M¨¦xico, el ganador de la batalla geopol¨ªtica entre China y Estados Unidos
La ca¨ªda de 20% en las importaciones chinas a EE UU es aprovechada por M¨¦xico para rebasar al gigante asi¨¢tico y convertirse en su principal socio comercial en medio de las tensiones entre Pek¨ªn y Washington
Los titulares esta semana se leyeron con cierto asombro: M¨¦xico sobrepas¨® a China como el principal exportador hacia los Estados Unidos. Seg¨²n los datos oficiales, publicados el mi¨¦rcoles, el pa¨ªs latinoamericano se convirti¨® en el m¨¢s importante socio comercial de la potencia al ser el pa¨ªs al que EE UU m¨¢s compro bienes y servicios en 2023. Las razones, sin embargo, tienen menos que ver con M¨¦xico y m¨¢s con las tensiones geopol¨ªticas del momento. EE UU quiere dejar de comprarle a China y M¨¦xico est¨¢ peleando por esa rebanada del pastel.
En 2023, las compras estadounidenses de productos chinos alcanzaron los 427.200 millones de d¨®lares, un descalabro del 20% frente a 2022. Por contra, los productos mexicanos sumaron un valor de 475.600 millones, con un aumento del 4,6% con respecto al a?o anterior. Esto fue suficiente para revertir el orden que imper¨® los ¨²ltimos 21 a?os en que China export¨® m¨¢s a EE UU que M¨¦xico.
El cambio, a su vez, es el resultado de una tendencia que se arrastra desde hace a?os, motivada por la creciente rivalidad, cada vez m¨¢s ¨¢spera, entre China y EE UU. Una rivalidad que mantiene fuertes aranceles entre ambos desde 2018 y que ha llevado a Washington a diversificar gradualmente sus fuentes de suministro, para reducir sus compras desde el gigante asi¨¢tico y aumentarlas entre pa¨ªses considerados m¨¢s afines ideol¨®gicamente. A este proceso gradual se han sumado las consecuencias log¨ªsticas de la pandemia de covid y los cuellos de botella que gener¨® en las cadenas de suministro globales.
Tambi¨¦n se redujo la proporci¨®n que representan los productos chinos del total de las importaciones estadounidenses: quedaron en un 13,9% en 2023, el nivel m¨¢s bajo desde 2004. En 2022, hab¨ªan alcanzado el 16,3%.
La tendencia podr¨ªa continuar, a¨²n m¨¢s marcada, en el futuro: la Administraci¨®n del presidente Joe Biden se plantea nuevas subidas de aranceles sobre productos chinos como los veh¨ªculos el¨¦ctricos, equipos para la obtenci¨®n de energ¨ªa solar y semiconductores menos avanzados. Se espera que la decisi¨®n definitiva se tome en alg¨²n momento a lo largo del primer semestre de este a?o.
Desde la entrada de China en la Organizaci¨®n Mundial de Comercio en 2002, EE UU hab¨ªa incrementado gradualmente sus importaciones desde el pa¨ªs asi¨¢tico, convertido muy r¨¢pidamente en aquellos a?os en la ¡°f¨¢brica del mundo¡±. La relaci¨®n era muy conveniente para ambos: los consumidores estadounidenses ve¨ªan abaratarse a ojos vista el coste de los productos que compraban, desde puertas hasta camisetas. Y las exportaciones alimentaban un crecimiento econ¨®mico prodigioso en el Imperio del Centro, que durante a?os super¨® los dos d¨ªgitos. En el a?o de mayores ventas, en 2017, los productos chinos representaban el 21,6% del total de las importaciones estadounidenses.
Pero la llegada a la Casa Blanca del presidente Donald Trump en 2017 cambi¨® las tornas. Tras un primer a?o de luna de miel entre el estadounidense y el presidente chino, Xi Jinping, que llev¨® al magnate inmobiliario a una visita a Pek¨ªn en la que se le colm¨® de agasajos -se le lleg¨® a organizar una cena en la Ciudad Prohibida, un gesto reservado a muy pocos-, en 2018 se desataba una guerra comercial entre ambos.
Cada pa¨ªs subi¨® los aranceles sobre los productos del otro. La rivalidad geopol¨ªtica y econ¨®mica se contagi¨® al sector tecnol¨®gico. Comenzaba la era del llamado ¡°desacople¡±, la separaci¨®n en lo posible de sus cadenas de suministro y, sobre todo, de sus respectivos sectores tecnol¨®gicos.
La pandemia forz¨® una pausa en esa tendencia. En 2020, cuando el mundo se encerraba contra el virus, y 2021, cuando empezaban a administrarse las primeras vacunas, los estadounidenses se precipitaron a comprar todo tipo de productos fabricados en China para acomodar un nuevo estilo de vida, incluido el teletrabajo. Ordenadores, bienes de oficina, grandes pantallas de televisi¨®n, juguetes, material de gimnasio.
En 2022, las importaciones estadounidenses desde China segu¨ªan en alza debido a los problemas en las cadenas de suministro. Una vez resueltos, se desataron los pedidos de las empresas para rellenar sus stocks.
