M¨¦xico supera por primera vez a China como principal exportador de EE UU desde 2002

Estados Unidos import¨® m¨¢s bienes y servicios de M¨¦xico que de ning¨²n otro pa¨ªs del mundo en 2023 y desplaz¨® a China por primera vez en 21 a?os, seg¨²n datos publicados por la Oficina del Censo de EE UU el mi¨¦rcoles. Las exportaciones mexicanas a su vecino sumaron 475.606 millones de d¨®lares el a?o pasado, un salto de 4,6% en comparaci¨®n con 2022. Por su parte, China le vendi¨® 20% menos a los estadounidenses en 2023 en comparaci¨®n con el a?o anterior. Las exportaciones sumaron 427.229 d¨®lares.

Tambi¨¦n se redujo la proporci¨®n que representan los productos chinos del total de las importaciones estadounidenses: quedaron en un 13,9% en 2023, el nivel m¨¢s bajo desde 2004. En 2022, hab¨ªan alcanzado el 16,3%. Detr¨¢s de esta reconfiguraci¨®n del comercio est¨¢n dos factores. Primero, un franco esfuerzo de EE UU por ¡°desacoplar¡± su econom¨ªa de la de China, el cual empez¨® desde la era de Donald Trump. Segundo, un esfuerzo desde M¨¦xico por llenar ese vac¨ªo a trav¨¦s de las herramientas que ofrece el tratado comercial, el TMEC, para promover al pa¨ªs como destino de empresas que se quieran salir de China y relocalizarse al pa¨ªs latinocamericano. Los datos m¨¢s recientes consolidan a M¨¦xico como el principal socio comercial de EE UU.

¡°La relocalizaci¨®n definitivamente est¨¢ cambiando al comercio¡±, dijo Nada Sanders, profesora de administraci¨®n de cadenas de suministro en la Universidad del Noroeste (Northeastern University) en Boston, EE UU. ¡°Por primera vez en d¨¦cadas, M¨¦xico ha superado a China como principal fuente de bienes importados a Estados Unidos. Seg¨²n los ¨²ltimos datos (a los que acabo de tener acceso) M¨¦xico est¨¢ llenando la brecha, y M¨¦xico est¨¢ aumentando lentamente. La participaci¨®n de China en las exportaciones mundiales de mercanc¨ªas ha disminuido en Estados Unidos. Adem¨¢s de M¨¦xico, la brecha la est¨¢ llenando en gran medida India, seguida de Vietnam, Polonia, Indonesia y luego Rumania. M¨¦xico sigue siendo un componente importante¡±, agrega la acad¨¦mica.

En el a?o de mayor apogeo, en 2017, esa proporci¨®n hab¨ªa llegado al 21,6%, la m¨¢s alta desde que comenzaron los registros. Eran otros tiempos: Estados Unidos y China manten¨ªan su rivalidad pol¨ªtica pero eran conscientes de su mutua dependencia econ¨®mica. La recuperaci¨®n de la primera potencia tras la crisis financiera de 2008, y la explosi¨®n de crecimiento del pa¨ªs asi¨¢tico, dispararon el intercambio comercial.

Pero la guerra comercial desatada durante el mandato de Trump comenz¨® a frenar esa tendencia. Ambos pa¨ªses subieron sus aranceles mutuos. La rivalidad geopol¨ªtica y econ¨®mica creciente se traslad¨® al ¨¢rea tecnol¨®gica. Comenzaba la era del llamado ¡°desacople¡±, la separaci¨®n de sus sectores tecnol¨®gicos, y de la desconfianza mutua.

El estallido de la pandemia alter¨® esa tendencia: en 2020 y 2021, los estadounidenses se precipitaron a comprar todo tipo de productos fabricados en China. Ordenadores, bienes de oficina para el teletrabajo, televisiones para el ocio, juguetes, bicicletas. En 2022, con lo peor de la enfermedad ya atr¨¢s, fueron las complicaciones y los retrasos en las cadenas de suministro globales los que mantuvieron en alza las cifras: una vez resueltos los cuellos de botella en los puertos, que impidieron reponer productos, las empresas estadounidenses se lanzaron a comprar bienes para completar sus stocks. Hasta tal punto que en 2023 estaban a¨²n suficientemente llenos y los pedidos se redujeron.

Los datos de 2023 apuntan ahora a una vuelta a la tendencia de la era Trump. Ninguno de los dos pa¨ªses ha retirado aquellos aranceles. La desconfianza entre los dos gobiernos sigue presente, pese a peque?os pasos para estabilizar la relaci¨®n. Entre ellos, la reuni¨®n cara a cara entre los respectivos presidentes, Joe Biden y Xi Jinping, en las afueras de San Francisco durante la cumbre de la APEC en noviembre del a?o pasado. Y, desde 2018, diversas compa?¨ªas han trasladado su producci¨®n desde China a otros pa¨ªses vecinos, como Vietnam, o a M¨¦xico.

En M¨¦xico se ha instalado una narrativa promisoria que circula en torno al nearshoring, aunque analistas han expresado preocupaciones sobre si el pa¨ªs tiene la infraestructura necesaria en abastecimiento de agua, suministro de electricidad y seguridad en carreteras para aprovechar esta ventana de oportunidad. Sanders opina que la percepci¨®n est¨¢ cambiando. ¡°La opini¨®n actual entre las empresas en M¨¦xico es que efectivamente pueden crecer y lo har¨¢n¡±, comparte la profesora. ¡°Hay un cambio definitivo en el sentimiento dentro de M¨¦xico en t¨¦rminos de lo que pueden y har¨¢n. Este sentimiento es un cambio significativo y el pa¨ªs est¨¢ tomando el impulso para llenar el vac¨ªo y liderar en este espacio¡±, opina Sanders.

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