Apedrear al ¨¢rbitro
Los diputados del movimiento encabezado por Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador quieren apedrear al Instituto Nacional Electoral, el sistema construido por los mexicanos en tres d¨¦cadas
El INE tiene muchos padres, pero no ser¨¢ la primera vez que un progenitor reniegue de su criatura.
Los diputados del movimiento encabezado por Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador quieren apedrear al Instituto Nacional Electoral. Tambi¨¦n a algunos de sus consejeros ¡ªen particular a Lorenzo C¨®rdova, consejero presidente¡ª, pero la lapidaci¨®n es contra todo el sistema electoral construido por los mexicanos en tres d¨¦cadas, edificaci¨®n que se benefici¨®, no pocas veces, de las demandas de quienes hoy buscan su demolici¨®n.
La comparecencia de Lorenzo C¨®rdova el viernes en la C¨¢mara de Diputados fue el debut de un concierto que har¨¢ temporada y cuya partitura tiene solo dos movimientos.
El primer movimiento es ruidoso, repetitivo, mas pegajoso a pesar de su falta de elaboraci¨®n. C¨®rdova es la cabeza, dice esa tonada, de un ¨®rgano del pasado que defiende sus privilegios, sus estratosf¨¦ricos sueldos, el derroche en el presupuesto, en contra de la austeridad pretendida por el r¨¦gimen. ¡°INE rico con pueblo pobre¡±, resum¨ªa perfectamente una pancarta exhibida en la comparecencia de San L¨¢zaro.
El segundo movimiento es m¨¢s descarado. Es con adjetivos, amenazas veladas, descortes¨ªas. Es personal. No nos gusta el INE porque no nos gustas t¨² porque no nos gusta que le lleven la contraria al compa?ero presidente de la Rep¨²blica. No nos gusta ni tu autonom¨ªa ni que te creas y uses tu atribuci¨®n fiscalizadora. En el pa¨ªs del nuevamente brioso ¡°s¨ª se?or¡±, por qu¨¦ este igualado y algunos de sus secuaces se atreven a pronunciar la simple palabra ¡°no¡±. No pasa una candidatura sin cumplir la ley, no vamos a hacer como que Morena cumpli¨® su promesa de regresar presupuesto para usarlo en la pandemia, si al final se lo agandall¨®.
La partitura fue ejecutada con disciplina por los legisladores del presidente en el concierto inaugural de este viernes. La interpretaron con una enjundia propia de mejores causas. Subieron a la tribuna no para que los viera M¨¦xico, sino para que el palco presidencial los aplaudiera. Porque no son los representantes del pueblo, son los representantes de quien dice representar al pueblo, que no a todos los mexicanos.
Fue una comparecencia hist¨®rica. Por primera vez el titular del INE (antes IFE) era reclamado por la soberan¨ªa a rendir cuentas de su presupuesto, o al menos eso dec¨ªa el programa de lo que ser¨ªan casi seis horas de debate (es un decir).
Que venga el desgraciado a decirnos por qu¨¦ gasta tanto, reclaman los que hacen el presupuesto. Si el INE gastar¨¢ mucho en 2022, si gasta mucho en general, es para empezar porque estos y otros diputados as¨ª lo deciden en lo coyuntural, a?o con a?o, y en lo estructural: porque la democracia mexicana es cara.
Cara e incluso muy cara en dos sentidos. Con todos sus defectos, es lo m¨¢s querido de los mexicanos. Es una de las cosas en que la desigual y enfrentada sociedad mexicana a¨²n est¨¢ de acuerdo: las elecciones que tenemos gozan de cabal salud y buena imagen. Pero cuestan mucho dinero. ?Demasiado? Seg¨²n qu¨¦ se tome en cuenta.
Sin entrar en detalles, el INE cuesta mucho, pero en su panza hay cientos de millones de pesos que no son suyos: pertenecen a los partidos pol¨ªticos, sus principales cr¨ªticos, o son para las iniciativas ¡ªbuenas o malas¡ª de los partidos pol¨ªticos.
Si el INE solo arbitrara elecciones ¡ªcon credencializaci¨®n de votantes incluida¡ª nom¨¢s requerir¨ªa de 20 centavos de cada peso que ha solicitado para el 2022, explic¨® ayer C¨®rdova. Los otros 80 centavos se gastar¨¢n el a?o que entra en la revocaci¨®n de mandato propuesta por el presidente de la Rep¨²blica, y en presupuesto que ha de entregar a los partidos, para la operaci¨®n de estos y para las seis gubernaturas que se disputar¨¢n.
El argumento del despilfarro presupuestal del INE pasa por alto, acomodaticiamente, que incluso si se diera por bueno que ese instituto cuesta mucho, este aparato fue construido desde la desconfianza en las elecciones heredada de los tiempos del partidazo. Pagamos mucho porque los partidos y los gobiernos siempre hacen trampa. Siempre. Todos.
