Del TLCAN al TMEC: 30 a?os de comercio intenso que no alcanza las expectativas econ¨®micas
Desde la firma en 1994 del tratado de libre comercio con EE UU y Canad¨¢, M¨¦xico se ha afianzado como una fuerza exportadora mundial. Pero la falta de visi¨®n de los distintos Gobiernos ha limitado su potencial como palanca de desarrollo
A sus 41 a?os, el presidente mexicano Carlos Salinas de Gortari buscaba desesperadamente una salida a la traum¨¢tica crisis econ¨®mica de los ochenta, cuando en enero de 1990 aterriz¨® en Davos, Suiza, para el Foro Econ¨®mico Mundial. Economista egresado de Harvard, Salinas tra¨ªa un ambicioso programa de desarrollo bajo el brazo, pero se encontr¨® con que era dif¨ªcil captar la atenci¨®n de los grandes capitales. Unos meses antes, hab¨ªa ca¨ªdo el muro de Berl¨ªn y la mirada estaba en la excomunista Europa del Este.
Salinas entendi¨® que la nueva fuerza que mover¨ªa al mundo durante su tiempo en el Gobierno ser¨ªa la liberalizaci¨®n y que M¨¦xico tambi¨¦n pod¨ªa subirse a la ola. Su pa¨ªs, como los de Europa del Este, era joven y de renta baja, y ten¨ªa la enorme ventaja de ser el vecino de la potencia mundial. Se reuni¨® con George Bush y en junio de 1991 iniciaron las negociaciones con Estados Unidos y Canad¨¢. Tras la firma de los tres pa¨ªses, el Tratado de Libre Comercio de Am¨¦rica del Norte (TLCAN) fue el acuerdo comercial m¨¢s grande del mundo cuando entr¨® en vigor el primer d¨ªa de 1994.
Treinta a?os despu¨¦s, el impacto del acuerdo comercial, con nuevo nombre y algunas nuevas reglas, es innegable. De 1993 a la fecha, las exportaciones mexicanas al extranjero han crecido 950%, seg¨²n datos oficiales. Casi 6 millones de empleos en M¨¦xico est¨¢n directa o indirectamente ligados al comercio norteamericano y el pa¨ªs se ubica en el escal¨®n n¨²mero 13 entre los m¨¢s grandes exportadores del mundo. Sin el impulso que el acuerdo ha dado a la manufactura, dif¨ªcilmente ser¨ªa el pa¨ªs latinoamericano con mayor n¨²mero de egresados en ingenier¨ªa.
Dif¨ªcilmente, tambi¨¦n, hubieran crecido las fortunas del narcotr¨¢fico en M¨¦xico como lo ha hecho, argumentan algunos cr¨ªticos. La apertura de las fronteras al comercio no vino acompa?ada de un esfuerzo por limitar el tr¨¢fico de estupefacientes o de armas, se quejan. La misma l¨®gica aplica al flujo de personas indocumentadas que buscan migrar a EE UU, en muchos casos colg¨¢ndose de los trenes que cruzan mercanc¨ªas al otro lado. Adem¨¢s, est¨¢ la cr¨ªtica m¨¢s palmaria: gener¨® desigualdades de ingresos enormes entre el norte y el sur de M¨¦xico.
Quiz¨¢s el tratado nunca estuvo dise?ado para evitar estos problemas. Depende a quien se pregunte, el prop¨®sito del TLCAN, hoy el TMEC, cambia. Empresarios en ambos lados de la frontera dicen que se trata de un paquete de reglas a seguir si se quiere ganar mucho dinero. Los think tanks argumentan que se trata de un acuerdo para nivelar las condiciones en que viven los ciudadanos, mientras los gobernantes prometen que es una poderosa palanca para el desarrollo.
En realidad, el tratado es un marco jur¨ªdico supranacional bajo el cual se rigen los negocios. Su atractivo recae en que otorga ciertas garant¨ªas, protecciones y mecanismos para resolver disputas, mitigando el riesgo. Si un Gobierno lo quiere usar para impulsar el desarrollo, tendr¨ªa que invertir sus r¨¦ditos en su poblaci¨®n y lo mismo ocurre con la sociedad civil: si desea utilizarlo para mejorar las condiciones de vida de una poblaci¨®n se debe dar a la tarea de hacer rendir cuentas.
Habiendo digerido los fracasos y ¨¦xitos del TLCAN, M¨¦xico se encuentra hoy en un punto de inflexi¨®n ante la llegada de empresas que buscan salir de China. Est¨¢ por verse si el pa¨ªs tomar¨¢ al toro por los cuernos o repetir¨¢ los errores del pasado.
Desarrollo insuficiente
SI bien las cifras de comercio son espectaculares, el tratado no impuls¨® el desarrollo que promet¨ªa, opina Clemente Ruiz, doctor en econom¨ªa y profesor de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico (UNAM). ¡°Est¨¢bamos esperando crecer arriba del 5% anual¡±, asegura, ¡°pero tuvimos crisis tras crisis y no hemos estado creciendo. El gobierno actual hace mucha gala de que estamos creciendo al 3%, ?no? Pero es un muy bajo crecimiento si se toma en consideraci¨®n expansi¨®n demogr¨¢fica¡±.
