La inseguridad se perfila como la gran batalla electoral entre el oficialismo y la oposici¨®n en M¨¦xico

X¨®chitl G¨¢lvez, candidata presidencial de la coalici¨®n opositora formada por el PAN, PRI y PRD, inici¨® el pasado viernes su campa?a con un mitin en Fresnillo, Zacatecas. El acto estuvo cargado de simbolismo, pues Fresnillo es la ciudad m¨¢s insegura de M¨¦xico, seg¨²n un estudio del INEGI, y el Estado de Zacatecas es gobernado por Morena, el partido oficialista. All¨ª, G¨¢lvez dijo que uno de sus prop¨®sitos de gobierno es construir ¡°una prisi¨®n de muy alta seguridad y con tecnolog¨ªa de punta para que los delincuentes tengan miedo de caer ah¨ª¡±. Los medios comenzaron a hablar de una ¡°megac¨¢rcel¡±, y los analistas la compararon con la prisi¨®n contra el terrorismo construida por el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, el temible Cecot. La abanderada del oficialismo, Claudia Sheinbaum, respondi¨® con una visita a Guanajuato, Estado gobernado hist¨®ricamente por el PAN y uno con los mayores registros de asesinatos. All¨ª Sheinbaum critic¨® la propuesta de la prisi¨®n de G¨¢lvez: ¡°Plantean megac¨¢rceles para los j¨®venes; nosotros planteamos universidades y educaci¨®n p¨²blica, atenci¨®n a las causas¡±, dijo.

La inseguridad se ha vuelto el primer gran tema de la campa?a presidencial, uno de cuyas causas nadie parece hacerse cargo. Es culpa del gobierno que est¨¢ por concluir, el de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, dicen desde la oposici¨®n. Es culpa de los gobiernos de m¨¢s atr¨¢s, los del PRI y el PAN, alegan desde el oficialismo. El presidente de M¨¦xico entr¨® este mi¨¦rcoles de lleno a la campa?a, pese a las restricciones impuestas por las autoridades electorales, y critic¨® que la inseguridad se haya convertido en bandera electoral. ¡°Es evidente que est¨¢n utilizando lo de la violencia, magnificando, haciendo m¨¢s grande lo que sucede, con prop¨®sitos pol¨ªticos o politiqueros, por esta temporada, por la campa?a¡±, dijo en su conferencia diaria.

Mientras L¨®pez Obrador acusaba la ¡°politiquer¨ªa¡± de la inseguridad desde Palacio Nacional, afuera de la residencia oficial un grupo de normalistas de Ayotzinapa preparaba una espectacular manifestaci¨®n contra su Gobierno, en protesta por las trabas en la investigaci¨®n sobre la desaparici¨®n de 43 estudiantes hace ya casi 10 a?os. Las familias de los desaparecidos han criticado la negativa del Ej¨¦rcito a abrir cientos de expedientes de Inteligencia, cruciales para conocer la verdad sobre el caso. Los reclamos son un cuestionamiento directo al discurso de apertura del presidente, y una representaci¨®n pr¨¢ctica de la herida abierta que supone el alto n¨²mero de asesinatos y desapariciones en M¨¦xico. El promedio diario al cierre del a?o pasado fue de m¨¢s de 80 homicidios al d¨ªa, una leve bajada. A pesar de todo, este sexenio concluir¨¢ como el m¨¢s violento de la historia reciente del pa¨ªs.

Sheinbaum, enfilada a suceder a L¨®pez Obrador, declar¨® horas despu¨¦s: ¡°Lo que ocurri¨® hoy no me parece que sea correcto [...] Palacio Nacional ha abierto las puertas, en particular para los padres y madres de Ayotzinapa; el presidente de la Rep¨²blica los ha recibido en diversas ocasiones¡±. La candidata presidencial sugiri¨® que se trat¨® de una provocaci¨®n que hubiese podido culminar en una confrontaci¨®n.

Los familiares de las v¨ªctimas han instalado un plant¨®n en el Z¨®calo capitalino, a unos pasos de Palacio Nacional, exigiendo un di¨¢logo personal con L¨®pez Obrador, sin intermediarios. Ni siquiera esa demanda fue atendida por el Gobierno. El plant¨®n se mantuvo en la principal plaza de M¨¦xico incluso en el acto de inicio de campa?a de Sheinbaum, confrontando el ¨¢nimo celebratorio del oficialismo. Los normalistas llegaron a un l¨ªmite, y este mi¨¦rcoles, en la protesta afuera de Palacio, tomaron un veh¨ªculo oficial y lo usaron para derribar una puerta del recinto oficial. Intentaron cruzar, pero fueron frenados con gas lacrim¨®geno y escudos. La politiquer¨ªa devino pol¨ªtica.

El mayor temor de los mexicanos

Que la inseguridad se haya vuelto el primer asunto de la gresca electoral tiene mucho de condensaci¨®n de la realidad. La ¨²ltima encuesta de Enkoll para EL PA?S mostr¨® que el 53% de los votantes mexicanos considera que la inseguridad es el principal problema del pa¨ªs, esto es, el m¨¢s grande pendiente, el tema que con m¨¢s urgencia deben atender las aspirantes presidenciales. Para los votantes, luego est¨¢ el problema de la corrupci¨®n (lo mencion¨® el 32%) y despu¨¦s la econom¨ªa (15%). Todos ellos asuntos acuciantes, alguno m¨¢s abstracto que otro, pero los ciudadanos han dejado claro que vivir en paz; que tener la certeza de poder caminar sus calles, de que van a llegar sanos y salvos adonde vayan, de que sus seres queridos estar¨¢n bien; de que lo que tanto les cost¨® lo van a seguir teniendo, es lo m¨¢s importante en la democracia mexicana.

