Sucesi¨®n, elecciones y medios de comunicaci¨®n
A diferencia de las sucesiones anteriores, el foco del frente medi¨¢tico no est¨¢ en quienes pueden llegar a la Presidencia, sino en quien va a dejarla
Uno de los frentes donde se est¨¢ librando la sucesi¨®n presidencial en M¨¦xico, es el de los medios de comunicaci¨®n, o ¡°frente medi¨¢tico¡±. Este frente muestra claramente dos planos: redes sociales y los llamados medios convencionales o tradicionales (televisi¨®n, radio y prensa escrita).
Hoy, en redes sociales, conforme a los indicadores m¨¢s potentes para medir conocimiento, penetraci¨®n, interacci¨®n, comunidad y llamados a la acci¨®n, la delantera la lleva claramente la Dra. Claudia Sheinbaum frente a X¨®chitl G¨¢lvez. Despu¨¦s de la fugaz irrupci¨®n de Samuel Garc¨ªa, que apuntaba a ¡°tercear¡± la competencia en redes, el escenario actual se divide entre dos, pero con una clara delantera de la aspirante de la coalici¨®n MORENA-PVEM-PT.
En el campo de los medios tradicionales, la situaci¨®n es diferente; hay m¨¢s competencia. El An¨¢lisis de Reputaci¨®n Medi¨¢tica de Actores (arma), un estudio de investigaci¨®n semanal de la presencia de aspirantes presidenciales en medios tradicionales (analiza m¨¢s de 35 mil notas diarias), realizado por la asociaci¨®n Central de Inteligencia Pol¨ªtica, y difundida en la p¨¢gina oraculus.mx, apunta en su m¨¢s reciente medici¨®n p¨²blica (del 23 al 28 de enero de 2024) que la Dra. Claudia Sheinbaum (CS) genera un mayor volumen de notas informativas entre quienes aspiran a la Presidencia, seguida en segundo lugar por X¨®chitl G¨¢lvez (XG), pero con la observaci¨®n de que el n¨²mero de notas favorables de la aspirante de esta ¨²ltima es mayor que el de CS: mientras que el 60% de la cobertura informativa de XG fue positiva y solo un 9% desfavorable, la de CS fue un 43% positiva y un 17% desfavorable (el porcentaje restante para llegar a 100 corresponde a cobertura neutra).
As¨ª, en t¨¦rminos cuantitativos, la cobertura de CS en medios tradicionales es mayor que la de XG, pero en t¨¦rminos cualitativos tiende a ser mejor tratada la segunda que la primera (sin llegar a una situaci¨®n de contraste extremo).
En donde realmente se est¨¢ dando la batalla medi¨¢tica de manera m¨¢s enconada y polarizada es en la relaci¨®n del presidente con los medios tradicionales. Y esto s¨ª es un elemento distintivo respecto a las sucesiones anteriores, cuando la regla no escrita era que el mandatario saliente replegaba su presencia medi¨¢tica, y su lugar empezaba a ser ocupado por quien lo suceder¨ªa.
Al no ser una sucesi¨®n presidencial tradicional la que est¨¢ en curso, sino una en la que se juega el futuro de dos proyectos diferentes de naci¨®n (continuar y profundizar la 4T o regresar al r¨¦gimen pasado de privilegios y prebendas), el tono, la intensidad y los actores de la relaci¨®n entre medios de comunicaci¨®n y sucesi¨®n presidencial est¨¢n cambiando notoria y ruidosamente.
A diferencia de las sucesiones anteriores, el foco del frente medi¨¢tico no est¨¢ en quienes pueden llegar a la Presidencia, sino en quien va a dejarla. Y en este contexto, el tono de la mayor parte de los medios tradicionales no es de conciliaci¨®n, sino de crispaci¨®n; no es de entendimiento, sino de confrontaci¨®n, y no es de rendici¨®n de cuentas, sino de ajusticiamiento de ellas.
