Amenazas comerciales, tensiones por el narco y presiones en la frontera: M¨¦xico pone a prueba su estrategia en el arranque del Gobierno de Trump
Sheinbaum tiende la mano al pr¨®ximo presidente de Estados Unidos a la vez que asegura estar preparada para enfrentar los reveses de una nueva era de incertidumbre y negociaciones permanentes en la relaci¨®n bilateral
La espera ha terminado. M¨¦xico ya se prepara para el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca y para enfrentar un nuevo cap¨ªtulo en la relaci¨®n bilateral, tras meses de amenazas, provocaciones y tensiones diplom¨¢ticas. El Gobierno de Claudia Sheinbaum ha invertido las ¨²ltimas semanas en descifrar al pr¨®ximo presidente de Estados Unidos y dise?ar una estrategia para proteger todos los frentes cr¨ªticos que el republicano ha puesto en la mira: los amagos de una guerra comercial, las pol¨ªticas de mano dura frente a la crisis migratoria y un discurso de pu?o de acero en la guerra contra las drogas. La presidenta ha mandado se?ales de que est¨¢ dispuesta a colaborar, se ha mostrado receptiva ante las preocupaciones de Washington y est¨¢ consciente de que ¨Dal margen de todo lo que ha pasado y lo que se ha dicho¨D la prueba del ¨¢cido para la respuesta mexicana ante los embates del trumpismo est¨¢ en la mesa de negociaciones. ¡°?l tiene su particular manera de comunicar, pero yo conf¨ªo en que habr¨¢ una buena relaci¨®n¡±, dijo Sheinbaum d¨ªas antes de la toma de posesi¨®n, aunque tambi¨¦n subray¨® que est¨¢ lista ¡°en caso de que se den otras condiciones¡±.
¡°Tenemos un plan¡±, afirm¨® la presidenta para sobreponerse a la ansiedad y a la incertidumbre que ha provocado Trump 2.0 al sur de la frontera. El magnate adelant¨® que los aranceles y el combate al crimen organizado ser¨¢n los primeros frentes de batalla. ¡°Vamos a empezar cobrando a quienes hacen dinero a costa de nosotros con el comercio y van a empezar a pagar, por fin, lo que les corresponde¡±, se?al¨® el republicano esta semana en Truth Social, su red social, al anunciar la creaci¨®n este 20 de enero de una oficina especial para el cobro de impuestos a los Gobiernos extranjeros.
Tras su triunfo en las elecciones, el magnate amag¨® con imponer tarifas a M¨¦xico y Canad¨¢ si no endurec¨ªan su posici¨®n frente a China y tomaban medidas efectivas en el frente migratorio y de control de fronteras. En diciembre afirm¨® tambi¨¦n que designar¨¢ a los carteles de la droga como organizaciones terroristas, lo que abre la posibilidad de una intervenci¨®n militar de Estados Unidos en territorio mexicano. ¡°Lo har¨¦ de inmediato¡±, asegur¨® ante sus seguidores.
El Gobierno mexicano ha mantenido la templanza, aunque no exenta de cuestionamientos y dudas. Desde su primera presidencia, Trump ha seguido el mismo patr¨®n en las negociaciones: parte de una posici¨®n maximalista y, hasta cierto punto, exagerada para poner contra las cuerdas a su contraparte, obligarla a ceder y conseguir que haga lo que ¨¦l quiere. Sheinbaum, que asumi¨® la presidencia en octubre pasado, ha afrontado su propia curva de aprendizaje y ha dado a entender que sabe que el primer movimiento en el tablero pol¨ªtico corresponde a Washington. ¡°Ya tenemos un plan muy elaborado, s¨®lo vamos a esperar a lo que anuncie el presidente Trump para poderlo informar¡±, dijo la presidenta respecto de las amenazas en el terreno migratorio.
La criminalizaci¨®n de los indocumentados y el anuncio de redadas y deportaciones masivas son un asunto que preocupa particularmente a las autoridades mexicanas. Al menos cinco millones de mexicanos viven sin papeles en Estados Unidos, seg¨²n el Migration Policy Institute. Sheinbaum dijo que su Gobierno tiene las puertas abiertas para recibir a quienes decidan volver y asegur¨® que la econom¨ªa es lo suficientemente fuerte como para absorber el golpe de las expulsiones en masa, aunque ha abogado por recibir s¨®lo a los connacionales y no a ciudadanos de otros pa¨ªses. Ser¨¢ otro de los puntos a negociar. Trump prometi¨® devolver a un mill¨®n de personas cada a?o, esa ser¨¢ su posici¨®n de partida, pese a que se ha cuestionado que sea un c¨¢lculo realista. Tijuana emiti¨® la semana pasada una declaraci¨®n de emergencia y otras ciudades fronterizas han acelerado la ampliaci¨®n de su red de acogida para enfrentar la pr¨®xima crisis.
