Feminicidios en tiempos de L¨®pez Obrador

Hace unos d¨ªas el presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador dijo que los feminicidios antes no se consideraban feminicidios porque eran homicidios: ¡°Esta clasificaci¨®n comienza pr¨¢cticamente con nosotros, por eso tambi¨¦n el aumento de feminicidios, entre otras cosas, porque antes asesinaban a las mujeres y no se consideraba feminicidio: eran homicidios¡±. Y circul¨® un video de Marx Arriaga, director de Materiales Educativos de la Secretar¨ªa de Educaci¨®n P¨²blica, un a?o despu¨¦s de que pronunciara un discurso en Hidalgo a¨²n como director general de Bibliotecas en el que se dirige a las mujeres, de una forma que no sabemos si re¨ªr, llorar, si es que entran las risas grabadas o qu¨¦ cuando dice que si buscamos emanciparnos de nuestros opresores, no esperemos que nuestra libertad llegue como un regalo, pues para eso, dice, est¨¢n los libros. Parecer¨¢n notas de hace d¨ªas, ruido de la semana pasada, tal vez como la salsa de H¨¦ctor Lavoe en Peri¨®dico de ayer: ¡°Sensacional cuando sali¨® en la madrugada/ A medio d¨ªa ya noticia confirmada/ Y en la tarde materia olvidada¡±, pero no. Ambas dieron vueltas, su vigencia es importante y ambos discursos son muy reveladores del problema hoy. Parecer¨¢n dos puntos inconexos, pero no lo son. La l¨ªnea que los une tiene mucho que decirnos y tiene que ver con la participaci¨®n del Estado en el problema de los feminicidios y la violencia en contra de las mujeres.

El t¨¦rmino feminicidio no surgi¨® con la 4T, pero los feminicidios s¨ª han aumentado en los ¨²ltimos tres a?os. Para comprender por qu¨¦ han aumentado, y m¨¢s importante, para poder hacer algo al respecto importa hacer un breve recorrido en la historia del t¨¦rmino para ver c¨®mo el total desconocimiento del t¨¦rmino jur¨ªdico y su historia forman parte del problema. En 1976, tres feministas anarquistas definieron el concepto en el ¡°Primer Tribunal Internacional de Delitos Contra las Mujeres¡± en B¨¦lgica. Diana Russell propuso un conversatorio sobre femicide (o ¡°femicidio¡±). Pero como la naturaleza misma del movimiento feminista ¡ªcompuesto por varios feminismos¡ª las luchas, as¨ª como la definici¨®n de los t¨¦rminos, son tambi¨¦n una historia colectiva, pues no hay ninguna lucha que haya sido ganada una mujer sola, es siempre, y necesariamente, una pol¨ªtica colectiva.

En aquel conversatorio acad¨¦mico hablaron tanto de casos en la ficci¨®n como algunos tomados en la realidad en Estados Unidos. M¨¢s adelante, en 1992, Diana Russell public¨® Femicide: The Politics of Women Killing donde determina que el ¡°femicidio¡± es el asesinato mis¨®gino de mujeres cometido por hombres y es una forma de violencia sexual. Entre 1993 y 2006 fueron asesinadas de diversas formas violentas m¨¢s de 400 mujeres y ni?as en Ciudad Ju¨¢rez (entonces surgieron los lemas ¡°ni una m¨¢s¡±, ¡°ni una muerta m¨¢s¡±). Ante los cr¨ªmenes entonces inexplicables, el trabajo del escritor y periodista Sergio Gonz¨¢lez Rodr¨ªguez, desde la cr¨®nica period¨ªstica, tuvo un papel importante y el de la doctora Marcela Lagarde, antrop¨®loga e investigadora, fue esencial tanto en nombrarlo como en tipificarlo ante la ley.

En su trabajo de campo, Lagarde encontr¨® que no todos los asesinatos eran id¨¦nticos y que no era un problema exclusivo de Ciudad Ju¨¢rez, los casos se conectaban con otros asesinatos en otros municipios: era un problema m¨¢s grande. Por ese tiempo ley¨® el libro de Russell y propuso adaptar el t¨¦rmino al contexto mexicano, que no era el mismo para Estados Unidos o para otras partes del mundo, adem¨¢s de que el anarquismo de Russell exclu¨ªa por completo al Estado como parte del problema. En M¨¦xico, la particularidad central incluye al Estado como parte de los cr¨ªmenes de odio: un Estado que no garantiza los derechos humanos a la vida de las mujeres ni una vida libre de violencia feminicida. En palabras de la doctora Lagarde: ¡°Siempre muy amablemente me presentan como quien acu?¨® la palabra feminicidio. Y s¨ª, es cierto, vengo aqu¨ª a decirlo. Pero esa palabra es la transformaci¨®n de otra palabra que fue la que a m¨ª me sirvi¨® de clave para entrarle al feminicidio y esa palabra es femicide, as¨ª, m¨¢s chiquita, y esa palabra es de Russell y las colegas que est¨¢n compiladas en dos obras que produjimos en la C¨¢mara de Diputados, aliados con la UNAM, para traer a M¨¦xico el debate sobre el feminicidio¡±. Y as¨ª de la esfera acad¨¦mica, pas¨® a la esfera jur¨ªdica gracias al t¨¦rmino que se enmarc¨® en el contexto mexicano y que en colectiva se impuls¨® para que en 2012 M¨¦xico fuera el primer pa¨ªs en el mundo en el que se tipific¨® el feminicidio. ¡°Yo le aument¨¦ cosas y por eso le aument¨¦ una s¨ªlaba¡±, concluye Lagarde.

