La ¡®cascarita¡¯ de Verstappen, Checo P¨¦rez y Jorge Campos en el jard¨ªn de los Slim
Las estrellas de Red Bull, en medio de eventos publicitarios y el frenes¨ª desmedido de los aficionados, protagonizan una ma?ana de f¨²tbol junto a Iv¨¢n Zamorano y otros futbolistas mexicanos
Kevin Barrera lleg¨® a las 4.00 horas a las puertas de Plaza Carso, el epicentro comercial de la familia Slim. Hac¨ªa fr¨ªo y empezaba a dejarse caer una lluvia tenue y molesta. Ten¨ªa que aguantar cuatro horas para el inicio de la conferencia de prensa de Checo P¨¦rez. Al final esper¨® casi seis horas, agolpado a una barrera de cristal. El joven de 23 a?os solo quer¨ªa tener el mejor lugar para ver, a m¨¢s de 100 metros, al piloto. Barrera sab¨ªa que alcanzar un aut¨®grafo o una selfie era un acto de fe. ¡°Es por la emoci¨®n de tener un piloto mexicano en la F¨®rmula 1. Es muy dif¨ªcil para nuestro pa¨ªs que haya uno¡±, cuenta.
Como Barrera, cientos de aficionados se juntaron en el centro comercial para buscar una silueta de Checo P¨¦rez o de alguien conocido en el mundo de la F¨®rmula 1. Como si fuera Bad Bunny o Taylor Swift, al mexicano le recibieron con v¨ªtores. ¡°?Checo, Checo, Checo!¡± y ¡°?el viejo sabroso, el viejo sabroso¡±, en una referencia a un meme que gan¨® popularidad en 2021. P¨¦rez, un tanto abrumado, solo pod¨ªa saludar con la mano y sonre¨ªr cuando se desped¨ªa. Tras el encuentro con los periodistas, el piloto de Red Bull iba a participar en un partido de f¨²tbol junto a su compa?ero Max Verstappen. Los aficionados, en un arranque de frenes¨ª, corrieron por toda la plaza para llegar a una cancha de f¨²tbol en una terraza en medio de oficinas. Los guardias de seguridad estaban superados por la cantidad de chicas y chicos uniformados de Red Bull que quer¨ªan una imagen para presumir. Mucho caos, incluso para los periodistas. ¡°J¨®venes, mejor b¨¢jense, no los van a recibir, no van a dejarlos pasar¡±, advert¨ªa un hombre de seguridad.
¡°Me gustar¨ªa que m¨ªnimo se acercaran a saludar a los fans porque s¨ª llevamos mucho tiempo bajo la lluvia, sin desayunar. Me gustar¨ªa verlos de cerca¡±, agrega Barrera, quien s¨ª logr¨® colarse a la terraza pero no a la mini cancha de f¨²tbol. De lejos escuchaba los gritos de exfutbolistas como Jorge Campos, Iv¨¢n Zamorano, Selene Cort¨¦s, Nailea Vidrio e incluso de Arturo El¨ªas Ayub, director de alianzas estrat¨¦gicas de Am¨¦rica M¨®vil. All¨ª tambi¨¦n llegaron Verstappen y Checo P¨¦rez.
Los pilotos del equipo de la bebida energ¨¦tica se limitaron a ver el juego como los padres que ven a sus hijos en el parque. ¡°?Max, Checo, v¨¦nganse a la foto!¡±, ped¨ªa Arturo El¨ªas Ayub. Jorge Campos, fiel a su estilo, se negaba a ser portero. Zamorano, exjugador del Real Madrid, se puso a darle consejos de esfuerzo a P¨¦rez. Las estrellas de la F1, con riesgo a lesionarse, prefirieron ver todo desde fuera, bajo sus paraguas. Participaron hasta el final con unos penaltis estilo shoot out. Ah¨ª Campos le ataj¨® al tricampe¨®n de la F¨®rmula 1 y luego le prest¨® sus guantes para que retara a P¨¦rez.
Campos, el tipo que puede hacer re¨ªr a un mudo, logr¨® que a Verstappen se le quitara el aletargamiento. Checo P¨¦rez aprovech¨® el buen rollo para amagar y burlar a su compa?ero en el c¨¦sped. No todos los d¨ªas el mexicano puede vencer en algo al neerland¨¦s. Este fue apenas el segundo de cuatro eventos que tuvieron con las marcas que patrocinan a ambos kamikazes del volante antes de dar inicio el Gran Premio de Ciudad de M¨¦xico.
El juego hab¨ªa terminado y los aficionados segu¨ªan a la espera. No les hab¨ªan avisado de nada. Solo estaban a la espera de que ahora alg¨²n futbolista o influencer, como Werevertumorro, les diera una foto. ¡°Yo ve¨ªa a Checo en la tele y hoy me dije: ¡®A ver si puedo verlo de cerquita¡¯. Cuando gan¨® su primer Gran Premio [en Sakhir 2020] valor¨¦ todo su esfuerzo, fue un orgullo¡±, cuenta Dana Alem¨¢n, otra fan. Su pareja, H¨¦ctor Ram¨ªrez, falt¨® al trabajo para intentar pescar un recuerdo. ¡°No iremos al Gran Premio, la reventa estuvo muy fea, tenemos que exprimir cada evento para vivir esta euforia por la F¨®rmula 1¡å, cuenta. A los aficionados solo les qued¨® la lluvia y la peque?a estela que dej¨® su Checo.
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