Uno de los mayores desaf¨ªos para M¨¦xico es que los trumpistas suelen combinar y contaminar distintas agendas para conseguir sus objetivos. La amenaza cruzada en el frente comercial para atacar la crisis migratoria es un bot¨®n de muestra de su cuaderno de jugadas. El pa¨ªs latinoamericano se ha afianzado como el principal socio econ¨®mico de Estados Unidos y eso lo ha hecho, parad¨®jicamente, m¨¢s vulnerable a los amagos del republicano. La revisi¨®n del tratado comercial que ha sostenido esa relaci¨®n (TMEC), firmado durante el primer mandato de Trump, est¨¢ prevista para 2026, aunque ya ha empezado en los hechos.
El magnate ha tanteado la idea de fragmentar el TMEC y firmar dos nuevos acuerdos por separado, uno con los mexicanos y otro con los canadienses, para fortalecerse en la renegociaci¨®n y para que sus vecinos no se unan para contrarrestar su posici¨®n de poder. Justin Trudeau coquete¨® con la idea, pero al presentar su dimisi¨®n en enero, ser¨¢ otro quien lleve las riendas en Canad¨¢.
En el plano bilateral, Sheinbaum anunci¨® hace unos d¨ªas el Plan M¨¦xico, un paquete de medidas con el objetivo de atraer cientos de miles de d¨®lares en inversiones y sustituir importaciones chinas para calmar las preocupaciones de Trump. Fue otro mensaje para el republicano: una declaraci¨®n de intenciones para poner en valor la alianza comercial con M¨¦xico y hacerle ver que no le conviene abrir otro frente en el terreno geopol¨ªtico: con Rusia y China al acecho, la fragilidad de la tregua en Gaza y los roces que ha tenido con Europa a ra¨ªz de la guerra en Ucrania. Las autoridades mexicanas han entendido que el magnate interpreta la diplomacia como un juego de fuerzas y la presidenta lo demostr¨® en el informe por sus primeros 100 d¨ªas en el Gobierno ante miles de seguidores, una muestra de m¨²sculo interno.
Otra particularidad de la nueva Administraci¨®n es que considera al frente migratorio y a la Seguridad como uno solo. As¨ª lo demostr¨® la ¨²ltima comparecencia de Marco Rubio, el pr¨®ximo jefe de la diplomacia estadounidense, en el Senado. Rubio habl¨® una y otra vez del ¡°terror¡± que imponen los carteles mexicanos y los responsabiliz¨® de inundar las calles de Estados Unidos de inmigrantes y fentanilo, la droga en el centro de la cruzada de Washington contra el narcotr¨¢fico. Sheinbaum dijo que ¡°tomaba la palabra¡± a Rubio para colaborar ¡°como socios¡± frente a los retos compartidos y subray¨® la necesidad de negociar. ¡°Esperamos las condiciones para un di¨¢logo al m¨¢s alto nivel¡±, se?al¨®.
¡°Colaboraci¨®n sin subordinaci¨®n¡±. Ese ha sido el mantra de Sheinbaum en los ¨²ltimos meses. Tras un ¨²ltimo tramo turbulento con los dem¨®cratas, M¨¦xico tiene entre sus objetivos prioritarios mantener un trato de iguales en la medida de lo posible y navegar los siguientes cuatro a?os con la menor cantidad de intromisiones en su pol¨ªtica interna. ¡°Ha habido momentos muy buenos de colaboraci¨®n con Estados Unidos, entre ellos la relaci¨®n que hubo entre el presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador y el presidente Trump, que fue respetuoso de nuestra soberan¨ªa y hubo coordinaci¨®n en muchos temas¡±, asegur¨®.
La mayor¨ªa de los especialistas, sin embargo, coincide en que la Administraci¨®n de Sheinbaum no puede permitirse los excesos de confianza ni darse el lujo de tomar a la ligera los mensajes de Trump, que llega con m¨¢s poder, m¨¢s recursos y m¨¢s apoyo que hace ocho a?os. Todo apunta a que la gesti¨®n de la relaci¨®n bilateral ser¨¢ un esfuerzo permanente, un d¨ªa a la vez. ¡°Creo que en todos los sentidos va a haber un acuerdo con Estados Unidos¡±, dijo la presidenta. Este lunes pondr¨¢ a prueba su estrategia.
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