Uno de los parteaguas este sexenio fue la marcha del 16 de agosto de 2019 que nombr¨® al centro de la Victoria Alada en Reforma el problema con la pinta negra ¡°M¨¦xico feminicida¡±, pues se?al¨® a la mirada p¨²blica este problema central, urgente, tambi¨¦n una de las tres pintas luminosas que se proyectaron sobre Palacio Nacional la noche de este 7 de marzo. ?Por qu¨¦ ser¨ªa importante que AMLO conozca la historia del t¨¦rmino y sus precisiones jur¨ªdicas? No por una precisi¨®n ling¨¹¨ªstica ni por conocimiento de inter¨¦s ¨²nicamente epistemol¨®gico: comprenderlo a fondo es tener una visi¨®n del problema. Es lo que permite tomar acciones en las pol¨ªticas p¨²blicas para que se erradiquen (no que disminuyan, no, que paren por completo) no solo los feminicidios, sino la violencia en contra de las mujeres. Para cambiar la estructura de desigualdad que permite que los hombres cometan estos cr¨ªmenes de odio. Detener no solo los cr¨ªmenes de odio, sino tambi¨¦n sus causas.

De ah¨ª la gravedad de un discurso mis¨®gino como el de Marx Arriaga, pues tanto la red de bibliotecas como el contenido educativo deber¨ªan estar articulados para terminar con la violencia de g¨¦nero, no fomentarla. El discurso de Arriaga es igual de transparente que el de L¨®pez Obrador: desde el Estado hacen visible la desigualdad que permite los diferentes niveles de violencia contra las mujeres. El presidente no se da cuenta, Arriaga tampoco se da cuenta de que discursos como estos forman parte del problema desde el Estado. Entonces no estamos avanzando hacia la paz y tranquilidad como dice L¨®pez Obrador, tampoco hacia la libertad y la emancipaci¨®n de nuestros opresores como dice Arriaga. ?Por qu¨¦ L¨®pez Obrador no invita a di¨¢logo a la doctora Marcela Lagarde? ?Por qu¨¦ Arriaga no lee alguna de sus investigaciones o de algunas otras especialistas? ?Ser¨¢ que no les importa y eso se transparenta en sus discursos p¨²blicos? Es un problema de Estado, no es un problema de las mujeres. Tampoco es la exigencia de unas cuantas activistas. Es un problema social, es un problema que nos ocupa a todas y a todos.

Nicole, de siete a?os, v¨ªctima de feminicidio, desapareci¨® mientras jugaba afuera del fraccionamiento en el que viv¨ªa en Hidalgo. Wendy, de 16, v¨ªctima de feminicidio, fue encontrada en un canal de aguas negras y sus amigas se reunieron para cargar su ata¨²d blanco en el Estado de M¨¦xico. Maricela, de 16 a?os, de origen otom¨ª, v¨ªctima de feminicidio, fue encontrada con agresiones brutales en el rostro en la Ciudad de M¨¦xico. Ana Lilia, de 16 a?os, v¨ªctima de feminicidio, fue encontrada estrangulada dentro de una cisterna en Morelos. Karla, de 29 a?os, v¨ªctima de feminicidio, mam¨¢ de un hijo, fue encontrada con lo pechos cercenados y su taxi flotando en el mar en Holbox. Ivonne, de 40 a?os, v¨ªctima de feminicidio, ten¨ªa un hijo de 10 a?os, buscaba la presidencia municipal y fue asesinada a balazos cuando iba camino a una reuni¨®n en Oaxaca. Estela, de 42 a?os, de origen mixteco y campesino, v¨ªctima de feminicidio, se dirig¨ªa a trabajar su cultivo, le quemaron una parte del cuerpo y la encontraron con sus perros cuidando su cuerpo, en Oaxaca. Liliana Cristina, de 46 a?os, v¨ªctima de feminicidio, fue asesinada a golpes por su expareja en Veracruz, a quien ella ya hab¨ªa denunciado. Carmen, de 80 a?os, v¨ªctima de feminicidio, muri¨® en el hospital por causa de los golpes y las agresiones sexuales ocurridas en su casa en Veracruz. No hay edad ni lugar de resguardo. Algunos casos llegan a la luz p¨²blica, como estos ocurridos en fechas recientes, pero la gran mayor¨ªa no nos llegan. Si el Estado es parte del problema, debe ser parte de la soluci¨®n a los feminicidios en tiempos de L¨®pez Obrador.