El peligro de viajar por carretera en M¨¦xico
Estado Fallido es un pa¨ªs en donde circular por las carreteras es peligroso, ya sea por ser v¨ªctima de asaltos, asesinado en alg¨²n punto del viaje o por convertirse en desaparecido
Los conceptos sobre Estado Fallido cambian con el tiempo. Al fugado Felipe Calder¨®n le molestaba sobremanera la posici¨®n de Estados Unidos sobre el tema. Bajo su mandato, nuestros vecinos nos consideraban Estado Fallido. No comulgo, ni consciente ni cuando sue?o con las pol¨ªticas de dicho pa¨ªs, pero, ?caray, ten¨ªan y tienen raz¨®n! El fallido Calder¨®n fall¨® de tal forma que ahora vive en Espa?a, alejado de su pa¨ªs, de la naci¨®n de la cual fungi¨® como Presidente. Soy reiterativo: ?por qu¨¦ huyen de su naci¨®n los presidentes mexicanos?, ?a qu¨¦ le teme Felipe? Mi respuesta es la de todos: le preocupa lo que diga o no diga su socio Genaro Garc¨ªa Luna, encarcelado en Nueva York.
Sin teorizar en los conceptos de Estado Fallido propongo ¡ªpido disculpas por mi petulancia¡ª una definici¨®n parcial para la neo realidad mexicana: ¡°Estado Fallido es un pa¨ªs en donde circular por las carreteras es peligroso, ya sea por ser v¨ªctima de asaltos, asesinado en alg¨²n punto del viaje o por convertirse en desaparecido¡±. A la definici¨®n previa agrego una adenda: secuestro de migrantes y trasiego de drogas. Todo un dechado de desgracias.
Las carreteras mexicanas nos representan dentro de nuestras fronteras y en el extranjero. En el sexenio actual todo ha empeorado. Parte del embrollo es el gen Gobierno, sea PRI, PAN, PRD, Morena y anexas. Ocultar y manipular datos forma parte del c¨®digo gen¨¦tico de los pol¨ªticos, as¨ª como sus juramentos hacia el partido. El Gobierno de M¨¦xico no publica datos acerca de los robos a particulares en las carreteras y cuando lo hace, ?es veraz? El origen de las fake news es, al menos en parte, mexicano.
El Departamento de Estado de nuestros vecinos advirti¨® recientemente a sus connacionales acerca de la violencia y los secuestros, incluso a plena luz del d¨ªa. No me agrada la justicia estadounidense, pero esa y otras advertencias similares no deben minimizarse. Am¨¦n de su realidad, la econom¨ªa mexicana se convierte en v¨ªctima: aunque no sea ni un turismo deseable ni la derrama econ¨®mica cuantiosa, el n¨²mero de Spring breakers a las playas mexicanas ha disminuido.
Viajar en carreteras mexicanas conlleva riesgos. De acuerdo al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad P¨²blica, durante 2023 se denunciaron 13.848 atracos, tanto en caminos federales como estatales, lo que represent¨® un aumento del 4,6% respecto a 2022. En 2023 se documentaron 1,6 robos cada hora a transportistas, es decir 38 asaltos diarios. Nuestros incrementos son tristes. Mejor ser¨ªa escalar en otros renglones como en educaci¨®n, donde, de acuerdo a la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®mico, ocupamos el lugar 35 entre los 37 pa¨ªses listados, am¨¦n de ser el que menos invierte en educaci¨®n.
La mayor parte de los asaltos ocurren en carreteras estatales, 66%, versus 33% en las federales. No hay datos acerca de los sucesos en las carreteras peque?as, sobre todo, las del sur. Las tres v¨ªas m¨¢s peligrosas son la de Puebla-C¨®rdoba, la de Quer¨¦taro-Irapuato y la de Urracas-Matamoros-Reynosa. La lista anterior cambia dependiendo de los tiempos electorales y de los gobiernos en turno.
Fen¨®meno adyacente a las enfermedades que padecen nuestras carreteras son las ciudades fantasma. Las v¨ªas de transporte utilizadas por el narcotr¨¢fico han despoblado, entre otros, los municipios de Guadalupe, Chihuahua; Tumbiscat¨ªo, Michoac¨¢n, y Badiraguato, Sinaloa.
Imposible y err¨®neo no viajar por carretera. Posible y obligado exigir explicaciones al gobierno en turno, a los previos, y a los siguientes acerca de la salud de nuestras v¨ªas terrestres.
Ap¨²ntese gratis a la newsletter de EL PA?S M¨¦xico y al canal de WhatsApp y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este pa¨ªs.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.