Madrid llovido
Llover Madrid de vuelta para ¨Cahora s¨ª- irme para siempre. Hacer en el pr¨®ximos d¨ªas la criba de los libros y libretas que ser¨¢n la mudanza definitiva para volver a M¨¦xico y que aqu¨ª se quede lo llovido
De ni?o dec¨ªa ¡®yo vido¡¯ por ¡®yo veo¡¯. Amanece Madrid llovido y as¨ª lo quer¨ªa ver: ¡®yo ver llover¡¯, Madrid al amanecer sin Sol pero con lluvia. Llover Madrid de vuelta para ¨Cahora s¨ª- irme para siempre. Hacer en el pr¨®ximos d¨ªas la criba de los libros y libretas que ser¨¢n la mudanza definitiva para volver a M¨¦xico y que aqu¨ª se quede lo llovido: los libros que no hay que volver a leer, las libretas pocas que se quedan vac¨ªas, las caras de los deleznables y el pu?ado de entra?ables rostros por los que lluevo al llegar para despedirme. Que se queden aqu¨ª las bufandas y los guantes de nieve, los cuadritos con lupa y los dibujitos dispensables; que se doble en tri¨¢ngulo la bandera de M¨¦xico y que se queden vac¨ªos las estanter¨ªas de la librer¨ªa m¨¢s antigua de Madrid, las mesitas de m¨¢rmol de mis tertulias y el cordero asado a le?a.
Llovido Madrid como ¡®yo vido¡¯ las sombras de los ¨¢rboles del parque de El Retiro y cada hoja de las aceras de cuadritos; ¡®yo vido¡¯ a los desma?anados de siglos, las ancianas que barren su acera y los peque?os perritos sin rienda. ¡®Yo vido¡¯ a mi perro ausente y los autobuses de ¡®madrug¨¢' con pasajeros invisibles; el olor del croissant con mermelada de melocot¨®n y el cafelito largo en vaso, corto de caf¨¦ y con la leche templada. Llovido Madrid que se lava la cara con nubes de esponjas porque quiz¨¢ durante la noche nadie reg¨® sus calles para borrar la verg¨¹enza de sus pol¨ªticos y el jolgorio de sus pecados; agua de Madrid que se bebe del grifo tan lejos de la Ciudad de M¨¦xico donde se intoxican miles con gasolina en las tuber¨ªas que afectan la piel de las mascotas y el des¨¢nimo c¨ªclico.
¡®Yo vido¡¯ Madrid vac¨ªo con la promesa de vivir las pr¨®ximas semanas su festejo de San Isidro en praderas de todos los pret¨¦ritos y paseos por todas las calles lisas, reci¨¦n llovidas para desfile de vanidades y silencio de solitarios. ¡®Yo vido¡¯ Madrid como quien llega a Barajas y abraza a la primera persona que espera en la puerta de salida, sabiendo que me dir¨¢ ¡®usted se confunde¡¯ y yo no tenga que explicarle que deseaba el abrazo como quien intenta saludar a toda una Villa y Corte. Reverencia callada a todos los vagabundos de la Gran V¨ªa y cada metro de grafiti colorido en los muros largos que contienen las veredas del silencio, los alrededores de los palacios y los charcos que son espejos para mirarse la conciencia con absoluta gratitud por todo lo vivido en este Madrid llovido.
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