Discutir el costo de la democracia mexicana tendr¨¢ los peores aliados en los partidos. Son juez y parte. Culpan al ¨¢rbitro de sus desdichas, pero si algo hay que temer de la iniciativa de reforma electoral que el r¨¦gimen ha anunciado, es que en este tema la oposici¨®n y el oficialismo tienen los mismos incentivos: quitarse controles, aumentar sus beneficios. Es el pacto de caballeros de los se?ores de pantal¨®n largo (al fin que ya vimos que a la oposici¨®n le gusta retratarse en c¨®nclaves donde solo hay hombres).
Y al igual que el viernes, en fechas pr¨®ximas nos repetir¨¢n que el problema es que el INE resisti¨® la ordenanza presidencial de bajar los sueldos a la alta burocracia. Los consejeros electorales decidieron que defender su autonom¨ªa pasaba por no permitir que el Ejecutivo decidiera cosas internas del ¨®rgano electoral, y el choque fue inmediato. El viernes acusaron a C¨®rdova de ganar m¨¢s del triple que el presidente. Es falso, pero no inocuo.
De cualquier manera, los sueldos de los consejeros s¨ª son superiores a los del jefe del Estado. Con ese caballo de Troya Morena, PVEM y el PT querr¨¢n destripar la autoridad de los encargados del INE. ?No habr¨ªa convenido bajarse el sueldo para no dar esa coartada a los destripadores?
Porque en ese sofisma se funden los dos movimientos de la partitura: el INE es caro porque estos consejeros abusan, pongamos a unos que s¨ª acompa?en nuestro austero canto. El juego ser¨ªa mejor si el ¨¢rbitro no cobrara tanto. B¨¢jese el sueldo, o renuncie. La porra te saluda, Lorenzo.
La comparecencia es accidentalmente reveladora. Los que tienen mayor¨ªa de gubernaturas y viento en popa rumbo a las que estar¨¢n en disputa en 2022, mayor¨ªas legislativas locales y federales y, por supuesto, la silla presidencial, se comportan en el Congreso como si no fueran gobierno. Se privan y enervan de impotencia.
Las expresiones destempladas que profieren contra C¨®rdova, y el INE, muestran cu¨¢nto temen a alguien no sometido a pesar de meses de embates. Si el funcionario los toca, hacen corto circuito, literalmente.
Adem¨¢s, el belicoso proceder de los legisladores oficialistas servir¨¢ en el futuro pr¨®ximo para medirlos por contraste. Si tanto les duele que alguien gane m¨¢s que el presidente, ?llamar¨¢n al Secretario de la Defensa a que explique por qu¨¦ hay medio millar de generales que no acatan el decreto del comandante supremo y cobrar¨¢n en 2022 m¨¢s que ¨¦ste?
La democracia mexicana es cara pero tambi¨¦n produce sesiones como las del viernes, donde los poderosos no se gobiernan frente a alguien que no les muestra humillante sometimiento.
No fue una mala tarde en San L¨¢zaro. Si democracia es que todo se ventile, gracias a la ruidosa sesi¨®n legislativa la gente podr¨¢ ver los argumentos de las partes y sacar sus conclusiones.
El veto presidencial a C¨®rdova y al consejero Ciro Murayama es sabido desde hace meses. Mas ellos no son el INE. Ni siquiera lo crearon o cosa por el estilo. El INE son las mexicanas y los mexicanos. Pero Morena no est¨¢ listo para esa conversaci¨®n.
Los padres del INE son las generaciones de mexicanas y mexicanos que luego de luchas de demasiados a?os pudieron arrebatar al gobierno la organizaci¨®n de las elecciones. Cost¨® muertos, heridos, desvelos, marchas, huelgas de hambre, plantones, caravanas y mucha, mucha pol¨ªtica y harta negociaci¨®n.
M¨¦xico debe a la izquierda hist¨®rica mucho de lo que se avanz¨® para que las elecciones fueran confiables, para que dejaran de ser el dolor de cabeza de nuestra democracia. Para que nunca m¨¢s un Bartlett tumbara el sistema.
Hoy algunos de los protagonistas de ese cambio, y sobre todo sus herederos, reniegan de su obra. Y para dinamitarla usar¨¢n el fuego de que es demasiado cara, invitaran a que todos arrojemos piedras contra el ¨¢rbitro. ?Qu¨¦ puede salir mal al respecto en el pa¨ªs en que a pesar de las sanciones la tribuna no cesa el grito homof¨®bico?
Antes de que los oficialistas azucen m¨¢s a las porras con la diatriba de lo injustamente cara que resulta la democracia y sus ¨¢rbitros, cabr¨ªa recordar que las quejas de lo que cuesta un buen m¨¦dico no se comparan con los costos que se pagan por una mala pr¨¢ctica.
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