A un a?o de la hist¨®rica marcha feminista
El 'glitter', el humo rosa y las pancartas que vimos tras el caso de la menor de edad que denunci¨® a cuatro polic¨ªas por violaci¨®n no solo quedaron en las calles, sino que han ganado fuerza
La frase al centro de este sexenio es M¨¦xico feminicida. Esta frase se grafite¨® en letras may¨²sculas, negras como el luto, en el m¨¢rmol blanco, al centro en la columna de la Victoria Alada, el d¨ªa de la hist¨®rica marcha feminista del 16 de agosto de 2019. Cuando se pint¨® esta frase, hab¨ªa 10 feminicidios al d¨ªa. A un a?o de la marcha, la violencia de g¨¦nero ha aumentado, particularmente en la pandemia, y los feminicidios aumentaron a 11 diarios. Esta frase est¨¢ rodeada de otras frases, consignas, palabras, signos y nombres que fueron pintados en distintos colores, cada uno con un significado y una historia pol¨ªtica detr¨¢s. El rosa, el color del glitter que una joven avent¨® a la cara del jefe de la polic¨ªa unos d¨ªas antes, en la primera marcha del 12 de agosto de 2019, que fue el s¨ªmbolo de resistencia ante la autoridad que no respond¨ªa por la violaci¨®n de una menor de edad por parte de cuatro polic¨ªas. El verde, el color transnacional de los paliacates de la marea verde y de la lucha en Latinoam¨¦rica a favor de los derechos de las mujeres a decidir sobre nuestros cuerpos. El rojo, el color de la sangre de los feminicidios impunes. Otras frases y palabras alrededor quedaron escritas en la columna de la Victoria Alada, como: ¡°Amigas, se va a caer¡±, ¡°La patria mata¡±, ¡°La polic¨ªa nos viola¡±, ¡°Violic¨ªa¡±, ¡°Queremos justicia, no venganza¡±, ¡°Nunca m¨¢s tendr¨¢n la comodidad de nuestro silencio¡±.
La marcha, que surgi¨® en protesta al caso de la menor de edad que denunci¨® a cuatro polic¨ªas que la violaron en la Alcald¨ªa de Azcapotzalco, trajo otras pintas, algunos vidrios rotos en una estaci¨®n de metrob¨²s y el incendio en una estaci¨®n de polic¨ªa. La primera marcha, del 12 de agosto, convoc¨® a 300 mujeres aproximadamente. La segunda marcha, del 16 de agosto, como ola que avanza y crece con los d¨ªas, convoc¨® alrededor de 3.000 mujeres. Unas horas despu¨¦s de las pintas en la Victoria Alada, las autoridades solicitaron a un equipo de restauradoras que las borraran. Mientras tanto, en algunos medios y en redes sociales se condenaron ¡°los destrozos¡± en la estaci¨®n de metrob¨²s, la estaci¨®n de polic¨ªa y las pintas en la Victoria Alada ¨Cs¨ªmbolo de la independencia y de la libertad¨C, pero ?c¨®mo lleg¨® a ser m¨¢s importante el monumento a la libertad que la libertad misma y los vidrios m¨¢s fr¨¢giles que las vidas? No lo sabemos, pero las restauradoras, en respuesta a la petici¨®n de las autoridades a borrar las pintas, formaron una colectiva a la que llamaron Restauradoras con glitter, y desde las distintas disciplinas que se dedican a la restauraci¨®n y conservaci¨®n del patrimonio, publicaron un texto que hicieron llegar a la jefa de Gobierno y al presidente en el que se compromet¨ªan a borrar las pintas hasta que fueran atendidos los reclamos expresados en columna de la Victoria Alada.
