Sheinbaum prolonga la paz interna: el dif¨ªcil equilibrio entre las familias de Morena
El partido gobernante renueva sus cargos en octubre y no hay se?ales que indiquen un cambio traum¨¢tico: las diferentes facciones pol¨ªticas tienen a sus l¨ªderes bien situados, pero se deja sentir el ruido de fondo
La transici¨®n de poder y los nombramientos para el nuevo gabinete que encabezar¨¢ Claudia Sheinbaum parecen avanzar sin sobresaltos. Pero la tranquilidad pol¨ªtica se asienta en dos pilares, el Gobierno y el partido. Un aluvi¨®n de votos como el obtenido por Morena en las elecciones del 2 de junio tranquiliza a la militancia y a quienes anhelan cargos, porque hay casi para todos, lo que no impide alguna tormenta como la que estos d¨ªas ha ocasionado la diputaci¨®n plurinominal que ha obtenido el actor Sergio Mayer, que no ha sido del gusto de muchos en Morena. Las protestas se han escuchado alto y claro, sin embargo, parece una an¨¦cdota ante los 254 diputados que sentar¨¢ el partido gobernante en San L¨¢zaro, por no hablar del Senado, mayor¨ªas que auguran calma tambi¨¦n entre la militancia morenista, que est¨¢ llamada a renovar la dirigencia de sus cargos en octubre.
La continuidad gubernamental asegurada en las urnas tiene, sin embargo, una segunda asignatura pendiente, la nueva gobernanza del partido, una vez que L¨®pez Obrador, l¨ªder indiscutible hasta ahora, se retire a su quinta en Palenque, alejado, ha dicho, de todo lo que tenga que ver con la pol¨ªtica. No han faltado las voces que han vaticinado la descomposici¨®n de Morena cuando pierda el tutelaje que ejerce el presidente, sin embargo, parece que la serenidad que preside las decisiones de Claudia Sheinbaum, o quiz¨¢ un buen asesoramiento, impedir¨¢ ruido de sables en octubre cuando se vote la nueva dirigencia en Morena. La salida de Mario Delgado es un puntal clave, ahora que el presidente del partido ha sido nombrado futuro secretario de Educaci¨®n, la misma cartera que desempe?¨® hace a?os en la Ciudad de M¨¦xico. Una de las grandes preguntas es qui¨¦n lo sustituir¨¢ y las quinielas m¨¢s correosas indican que es del gusto de la presidenta que sea una mujer. Muchos hablan de la actual secretaria de gobernaci¨®n, Luisa Mar¨ªa Alcalde Luj¨¢n, con enorme pedigr¨ª partidista. Su madre, Bertha Luj¨¢n, es una persona respetada en Morena, donde se desempe?¨® como presidenta del Consejo Nacional entre 2015 y 2022 y antes fue secretaria general del partido. Y ella misma, Luisa Mar¨ªa, figura leal a L¨®pez Obrador. Es tiempo de mujeres y no ser¨¢ sorprendente que esa tendencia alcance tambi¨¦n al joven y exitoso partido del presidente. Aunque no ser¨ªa la primera: Yeidckol Polevnsky llev¨® las riendas entre 2017 y 2020.
Junto a Luisa Mar¨ªa Alcalde suena tambi¨¦n Citlalli Hern¨¢ndez, ahora secretaria general y Alfonso Ram¨ªrez Cu¨¦llar, quien sustituy¨® en 2020 a Polevnsky y antecedi¨® al actual, Mario Delgado, cuya llegada al poder en el partido vino precedida de una aut¨¦ntica guerra entre la militancia, con agresiones f¨ªsicas y la intervenci¨®n del INE para conducir ese traspaso. No parece que en esta ocasi¨®n su salida augure nuevos belicismos. Cuando eso ocurra, las familias estar¨¢n calmadas. En Morena, los estatutos no permiten registrar oficialmente corrientes internas, no le gustan a L¨®pez Obrador, quien considera que esas familias al interior del partido destruyeron al PRD, en el que ¨¦l milit¨® antes de fundar Morena. Pero, estatutariamente o no, los partidos tienen sus l¨ªderes internos, m¨¢xime cuando la selecci¨®n de candidatos a la presidencia dividi¨® a la militancia en cuatro partes, aunque desiguales. Algunos apoyaron el cartel de Ad¨¢n Augusto L¨®pez, otros el de Ricardo Monreal, y entre los partidarios de Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum se produjo el mayor desgarro de la militancia. Con corrientes o sin ellas, el aire fr¨ªo se cuela en los edificios de los partidos. Los pasos que est¨¢ dando Sheinbaum, sin embargo, parecen c¨¢lidos, por ahora. Ebrard ha quedado bien situado como pr¨®ximo secretario de Econom¨ªa. Monreal y Ad¨¢n Augusto han recibido dos de los grandes puestos prometidos, coordinador de los diputados y de los senadores morenistas, respectivamente. La paz dise?ada por L¨®pez Obrador para que el proceso de elecci¨®n del aspirante a la presidencia no resultara en enfados ni fracturas entre los perdedores se est¨¢ cumpliendo al pie de la letra.
Fuentes pol¨ªticas consultadas para este art¨ªculo interpretan que Sheinbaum se ha rodeado de sus adversarios ¨ªntimos para mantener la calma tambi¨¦n en el partido, donde solo parece existir una familia, a la que dicen ¡°los puros¡±, es decir, los morenistas de hueso colorado. A esa misma pertenecer¨ªa ella, pero ha optado por dar un papel relevante a los dem¨¢s con tal de serenar cualquier foco de discrepancia. Entre los puros figurar¨ªa Mart¨ª Batres, actual jefe de Gobierno de la Ciudad de M¨¦xico, los Alcalde Luj¨¢n, Rafael Barajas, el Fisg¨®n, Pedro de Miguel, quiz¨¢ Citlalli Hern¨¢ndez, la actual secretaria general del partido o Clara Brugada, jefa de Gobierno electa de la capital, aunque ella provenga del PRD, lo mismo que L¨®pez Obrador. Hay puestos en el Gabinete ampliado, es decir, subsecretar¨ªas y otros cargos, que todav¨ªa pueden venir a contentar a quienes est¨¦n disconformes. Los que no son puros ya est¨¢n en paz, vienen a decir las fuentes.
