Salud: notas sin sosiego
Aunque L¨®pez Obrador no haya decretado el deceso de nuestro sistema sanitario, el fracaso es evidente (lo fue desde el inicio)
En pa¨ªses pobres y saqueados como el nuestro, el orden de los factores altera las prioridades. Su evaluaci¨®n depende de qui¨¦n y desde d¨®nde se mire. Cuando los recursos son escasos, techo seguro ¨Dno de l¨¢minas¨D, agua potable, alimentos suficientes ¨Drara vez de calidad¨D y salud son valores cruciales. Cuando la econom¨ªa permite otear hacia el futuro, am¨¦n de los factores antes mencionados, educaci¨®n, ropa, viajes, transporte seguro y, entre otros, vacaciones, son algunas prioridades. Dedico el texto al problema de la insalubridad en M¨¦xico.
El nuevo Gobierno tendr¨¢ que lidiar con las herencias del previo, incluyendo, en primer lugar, la ausencia de cualquier tipo de seguridad en salud para 50 millones de connacionales. De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluaci¨®n de la Pol¨ªtica de Desarrollo Social ¨DConeval¨D, la poblaci¨®n sin derecho a servicios de salud aument¨® en el ¨²ltimo sexenio. En 2022 se registraron 30 millones m¨¢s de personas sin acceso a instituciones de salud. Las cifras y la realidad son crudas: en 2018, 20 millones carec¨ªan de atenci¨®n b¨¢sica, mientras que en 2022 la cifra aument¨® a 50 millones. Si bien ha aumentado el n¨²mero de habitantes, lo cual explicar¨ªa (solo) parcialmente nuestra tragedia, el reto para el gobierno de Claudia Sheinbaum es inmenso.
Fue inadecuado eliminar el Seguro Popular y sustituirlo por el elefante blanco denominado Instituto de Salud para el Bienestar, el cual cerr¨® sus puertas en 2023; poco se sabe del dinero invertido en esa Instituci¨®n y los aportes que ofreci¨®. La realidad de la desaparici¨®n del primero y la creaci¨®n del segundo se resume en una palabra: fracaso.
El problema de salud se agrava en el Sur, en las comunidades rurales, donde uno de cada ocho ni?os sufre desnutrici¨®n cr¨®nica. Aunque no existen datos fidedignos en poblaci¨®n ind¨ªgena ¨Dal menos 10 millones en nuestro pa¨ªs¨D, acerca de la desnutrici¨®n in ¨²tero en esas comunidades, no sobra repetir las desventajas con las que crecen esos peque?os, i.e., menos oportunidades de trabajo y de estudio, am¨¦n de su repercusi¨®n en la salud.
A Sheinbaum le preocupa la salud de sus connacionales. Tiene raz¨®n. M¨¦xico ocupa, entre los 34 pa¨ªses miembros de la Organizaci¨®n para el Desarrollo y Cooperaci¨®n Econ¨®mica, el ¨²ltimo lugar; en salud el pa¨ªs destina menos del 2.9% del Producto Interno Bruto ¨Dcantidad menor al resto de las naciones. De no incrementarse el gasto, la situaci¨®n de los 50 millones de connacionales no mejorar¨¢. Sin salud, en un mundo y en un pa¨ªs tan complejos, todo es dif¨ªcil: trabajar, estudiar, aprovechar el tiempo, acceder a oportunidades de empleo y politizarse es m¨¢s engorroso.
Aguardan tiempos enrevesados al equipo de Salud y a Sheinbaum. ¡°Rep¨²blica Sana¡± se denomina el proyecto cuyo leitmotiv es subsanar los rezagos y torpezas del r¨¦gimen morenista. Aunque L¨®pez Obrador no haya decretado el deceso de nuestro sistema de salud, el fracaso es evidente (lo fue desde el inicio del r¨¦gimen). Forman parte del esqueleto de ¡°Rep¨²blica Sana¡± prevenir enfermedades, crear expedientes electr¨®nicos en todo el pa¨ªs, mejorar el abasto y la distribuci¨®n de medicinas, y conseguir medicamentos gratuitos para pacientes del IMSS Bienestar v¨ªctimas de enfermedades cr¨®nicas como hipertensi¨®n arterial y diabetes mellitus. Menudo brete les aguarda. M¨¦xico ocupa el primer deshonroso lugar en obesidad infantil y el segundo en adultos; en diabetes mellitus, las cifras nos colocan entre el sexto y octavo lugar. Ambas entidades consumen enormes cantidades de dinero, sobre todo por la insuficiencia renal cr¨®nica secundaria, imposibles de pagar para cualquier pa¨ªs.
El cuarto art¨ªculo de la Constituci¨®n Pol¨ªtica de M¨¦xico sustenta: toda persona tiene derecho a la protecci¨®n de la salud; de hecho, es un derecho humano. Deseo equivocarme: cumplir ese precepto no ser¨¢ factible. Los gobiernos previos al actual, los del PRI y el PAN, robaron tanto como pudieron. No en balde somos el pa¨ªs n¨²mero uno en exportar presidentes: Zedillo, Calder¨®n, Pe?a Nieto y Salinas de Gortari. Nauseabundo primer lugar.
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