El problema es tal, y las candidatas as¨ª lo entienden, que han iniciado la batalla por la presidencia con la oferta de los remedios. Al calor del debate, ante la urgencia y el tama?o del monstruo, algunas propuestas han rayado en la espectacularidad. G¨¢lvez ha sido duramente cuestionada por la idea de la gran prisi¨®n, y ya ha tenido que aclarar que ella no piensa en las redadas masivas contra presuntos delincuentes, a diferencia de lo que ha hecho Bukele en El Salvador contra las maras, en una pol¨ªtica de mano dura que ha llenado en pocos meses las c¨¢rceles con miles de personas, muchas de ellos inocentes. ¡°Vamos a construir una c¨¢rcel especial para los peores criminales. Ya basta de que las c¨¢rceles sean el lugar donde se extorsiona, donde se tienen privilegios, donde los delincuentes no tienen miedo de llegar, porque viven casi igual como si estuvieran en la calle¡±, ha dicho. Y ha precisado: ¡°No estamos hablando de mandar j¨®venes que encontremos pintando bardas¡±, sino a ¡°aquellos criminales como el que viol¨® y asesin¨® a una ni?a¡±.

G¨¢lvez ha insistido en que pondr¨¢ fin a la pol¨ªtica de L¨®pez Obrador consistente en que la Guardia Nacional y el Ej¨¦rcito se limiten en lo posible al patrullaje de las calles y eviten los enfrentamientos con la delincuencia ¡ªresumida en el eslogan ¡°abrazos, no balazos¡±¡ª, lo que, sin embargo, no ha evitado las masacres. ¡°Ni siquiera hay que mandar al Ej¨¦rcito a enfrentarse a balazos con los delincuentes, hay que aplicar la ley y eso no significa agarrarlos a balazos, no significa matarlos. No s¨¦ por qu¨¦ piensan que aplicar la ley significa un exterminio¡±, ha afirmado la candidata opositora. G¨¢lvez, no obstante, se ha visto obligada a desmarcarse del expresidente Felipe Calder¨®n, del PAN, y su estrategia de confrontaci¨®n directa a los c¨¢rteles de la droga, ra¨ªz de la llamada guerra contra el narco, a la que se deben las cifras desbordadas de muertes violentas y desapariciones (estas ¨²ltimas se situaban en las 113.000 hasta diciembre pasado).

¡°F¨ªjense ustedes la diferencia entre la estrategia. En un caso se plantea la guerra contra el narco; nosotros planteamos, no la guerra, sino la construcci¨®n de la paz¡±, ha contrastado Sheinbaum, que ha seguido la l¨ªnea de L¨®pez Obrador de atribuir el problema de la violencia a las causas sociales, al modelo neoliberal, al quebranto del tejido social. La candidata ha propuesto reforzar los programas sociales para j¨®venes, la apertura de m¨¢s universidades y la creaci¨®n de m¨¢s fuentes de empleo. Tambi¨¦n ha planteado dar a la Guardia Nacional facultades de investigaci¨®n propias, y que se coordine con las fiscal¨ªas y las Polic¨ªas de los Estados. Los cuerpos locales, a su vez, aumentar¨ªan su n¨²mero de efectivos, su armamento y sus capacidades de reacci¨®n, seg¨²n su plan. La estrategia pasa por la reforma al Poder Judicial, a fin de que haya m¨¢s controles sobre la actuaci¨®n de los jueces. Sheinbaum hab¨ªa sido reservada en cuanto al plan de L¨®pez Obrador de que la Guardia Nacional ¡ªuna instituci¨®n civil¡ª est¨¦ en manos del Ej¨¦rcito. Hasta este lunes, en que, en una conferencia de prensa, la candidata dijo que buscar¨¢ la consolidaci¨®n de ese cuerpo de seguridad bajo el control de la Secretar¨ªa de la Defensa.

La abanderada opositora ha ofrecido enviar a sus cuarteles a los militares, de forma paulatina, con miras a convertir a la Guardia Nacional en una corporaci¨®n completamente civil, y quitar a las Fuerzas Armadas las facultades de administraci¨®n de empresas y proyectos que les dio el Gobierno de L¨®pez Obrador. Ha propuesto tambi¨¦n abrir una Universidad Nacional para la Seguridad, a fin de formar elementos certificados, y crear en cada Estado un equipo de reacci¨®n inmediata para actuar en contra de los c¨¢rteles. La danza de propuestas y promesas de campa?a ha comenzado, como cada a?o electoral. Las dos candidatas punteras intentan hacer la diferencia en el tema m¨¢s preocupante para los mexicanos. Las recetas probadas hasta ahora no han logrado sacar al pa¨ªs de la cruenta etapa de la guerra, a casi dos d¨¦cadas de su inicio.

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