¡®Original¡¯, movimiento cultural nacional al servicio de los artistas y sus comunidades
Un plagio no es un homenaje. Un robo no es una inspiraci¨®n. Los piratas modernos toman lo que les gusta y lo etiquetan como cualquier tipo de mercanc¨ªa
Desde el Complejo Cultural Los Pinos, residencia oficial del pueblo de M¨¦xico, se vive un momento hist¨®rico. Lo ¨²nico que podr¨ªa devolver la dignidad a este lugar que fund¨® L¨¢zaro C¨¢rdenas con sentido democr¨¢tico es la grandeza de las culturas de M¨¦xico: y esa grandeza la representa cada uno de los creadores que se re¨²nen del 18 al 21 de noviembre en Original, el encuentro nacional de arte textil.
Quienes antes vivieron tras esos muros, acostumbraban a materializarlo todo, solo les importaba el dinero, y no dejaron ni un hilo para coser un bot¨®n. Ya no se trata de eso, ahora se trata de reconocer con dignidad que todos conformamos la identidad cultural de este pa¨ªs.
Este es un movimiento diverso, incluyente, donde todos juntos podemos tejer, en el inmenso lienzo que es la cultura, las infinitas y sagradas civilizaciones de M¨¦xico. Destruir es muy f¨¢cil, se hace de un plumazo, con una navaja, con una palabra, con un tuit; en cambio construir cuesta mucho esfuerzo.
Original es un laboratorio creativo donde rige el respeto, el di¨¢logo y el gozo de hacer algo distinto. La econom¨ªa creativa no es solo naranja, tiene todos los colores porque proviene de la diversidad, como un arco¨ªris de las blusas de Tepozonalco.
Original es un movimiento cultural nacional que nace de la escucha, y donde el Gobierno de M¨¦xico ofrece los mejores mecanismos al servicio de los artistas originales y sus comunidades. Es resultado de escuchar a quienes servimos. Nosotros ponemos las herramientas a su alcance, pero la decisi¨®n de tomarlas es solo suya.
Muchos creadores originales han sido afectados por casos muy sonados de plagio y de apropiaci¨®n indebida. Vimos piezas de Tlahuitoltepec, de Santa Clara del Cobre, de Tenango de Doria, del Istmo de Tehuantepec, de Saltillo, de Contla, moverse en los aparadores en diversos lugares del mundo, en f¨¢bricas que quiz¨¢ por desconocimiento no dialogan con el contexto cultural de sus verdaderos creadores. Son r¨¦plicas que a cada puntada arrancan el alma de la prenda a sus due?os para recrearlas sin control y sin respeto. La mayor¨ªa de los consumidores y de esas marcas no saben de d¨®nde viene, ni la historia de esos hilos ni su significado, y as¨ª la autor¨ªa de estas prendas se descontextualiza eternamente.
En la cosmovisi¨®n zapoteca de San Pedro Mixtepec se dice que cuando una mujer se pone un huipil, su cabeza atraviesa el rombo que le permite ver el universo. Ese rombo, que tambi¨¦n representa los cuatro rumbos, es parte de una lectura de s¨ªmbolos que se tocan con las manos y en los que se puede leer la relaci¨®n con la naturaleza, el ma¨ªz y la tierra.
Por eso es importante no perder de vista que la intimidad cultural, ritual y sagrada es solo de los pueblos de M¨¦xico.
Cuando se recorre este pa¨ªs hay un binomio que nos duele: aquellas comunidades en donde mayor marginaci¨®n hay es donde mayor riqueza cultural encontramos y est¨¢n habitadas por quienes durante d¨¦cadas fueron discriminados, olvidados y dejados a un lado por racismo, por clasismo y por no querer reconocer que en la diversidad radica la mayor vitalidad cultural.
Con Original se tienden los puentes para que los creadores hablen de frente y desde sus comunidades al mundo, a dise?adores, de t¨² a t¨², y con el profundo significado de cada creaci¨®n. No con romanticismo ni con paternalismo, sino con respeto, con ¨¦tica.
Un plagio no es un homenaje. Un robo no es una inspiraci¨®n. Los piratas modernos no arriesgaron siquiera su vida en las tormentas marinas sino que toman lo que les gusta y lo etiquetan como cualquier tipo de mercanc¨ªa. Lo que lleva solo al dinero es un camino pobre, alejado de sentido social, cultural y simb¨®lico.
Como todo laboratorio y primer gran ejercicio, habr¨¢ mucho por aprender y mejorar. Pero m¨¢s grave ser¨ªa no intentarlo, no movernos y dejar las cosas igual.
As¨ª como hay inter¨¦s est¨¦tico sobre algunas prendas y culturas aqu¨ª representadas, las comunidades y sus creadores tambi¨¦n tienen inter¨¦s en conocer talleres, capacidades y t¨¦cnicas del dise?o y de la econom¨ªa creativa en el mundo de la moda. Nosotros estamos para abrir esas puertas, como se abrieron las puertas de Los Pinos: estamos para acompa?ar y servir.
Hace unos d¨ªas, la maestra Victorina L¨®pez de Xochistlahuaca, Guerrero, nos regal¨® unas palabras contundentes y sabias: ¡°Aqu¨ª, en este movimiento, estamos personas diferentes, pero todos con un mismo pensamiento: construir¡±.
Se teje en 68 lenguas; se cose y borda en 364 variantes. La vida cultural del pa¨ªs, tan rica y diversa, est¨¢ presente en Original: desde Punta Chueca hasta Kalkin¨ª; desde Tepic hasta Zongolica. Porque M¨¦xico es Original; somos originales, no copias.
Ese lienzo que suena de gozo en muchas lenguas, que nunca m¨¢s se vuelva a silenciar.
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