armarse, para qu¨¦ se defendi¨®. Si se hubiera resignado estar¨ªa vivo, piensan el de Tabasco.
Una obra emblem¨¢tica, con y para el Ej¨¦rcito, ¨¦sa es la agenda de la que gusta hablar Palacio. No de las v¨ªctimas. Porque a fin de cuentas ?qu¨¦ van a hacer los deudos? ?Rebelarse? ?Formar un partido? ?Marchar? Que le midan. Qui¨¦n puede contra el gobierno con el m¨¢s empoderado Ej¨¦rcito en d¨¦cadas.
La otra agenda de AMLO beneficiar¨¢ al Ej¨¦rcito por derivada. Si el Legislativo ya se pliega a toda instrucci¨®n, a no mover comas, a paralizar organismos aut¨®nomos y contrapesos, queda(r¨¢) el Judicial, que de tanto en tanto resuelve que Ejecutivo y/o Congreso faltan al juramento a la Constituci¨®n.
Si rasuran los recursos del Judicial para hacerlo dar traspi¨¦s, si lo asfixian al negarle el debido presupuesto, no sobrevivir¨¢ lo poco digno que quede dentro de la Auditor¨ªa Superior de la Federaci¨®n, y tampoco el INAI con su simb¨®lica batalla para que no muera la transparencia.
Esos organismos pondr¨¢n barbas a remojar. Y el vaciamiento de las instituciones que protegen derechos humanos ser¨¢ casi total, sin una comisi¨®n de b¨²squeda en pie, sin una CNDH articulada socialmente, con consejos como los de la salud, donde salen acad¨¦micos y entran militares.
Tras el choque por los fideicomisos del Poder Judicial vendr¨¢ el apret¨®n presupuestal. De concretarse el castigo, la era de L¨®pez Obrador estar¨¢ cantada: esa en la que los privilegios no fueron para las v¨ªctimas, sino para la milicia, mimada mientras para la Corte hab¨ªa navaja.
A pesar de todo ese panorama, no se puede descartar que el pueblo decida que el siguiente sexenio los guionistas del poder provengan de la misma granja.
Si as¨ª fuera, el tema no ser¨¢ como termina esta temporada, sino como empieza la nueva, con roles principales asegurados, presupuesto incluido, para los uniformados, con un Poder Judicial en la tablita y con decenas y decenas de miles de v¨ªctimas pregunt¨¢ndose si alg¨²n d¨ªa importar¨¢n.
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