Pero el ruido se oye entre los morenistas. El asunto de Sergio Mayer, que fue seleccionado para tener una diputaci¨®n plurinominal, no ha gustado. La militancia ha ca¨ªdo en la cuenta de que este hombre, que estuvo un tiempo en las filas de Morena y despu¨¦s se sali¨® con alaraca de cr¨ªticas y apoyos a la marea Rosa de los adversarios, volv¨ªa a la C¨¢mara. Hay ¡°enojo en las bases¡±, sostiene un consultado que desea anonimato. ¡°Est¨¢n golpeando duro al Fisg¨®n¡±, afirma. Es cierto. El presidente L¨®pez Obrador sali¨® a pedir paz en sus huestes. Y no quiso pronunciarse sobre el Fisg¨®n porque no hay caso, es su amigo, dijo, buena gente. ¡°A John Ackerman no le ha gustado, entiende que ese puesto podr¨ªa ser suyo¡±, afirma la fuente. A Citlalli Hern¨¢ndez tampoco le gusta Mayer, y sin tapujos de ninguna clase ha afirmado que esa maniobra fue enteramente de Mario Delgado, que le pidan explicaciones a ¨¦l, no a ella, dijo en una entrevista de radio. Tambi¨¦n Gerardo Fern¨¢ndez Noro?a, disconforme con la inexistencia de un puesto para ¨¦l, que qued¨® tercero en las encuestas internas para candidato presidencial, est¨¢ haciendo ruido con el affaire Mayer. Noro?a es del PT, pero el ruido se siente igual.
En pol¨ªtica, las im¨¢genes son gestos. Los ¨²ltimos d¨ªas, las apariciones p¨²blicas de Sheinbaum han sido elocuentes. En las grandes reuniones no faltaron sus antiguos adversarios internos, Monreal, Ad¨¢n Augusto y Ebrard. En la foto tambi¨¦n figuraba Gerardo Fern¨¢ndez Noro?a (del PT) o Manuel Velasco (del Verde). En el presidium se rode¨® la presidenta electa de El Fisg¨®n, Pedro Miguel, Citlalli Hern¨¢ndez o Mario Delgado, en algunas ocasiones. Tambi¨¦n Ignacio Mier, jefe actual de la bancada morenista de diputados, o Arturo Zald¨ªvar, asesor en asuntos jur¨ªdicos. Con la nombrada consejera jur¨ªdica, Ernestina Godoy, o el reci¨¦n nombrado secretario de Seguridad, Omar Garc¨ªa Harfuch, la guardia pretoriana est¨¢ casi al completo. El buen entendimiento entre todos vaticina tiempos de calma y el soporte pol¨ªtico en el que se apoyar¨¢ la presidenta cuando gobierne. Sheinbaum no es L¨®pez Obrador, ni en el carisma ni en la adoraci¨®n de la militancia, estaba llamada a dialogar y delegar y es lo que est¨¢ haciendo, seg¨²n alguna fuente del partido.
Un personaje clave en el mandato del presidente, su vocero, Jes¨²s Ram¨ªrez, es tambi¨¦n de ¡°los puros¡±. Pero su nombre no aparece en ninguna quiniela. Su relaci¨®n con Sheinbaum no es la mejor, sostienen. Algunos le achacan la ca¨ªda de Garc¨ªa Harfuch del cartel de la Ciudad de M¨¦xico, quebrando el empe?o atribuido a Sheinbaum, que tuvo que ceder en favor de Clara Brugada, por ejemplo. Tambi¨¦n comentan que Ram¨ªrez boicote¨® a Caty Monreal, hija de Ricardo, quien perdi¨® la alcald¨ªa m¨¢s relevante de la capital, que qued¨® en manos del PAN. De Ram¨ªrez se dice que est¨¢ enfrentado con Ad¨¢n Augusto, desde que este asumi¨® la Secretar¨ªa de Gobernaci¨®n con L¨®pez Obrador, y con Monreal. Monreal merece un cap¨ªtulo aparte. Sus manejos pol¨ªticos, casi de autoboicot en la Ciudad de M¨¦xico, dicen, pusieron en la alcald¨ªa Cuauht¨¦moc, la llamada capital de la capital, a Sandra Cuevas en el mandato pasado, un puesto perdido para los morenistas, y ahora que su hija se presentaba, tampoco ha podido ganarla, uno de los grandes disgustos del partido. A pesar de ello, Sheinbaum le ha otorgado un buen puesto en la C¨¢mara de Diputados, en lo que muchos quieren ver esa compra de fidelidad partidista y el claro alejamiento de la presidenta electa de Ram¨ªrez.
Si todos estos movimientos consiguen un traspaso de poderes suave y la renovaci¨®n de la dirigencia morenista sin peleas ni sorpresas est¨¢ por verse, aunque no hay como una lluvia de votos para calmar los ¨¢nimos de todos. Cuando pasen cuatro a?os, por poner una fecha, quiz¨¢ comiencen de nuevo los juegos del hambre, como lo denominan algunos. Por ahora en Morena, a pesar de algunas discrepancias, como la presencia de Sergio Mayer, se escucha m¨¢s la calma que el ruido.
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