Esta marcha marc¨® un antes y despu¨¦s en la historia de este pa¨ªs, como tambi¨¦n marc¨® un antes y despu¨¦s en muchas de nosotras. Ciertamente fue un parteaguas en el feminismo en M¨¦xico. La pinta M¨¦xico feminicida en la columna de la Victoria Alada era el nuevo centro de la bandera, la feminista. El himno nacional se resignific¨® en las calles al cambiar la letra a una m¨¢s presente, urgente: ¡°Mexicanas al grito de glitter¡±. Esta marcha llev¨® lo privado a lo p¨²blico y con palabras resignific¨® varios s¨ªmbolos patrios y patriarcales, entre ellos el monumento a la libertad. Me acuerdo hoy con gusto de que d¨ªas despu¨¦s de la marcha me segu¨ªa saliendo glitter rosa del pelo y me acuerdo de la emoci¨®n y fuerza de estar all¨ª, por primera vez, rodeada de tantas mujeres, todas mirando hacia el mismo lugar, las mismas palabras, y d¨¢ndoles volumen, potencia. Me acuerdo del humo rosa, de las risas, de los abrazos, de la solidaridad y la sororidad. De las pancartas. Fue una experiencia hermosa, poderosa e importante. Que quiz¨¢s sirvi¨® de impulso a otras acciones, como el paro en la UNAM convocado por primera vez por j¨®venes estudiantes mujeres que exig¨ªan terminar con la violencia sexual en su espacio de estudios. Ciertamente tambi¨¦n fue fuerza e impulso de otras marchas, como las de Ecatepec y Nezahualc¨®yotl, en el Estado de M¨¦xico, y tambi¨¦n fue impulso del performance colectivo ¡°Un violador en tu camino¡±, que se llev¨® a cabo en el Z¨®calo, adem¨¢s de la in¨¦dita cantidad de mujeres reunidas en la marcha del 8M de este a?o y el tambi¨¦n in¨¦dito paro laboral del 9M, pocos d¨ªas antes que empezara la cuarentena.
Este a?o, debido a la contingencia sanitaria, se convoc¨® a manifestarnos desde los espacios virtuales, y ese mismo d¨ªa, se reunieron algunas mujeres frente a la Victoria Alada a cantar Las ma?anitas y celebrar un a?o de la marcha. Pero, a un a?o, cabe recordar que esa fuerza no queda ¨²nicamente en las calles. En agosto de 2019, luego de la marcha, mujeres de diversos colectivos feministas se reunieron con Claudia Sheinbaum para pedir, entre otras cosas, que se generaran informes mensuales para saber con claridad cu¨¢ntos casos hay de abusos por parte de la polic¨ªa. Gracias a esta petici¨®n, al d¨ªa de hoy hicieron p¨²blicas 252 carpetas de abusos de la polic¨ªa en contra de las mujeres, en su mayor¨ªa abusos sexuales, seguido por acosos y violaciones. En estas carpetas, se encuentra que hay v¨ªctimas en todo el espectro de edades, desde la infancia hasta la vejez. Tambi¨¦n vemos que en la mayor¨ªa de los casos los polic¨ªas no act¨²an solos sino en pares, en peque?os grupos de tres y cuatro, hasta en grupos de siete y, sobre todo, esto: los delitos sexuales ocurrieron todos los d¨ªas de la semana, las 24 horas del d¨ªa, en las 16 alcald¨ªas de la CDMX. En otras palabras, no hay ninguna colonia, ning¨²n d¨ªa, ninguna hora que proteja a las mujeres de cualquier edad de las violencias de los elementos de la polic¨ªa, ?y si no nos cuida la polic¨ªa entonces qui¨¦n? Me cuidan mis amigas, se coreaba en aquella marcha, y resuena hoy. En un comunicado feminista, se hace este recuento: ¡°Somos nosotras quienes decimos que en la Ciudad de M¨¦xico no solo ocurri¨® un caso, el de Azcapotzalco, sino que son, al menos, 252¡±. Y piden a las autoridades no revictimizar desde las instituciones, contribuir a la prevenci¨®n de nuevos casos, dejar de ser c¨®mplices de acosadores y violadores, que se junten fiscal¨ªas y procuradur¨ªas con organizaciones y colectivas feministas m¨¢s seguido y que los partidos pol¨ªticos y hombres en posiciones de poder dejen de usar el movimiento feminista para fines pol¨ªtico-electorales.
En los ¨²ltimos a?os se han articulado los movimientos feministas en distintas partes del continente, en M¨¦xico la marcha del 16 de agosto de 2019 fue un antes y despu¨¦s, y el glitter, el humo rosa y las pancartas que vimos, no solo quedaron en las calles, sino que han ganado fuerza este a?o en asambleas, reuniones, chats, amistades nuevas, redes de apoyo en el trabajo, en lo afectivo, para recordarnos que las pintas no se han borrado, que en este pa¨ªs se ejerce violencia en contra de las mujeres a todos los niveles, y que estas redes entre mujeres son tambi¨¦n un acto de resistencia, y tambi¨¦n para recordarnos con todas sus palabras y colores que ning¨²n monumento es m¨¢s importante que la vida y los derechos de las mujeres.
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