Migraci¨®n, fentanilo y una rifa de sombreros: el embajador Ken Salazar se despide de M¨¦xico
El estadounidense conf¨ªa en la unidad de los pueblos de Am¨¦rica del Norte y observa con optimismo el proyecto de Claudia Sheinbaum y Garc¨ªa Harfuch
Despedida con un simp¨¢tico guion. La embajada de Estados Unidos en M¨¦xico ten¨ªa preparada la enorme rosca de Reyes y algo de caf¨¦; se hab¨ªan repartido n¨²meros para participar en una rifa y un pu?ado de sombreros vaqueros reposaban sobre una mesa. Por las escaleras que bajaban enrosc¨¢ndose alrededor del ¨¢rbol de Navidad descendi¨® el embajador para decir adi¨®s a los periodistas, horas antes de tomar un avi¨®n hacia el valle de San Luis, donde nace el r¨ªo Bravo. Ken Salazar vuelve a su rancho sin saber a ciencia cierta qu¨¦ le esperan en adelante a las relaciones entre Estados Unidos y M¨¦xico con Donald Trump en la Casa Blanca; pero se va con la certeza de que ambos pa¨ªses deben conformar una familia bien avenida y profundizar en el di¨¢logo. Paz y amor, vino a ser el mensaje final.
Para las varias decenas de periodistas se dispuso la vajilla de ribetes dorados y antes de concluir la conferencia son¨® alg¨²n desastre cristalino. El ambiente era festivo con un punto de nostalgia cuando Salazar baj¨® las escaleras con las botas bien lustradas y el sempiterno sombrero con el que honra sus ra¨ªces campesinas, el que llevaba su padre y tambi¨¦n su abuelo y con el que se protege del mismo sol que cae sobre los agricultores de Oaxaca y los vaqueros de Sonora. Estaba acompa?ado de Mark Johnson, el diplom¨¢tico que se quedar¨¢ a cargo de la legaci¨®n mientras Trump toma posesi¨®n y aterriza en M¨¦xico el nuevo embajador, Ronald Johnson.
El tema urgente son las deportaciones de migrantes, anunciadas inminentes a la llegada del republicano al poder, el 20 de enero. ¡°Ya saben ustedes la realidad y lo que ha dicho el presidente electo en su campa?a. En lo personal, yo creo que el marco de la soluci¨®n es atender las causas en los lugares de origen, ver las v¨ªas legales y cumplir con la ley. Vendr¨¢n cambios, pero los desconozco¡±, dijo el embajador saliente e insisti¨® en su receta de di¨¢logo y cooperaci¨®n entre ambos pa¨ªses. ¡°En Estados muy republicanos como Ohio, la mano de obra es migrante¡±, remarc¨® Salazar. En todo caso, dijo que el sistema de migraci¨®n est¨¢ quebrado en Estados Unidos y M¨¦xico desde hace muchos a?os y varios presidentes, de modo que lo que urge es una soluci¨®n.
El mismo tono templado us¨® para referirse al fentanilo, fuente de recurrentes pol¨¦micas: ¡°Hay fentanilo en M¨¦xico, y se produce en M¨¦xico, pero ese debate no nos llevar¨¢ donde tenemos que ir¡±, asegur¨®. Y otro asunto espinoso, la extra?a captura del Mayo Zambada y su detenci¨®n en Estados Unidos el pasado julio. Se va el embajador con la petici¨®n del Gobierno mexicano a¨²n en el aire, un informe completo y detallado de lo que ocurri¨®. ¡°Los procesos legales con los capos siguen¡±, ech¨® a un lado el conflicto Salazar, confiado en que por m¨¢s presidentes que se sucedan las legaciones diplom¨¢ticas cuentan con personal de carrera que otorgan cierta solidez a las relaciones. Ojal¨¢ m¨¢s delincuentes estuvieran detenidos, dijo el embajador y mostr¨® ¡°mucho optimismo en Claudia Sheinbaum y en [el secretario de Seguridad] Omar Garc¨ªa Harfuch¡±.
Se acercaba el momento de los sombreros. Empez¨® la rifa de la mano del propio embajador y algunos periodistas se vieron agraciados con uno de los tocados vaqueros que ha lucido Salazar en estos a?os de representaci¨®n diplom¨¢tica. Dos de ellos llevaban una dedicatoria escrita y hab¨ªan viajado por los 32 Estados mexicanos, asegur¨®. El resto tambi¨¦n ten¨ªa an¨¦cdota y la reuni¨®n se hizo festiva. Salazar cort¨® la rosca de Reyes para los miembros de la prensa, ¡°pilar de la democracia¡±, dijo. ¡°Le tengo respeto a la soberan¨ªa de M¨¦xico y a L¨®pez Obrador y a Claudia Sheinbaum. Les deseo todo lo mejor¡±. Ken Salazar, como en las pel¨ªculas estadounidenses, subi¨® escaleras arriba, a¨²n agradeciendo parabienes y recuerdos. El hombre del sombrero dijo adi¨®s a la prensa: ¡°Les llevo en mi coraz¨®n¡±.
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