Esto es cierto, sobre todo, en el sur y sureste del pa¨ªs, en donde Estados como Chiapas, Oaxaca y Guerrero todav¨ªa tienen alarmantes niveles de pobreza. La movilidad social entre los extremos geogr¨¢ficos en el pa¨ªs es asombrosa: seg¨²n datos del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY) la probabilidad de superar la condici¨®n de pobreza en el sur es de 14%, mientras que en el norte es de 46%. Por su cercan¨ªa a la frontera y el nivel educativo de las poblaciones, la mayor¨ªa de las maquiladoras y empresas norteamericanas se ubican en el norte y aunque el Gobierno de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador ha buscado atraer inversiones al sur, esto no se ha materializado.
En 1994, cuando entr¨® en vigor el acuerdo, no solo era Europa del Este la que compet¨ªa con M¨¦xico, tambi¨¦n China. El gigante asi¨¢tico llevaba una d¨¦cada de haber liberalizado parte de su econom¨ªa para abrir la puerta al comercio y los empresarios estadounidenses cada vez miraban m¨¢s al oriente en b¨²squeda de mano de obra barata. Mientras M¨¦xico crec¨ªa a tasas insuficientes, China depeg¨® hasta convertirse en la segunda econom¨ªa del mundo.
¡°Ni los mismos americanos pensaban que se pudiera llevar a esta integraci¨®n con China¡±, dice Ruiz, ¡°y M¨¦xico no supo tomar ventaja para desarrollar industrias de alta tecnolog¨ªa en estos 30 a?os. ?Qu¨¦ es lo que sucede? China nos ha estado vendiendo los componentes que pod¨ªamos haber fabricado en M¨¦xico para integrarlos a los art¨ªculos que vendemos a Estados Unidos. Nos convertimos en un pa¨ªs s¨²per deficitario con China¡±.
En 2012, el presidente estadounidense Barack Obama puso en marcha distintos programas y esfuerzos por traer de vuelta los trabajos de manufactura que se hab¨ªan trasladado a China. Su sucesor, Donald Trump, escal¨® la ret¨®rica contra el pa¨ªs asi¨¢tico y finalmente, Joe Biden, ha emprendido en la campa?a m¨¢s agresiva por sacar a las empresas norteamericanas de China, en un contexto geopol¨ªtico tenso y ante la amenaza militar que el pa¨ªs representa. Esto ha generado entusiasmo en M¨¦xico, que vive un momento similar al de 1994 con la narrativa del nearshoring, la tendencia de estas empresas por trasladarse a pa¨ªses ¡°aliados¡± a los EE UU.
El ¡®Mexican moment?
En 2013, la Administraci¨®n de Enrique Pe?a Nieto (2012-2018) promov¨ªa fuertemente el ¡°Mexican moment¡±, un slogan que promet¨ªa colocar al pa¨ªs en el escenario global por la fortaleza econ¨®mica que traer¨ªan las reformas a distintos sectores, inclu¨ªdo el energ¨¦tico. En su primer mensaje de fin de a?o, Pe?a declar¨® que 2013 ser¨ªa recordado como ¡°el a?o en que M¨¦xico se atrevi¨® a despegar¡± y unos meses despu¨¦s, la revista Time legitim¨® su ambici¨®n, otorg¨¢ndole una pol¨¦mica portada con el titular ¡°Salvando a M¨¦xico¡±.
Las reformas pasaron, pero las leyes secundarias y su implementaci¨®n decepcionaron a empresas extranjeras. La desaparici¨®n de 43 estudiantes y los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n que plagaron a su partido ocuparon todo el espacio del legado de Pe?a y el ¡°Mexican moment¡± qued¨® olvidado en un caj¨®n... hasta hoy.
En los ¨²ltimos tres a?os, el comercio en la regi¨®n norteamericana ha crecido 30%. Los compromisos anunciados de inversi¨®n extranjera directa (IED) han roto r¨¦cords, por lo que, en sus comunicaciones, la Secretar¨ªa de Econom¨ªa ha utilizado el slogan pe?ista, dejando en claro que M¨¦xico pasa por su mejor momento ahora.
Diego Marroqu¨ªn, analista de pol¨ªticas p¨²blica quien se ha especializado en el tema, se dice abiertamente optimista del momento. Nacido en 1993, el ¨²nico M¨¦xico que Marroqu¨ªn conoce es el que hoy se considera como ¡°moderno¡±: uno en donde existe la alternancia de partidos, las elecciones libres y democr¨¢ticas y el intercambio de bienes y servicios con los vecinos del norte.
