El crimen cerca el sur de Chiapas
Compras de p¨¢nico, huidas masivas, balaceras, presiones de grupos criminales. La frontera del Estado sure?o con Guatemala profundiza su deriva a la ingobernabilidad
Compras de p¨¢nico, huidas masivas, balaceras, presiones de grupos criminales¡ Postales que anta?o parec¨ªan iluminar realidades de puntos aislados de la geograf¨ªa mexicana, caso de Michoac¨¢n o Guerrero, reflejan cada vez m¨¢s la situaci¨®n de un n¨²mero creciente de espacios, de norte a sur, ninguno tan sangrante como Chiapas, ejemplo de organizaci¨®n y de las bondades del tejido comunitario durante d¨¦cadas. El Estado sure?o, estrat¨¦gico para las mafias, sucumbe a las din¨¢micas del crimen, que pelean sin descanso rutas, cerros e industrias, m¨¢s all¨¢ del narcotr¨¢fico.
En la ¨²ltima semana, vecinos de varios municipios de la Frontera Central y la Sierra Mariscal, en el l¨ªmite con Guatemala, han sufrido el embate de los grupos, una constante en realidad de los ¨²ltimos dos a?os y medio. En Motozintla, en la parte sur, un grupo oblig¨® a pobladores a marchar por las calles, una forma de detener el avance de grupos contrarios, o de las mismas autoridades. En la marcha, el grupo contrario los atac¨® a balazos. Una situaci¨®n parecida se daba en Jaltenango, algo m¨¢s hacia el interior, al sur de la presa de La Angostura. All¨ª, los pobladores sirvieron para contener al Ej¨¦rcito.
En Chicomuselo, en la zona centro, la batalla afecta a la cabecera y a diferentes comunidades, algunas cercanas a La Angostura, otras m¨¢s pegadas a la sierra y unas m¨¢s, lim¨ªtrofes con el pueblo m¨¢s importante de la regi¨®n, Frontera Comalapa. De manera an¨®nima, un vecino de la cabecera consultado esta semana por tel¨¦fono explicaba que ¡°desde el s¨¢bado se puso feo¡±, en referencia al 17 de agosto, por los enfrentamientos de los grupos en algunas comunidades del municipio. ¡°Luego ya el lunes qued¨® en silencio el pueblo y como el 70% de [los vecinos de] la cabecera sali¨®¡±.
Este fin de semana trascendieron videos de una marcha de hombres encapuchados, algunos armados, en el municipio, que este domingo deb¨ªa celebrar elecciones, suspendidas en junio por falta de condiciones. El s¨¢bado la Di¨®cesis de San Crist¨®bal de Las Casas public¨® un comunicado en sus redes, haciendo un llamado a las autoridades electorales para aplazar de nuevo la votaci¨®n, ya que, explica, ¡°no existen las condiciones, debido al alto nivel de violencia e inseguridad que vive la poblaci¨®n y que forzado el desplazamiento forzado de habitantes¡±.
El vecino, que pidi¨® omitir su nombre y su trabajo por cuestiones de seguridad, se?ala que en el ¨²ltimo cap¨ªtulo de esta larga batalla, uno de los grupos en pugna, el Cartel de Sinaloa, se hizo con el control de la cabecera, desplazando al grupo anterior, que los locales asociaban a alguna de las formas que ha adoptado el Cartel Jalisco Nueva Generaci¨®n (CJNG) en la regi¨®n. En un recorrido de varios d¨ªas hace unos meses en la zona, pobladores de Chicomuselo y Frontera Comalapa se?alaban que el CJNG y su brazo social, que llamaban El Maiz, controlaba ambas cabeceras. La batalla estaba entonces en las comunidades, caso por ejemplo de Nueva Morelia, sede de un importante yacimiento de barita, mineral importante para la industria petrolera.
Pero la batalla se mueve, matando de miedo y ansiedad a la poblaci¨®n, cuando no mat¨¢ndola, literalmente. En los ¨²ltimos meses, los choques se han dado en los pueblos de la frontera y la sierra, pero tambi¨¦n en municipios del interior, m¨¢s all¨¢ de Jaltenango, caso de La Concordia. En julio, sin ir m¨¢s lejos, criminales dejaron los cad¨¢veres de 20 personas en una camioneta en un poblado de este municipio, parte de la ruta de migrantes, armas y drogas del sur de M¨¦xico.
Las autoridades dieron con los cuerpos porque los mismos perpetradores se jactaron en un v¨ªdeo de su haza?a. En el v¨ªdeo, los asesinos se presentaban como parte del Cartel de Sinaloa. Desde entonces, las autoridades federales han jugado con la idea de la existencia de un nuevo grupo, una organizaci¨®n criminal que la Secretar¨ªa de Seguridad y Protecci¨®n Ciudadana denomina Cartel de Chiapas y Guatemala, cuyo origen no est¨¢ claro, pero que algunos medios locales vinculan al CJNG, en algunos casos como una escisi¨®n, y en otros como parte de su misma estructura.
Lo ocurrido en Chicomuselo, Frontera Comalapa y dem¨¢s municipios de la frontera y la sierra engancha necesariamente con las din¨¢micas de La Concordia, todos puestos de control en la ruta criminal. Cuando se conoci¨® la masacre de 20 personas en La Concordia en julio, el presidente, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, lo explicaba de manera muy clara: ¡°?Qu¨¦ motiva esto? El tr¨¢fico de la droga y tambi¨¦n el tr¨¢fico de migrantes, de personas¡±. Es la realidad de Chiapas, que ve como parte de su territorio se convierte en una autopista delincuencial.
Ya de por s¨ª compleja, la situaci¨®n se complica m¨¢s a¨²n cuando se integran a la ecuaci¨®n ri?as locales, peleas viejas y nuevas por tierras, cargos p¨²blicos, etc¨¦tera, que se solapan con las din¨¢micas de las mafias. En el caso de La Concordia de julio, por ejemplo, los perpetradores se?alaban en su v¨ªdeo a un tal Ataulfo, posible alusi¨®n a Ataulfo L¨®pez Flores, ganadero local que hab¨ªa sufrido un ataque en su rancho meses antes, que dej¨® cuatro trabajadores muertos. En mayo, adem¨¢s, criminales hab¨ªan asesinado a su hija Lucero, que contend¨ªa a la presidencia municipal en las elecciones de junio.
Pese a las masacres, los desaparecidos y el aumento de los asesinatos ¨Ca final de julio, Chiapas contaba 19 menos que en todo 2023¨C las autoridades han tratado de atajar cr¨ªticas de pobladores y organizaciones. En febrero, un informe del Colectivo de Monitoreo - Frontera Sur, que integra a varias organizaciones que estudian la violencia en el Estado desde hace a?os, se?alaba que el corredor frontera-sierra viv¨ªa un ¡°conflicto armado no reconocido, disputa territorial de estructuras de la delincuencia organizada por el control de mercanc¨ªas, servicios, personas, productos legales e ilegales, as¨ª como de la propia vida de la poblaci¨®n local¡± que ha desembocado en ¡°graves violaciones de los derechos humanos y del derecho internacional¡±.
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