Algunos medios tradicionales parecieran estar pasando facturas m¨¢s cercanas a la extorsi¨®n que a la libertad de expresi¨®n. Por ejemplo, el due?o del medio que perdi¨® contratos de construcci¨®n de carreteras o de administraci¨®n de penales, o que debe pagar al fisco los impuestos eludidos, o que perdi¨® el 70% o m¨¢s de sus ingresos por depender de la publicidad gubernamental.
Otros reclamos son m¨¢s aut¨¦nticos, sentidos y defendibles, como el de gremios, asociaciones y profesionales de la libertad de expresi¨®n que deben desarrollar su trabajo en un contexto de creciente inseguridad y vulnerabilidad, sobre todo en las regiones en donde act¨²a el crimen organizado.
Y otras fracturas, de plano, se deben al desplazamiento econ¨®mico que est¨¢ produciendo en todo el mundo la r¨¢pida evoluci¨®n de las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n y de la comunicaci¨®n (TIC), y no a una pol¨ªtica p¨²blica de marginaci¨®n o exterminio de la 4T.
El frente medi¨¢tico abiertamente confrontado en este momento con el presidente parte de un supuesto y de una estrategia: golpear a la figura presidencial para minar su popularidad y para que, en autom¨¢tico, caiga tambi¨¦n el posicionamiento de morena y de su candidata. Y el centro de lo que debe dinamitarse es la honestidad del actual mandatario, de su familia y de su gobierno.
Sin embargo, esta estrategia olvida que L¨®pez Obrador no lleg¨® al poder p¨²blico por los medios tradicionales de comunicaci¨®n, sino a pesar de ellos. Y que, para gobernar y sostenerse, la 4T tampoco depende predominantemente de ellos.
La comunicaci¨®n de la 4T es muy importante, pero se finca en un ecosistema o escenarios alternos a los medios convencionales, como la conferencia presidencial ¡°ma?anera¡±, las redes sociales del presidente, las secciones semanales de infodemia y ¡°Qui¨¦n es qui¨¦n en las mentiras¡±, sondeos propios de opini¨®n, la oficina de atenci¨®n ciudadana y las giras de fin de semana en las que el mandatario suele realizar sus ¡°grupos de enfoque¡± con la gente que se le acerca.
Tambi¨¦n hay conciencia de que los medios convencionales son parte de un bloque opositor m¨¢s amplio, integrado por los siguientes actores y factores reales de poder: Poder Judicial federal, empresarios (especialmente de Nuevo Le¨®n, el Baj¨ªo, Jalisco y Puebla), sectores de la Iglesia cat¨®lica, alas duras del PAN y del PRI, legisladores anti-M¨¦xico en los Estados Unidos de Am¨¦rica y hasta algunas agencias de ese pa¨ªs, agraviadas por la actuaci¨®n del actual Gobierno, como la DEA, por su respuesta en el caso del general Cienfuegos.
De manera creciente, los planteamientos de estos grupos ir¨¢n ocupando los espacios de los medios convencionales, a medida que avance la sucesi¨®n presidencial.
La estrategia del bloque opositor es claramente predecible: polarizar la elecci¨®n, para empatar ¡ªprimero¡ª las preferencias presidenciales (a finales de abril); rebasar a morena (en mayo), e intentar ganar los comicios presidenciales, aunque sea por d¨¦cimas de punto.
De manera paralela, enfocan ya los recursos y las campa?as para las c¨¢maras de Senadores y Diputados federales en 72 centros urbanos donde se concentra el 80% del padr¨®n electoral, para alcanzar con ello el mayor n¨²mero de esca?os y evitar que morena logre la mayor¨ªa calificada en el Congreso de la Uni¨®n.
En la consecuci¨®n de este doble objetivo del bloque opositor, el papel de los medios convencionales de comunicaci¨®n es neur¨¢lgico. mc y su candidato Jorge ?lvarez M¨¢ynez merecen comentario aparte.
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