¡°Una de las cosas que me marc¨® mucho fue un libro que escribi¨® Luis Rubio¡±, cuenta Marroqu¨ªn, refiri¨¦ndose a Una utop¨ªa mexicana, El estado de derecho es posible (2015). ¡°Rubio argumenta que, una vez que M¨¦xico adquiere compromisos con otros pa¨ªses en materia de liberalizaci¨®n econ¨®mica y de desregulaci¨®n, ya es mucho m¨¢s dif¨ªcil echarse atr¨¢s. Es una especie de Estado de derecho porque ya es mucho m¨¢s dif¨ªcil cambiar las reglas del juego¡±, explica Marroqu¨ªn.
Que sea dif¨ªcil no ha detenido al presidente L¨®pez Obrador. Al mandatario le toc¨® la etapa final de la renegociaci¨®n forzada por Trump, quien gan¨® la presidencia criticando al TLCAN como ¡°el peor tratado en la historia¡±. Como presidente electo, a mediados de 2018, L¨®pez Obrador pidi¨® al funcionario y diplom¨¢tico Jes¨²s Seade que sacara al sector energ¨¦tico del tratado. Fuentes que estuvieron en la sala de negociaciones aseguran que Seade recibi¨® una negativa rotunda, por lo que pidi¨®, en cambio, se incluyera en el Cap¨ªtulo 8 una menci¨®n a lo que ya establece la Constituci¨®n mexicana: que los hidrocarburos en el subsuelo son propiedad de M¨¦xico. La Constituci¨®n, sin embargo, tambi¨¦n permite que extranjeros puedan extraer hidrocarburos bajo un esquema de impuestos para compartir los r¨¦ditos, por lo que la menci¨®n de Seade no fue la soluci¨®n tajante que buscaba L¨®pez Obrador.
Desde que tom¨® el poder, L¨®pez Obrador ha hecho todo lo posible por frenar las operaciones de extranjeros en el sector, incluyendo enviar una orden a los reguladores aut¨®nomos para que dejaran de emitir licencias. Propuso una reforma a la Ley de la Industria El¨¦ctrica que deja en desventaja a los privados (la cual se encuentra en un limbo por una decisi¨®n judicial). Todo esto le ha ganado un enfrentamiento con la Casa Blanca, la cual est¨¢ a un paso de llevar el pleito a un panel de resoluci¨®n de disputas en el marco del TMEC. M¨¦xico tambi¨¦n impuso una prohibici¨®n al ma¨ªz transg¨¦nico para consumo humano, afectando a agricultores estadounidenses que venden 3.000 millones de d¨®lares a empresarios mexicanos cada a?o. En este tema, el Gobierno de Joe Biden perdi¨® la paciencia y ya convoc¨® a panel.
Consecuencias no previstas
¡°Es un desastre que no esper¨¢bamos el que M¨¦xico se convirtiera en el paso para una migraci¨®n de toda Am¨¦rica Latina, en algunos casos incluso de ?frica, durante estos 30 a?os¡±, dice Ruiz, ¡°abrimos, sin saberlo, una caja de pandora¡±. El cruce ininterrumpido de mercanc¨ªas ha generado oportunidades para que crucen tambi¨¦n personas, algunas por voluntad y en b¨²squeda de oportunidades econ¨®micas. Algunas son llevadas en contra de su voluntad, como parte del negocio de trata.
¡°Esta es la clave de una discusi¨®n m¨¢s amplia, porque se buscaba que Estados Unidos fuera nuestro socio, pero no ha hecho nada por detener el tr¨¢fico de armas, no ha hecho nada por, limitarla compra de los estupefacientes para los americanos¡± que han enriquecido y empoderado al crimen organizado en M¨¦xico, lamenta el acad¨¦mico.
Lo ideal hubiera sido que el Tratado de Libre Comercio evolucionara hacia una idea como evolucion¨® la Uni¨®n Europea, ofrece Ruiz, en donde se creara gradualmente un mercado laboral conjunto, con garant¨ªas y mecanismos equiparables. ¡°O haber creado un fondo para el desarrollo de Am¨¦rica del Norte, en el cual se atendiera a las regiones m¨¢s atrasadas. Pero no, porque en M¨¦xico nos limitamos a hacer del Tratado algo comercial t¨¦rminos muy financieros sin dar el siguiente paso¡ M¨¦xico no tuvo la capacidad de pedirle a Canad¨¢ y Estados Unidos que evolucion¨¢ramos juntos¡±.
El momento actual es de oportunidad, pero los riesgos ahora son mayores que hace 30 a?os, coinciden Marroqu¨ªn y Ruiz. Por una parte, dice Marroqu¨ªn, ¡°el riesgo m¨¢s grande es que la inversi¨®n se vaya de China a otro lado¡±. Datos de IED recopilados por la OCDE muestran que, en los primeros seis meses de 2023, el pa¨ªs que m¨¢s se benefici¨® fue EE UU, seguido de Brasil, con M¨¦xico en un tercer lugar.
¡°El otro riesgo es que no se rompa la din¨¢mica del TLCAN¡±, dice Marroqu¨ªn, ¡°en la que los estados que sigan creciendo son aquellos con sectores formales, altamente productivos y que el resto del pa¨ªs se quede igual¡±.
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