Los datos de 2023 apuntan ahora a una vuelta a la tendencia de la era Trump. Ninguno de los dos pa¨ªses ha retirado aquellos aranceles. La desconfianza entre los dos gobiernos sigue presente, pese a peque?os pasos para estabilizar la relaci¨®n. Entre ellos, la reuni¨®n cara a cara entre los respectivos presidentes, Joe Biden y Xi Jinping, en las afueras de San Francisco durante la cumbre de la APEC en noviembre del a?o pasado. Y, desde 2018, diversas compa?¨ªas han trasladado su producci¨®n desde China a otros pa¨ªses vecinos, como Vietnam, o a M¨¦xico.
Algo que puede acarrear consecuencias indeseadas. La Reserva Federal ha planteado su preocupaci¨®n por el impacto que una reducci¨®n del comercio entre China y EE UU pueda tener en la inflaci¨®n del pa¨ªs norteamericano. Algunos analistas apuntan que el cambio a la producci¨®n dentro de EE UU, o terceros pa¨ªses, de bienes que hasta ahora se compraban baratos a China puede elevar la inflaci¨®n, al reducir la disponibilidad del mercado laboral.
A su vez, las empresas chinas contraatacan cambiando el modo en que hacen negocio con EE UU. Una parte ha optado por desplazar parte de su producci¨®n a M¨¦xico, como la compa?¨ªa Hisense, que en 2022 comenz¨® a fabricar neveras y otros electrodom¨¦sticos para el mercado norteamericano en una planta de 260 millones de d¨®lares en M¨¦xico. Una iniciativa similar a la de las automovil¨ªsticas JAC Motors y SAIC Motor, que han puesto en marcha o planean construir plantas de ensamblaje en ese pa¨ªs.
Una tendencia similar se detecta en Vietnam, seg¨²n el informe Geopol¨ªtica y la geometr¨ªa del comercio global, del McKinsey Global Institute. Diversas empresas chinas han invertido en f¨¢bricas en su pa¨ªs vecino. ¡°Para algunos observadores, el cambio de Estados Unidos hacia importaciones procedentes de Vietnam representa una redirecci¨®n del comercio desde China, con muy poco valor a?adido en Vietnam. Seg¨²n esta versi¨®n, China y Estados Unidos siguen estando interconectados, pero las cadenas de suministro se han hecho m¨¢s largas y m¨¢s opacas¡±.
M¨¦xico est¨¢ en competencia directa con Vietnam, se?ala Alberto Villarreal, director Nepanoa, despacho que facilita la expansi¨®n de empresas extranjeras en Latinoam¨¦rica con sede en Chicago. ¡°M¨¦xico no va a suplantar todas esas importaciones de China¡±, asegura, ¡°y est¨¢ compitiendo en un ¨¢mbito global por esas exportaciones con otras econom¨ªas en Asia como Vietnam, Filipinas, Singapur, que es un pa¨ªs mucho m¨¢s desarrollado, y con India¡±.
Empresarios mexicanos en las industrias de manufactura, log¨ªsticas y agricultura se han estado moviendo en coordinaci¨®n con algunos gobiernos estatales, comparte Villarreal. ¡°Est¨¢n haciendo giras comerciales, visitas a diferentes pa¨ªses con diferentes inversionistas¡±, asegura, ¡°y esas son las industrias que est¨¢n siendo punta de lanza este para la relaci¨®n Estados Unidos- M¨¦xico¡±
Pero M¨¦xico tambi¨¦n est¨¢ en competencia con el propio EE UU. Desde la Administraci¨®n de Barack Obama, la Casa Blanca se ha esforzado por regresar los trabajos de manufactura que salieron durante el bum de la globalizaci¨®n para fortalecer el empleo y depender menos de las importaciones. Los datos publicados el mi¨¦rcoles lo muestran: las importaciones sumaron 3.826 millones de d¨®lares, 142,7 millones menos que en 2022.
Las ventajas naturales de M¨¦xico son obvias, pero de momento tambi¨¦n se suma el hecho de que, en comparaci¨®n con mercados emergentes en Europa del Este, por ejemplo, o en el Medio Oriente, ofrece mucha mayor estabilidad. Aunque no est¨¢ libre de fricciones con su vecino del norte. La llegada de cientos de miles de personas indocumentadas a la frontera con EE UU, provenientes no solo de M¨¦xico sino del resto de Latinoam¨¦rica, es un punto de tensi¨®n. Tambi¨¦n lo es el tr¨¢fico del fentanilo que cruza la frontera de sur a norte y se ha convertido en un problema de salud de grandes proporciones.
¡°Este a?o electoral en ambos pa¨ªses tiene a los empresarios poniendo mucha atenci¨®n¡±, cuenta Villarreal. ¡°Vamos a escuchar mucho sobre migraci¨®n, vamos a escuchar mucho la palabra fentanilo y no hay que olvidar que el tratado de libre comercio se va a actualizar en el 2026. Los empresarios y los inversionistas ponen atenci¨®n a esto sin olvidar que los conflictos geopol¨ªticos que est¨¢n pasando este en el mundo impactan positivamente la relaci¨®n entre M¨¦xico y Estados Unidos¡±.
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