2025: A?o de la mujer ind¨ªgena. T?xyt?jk
Las figuras elegidas por el gobierno como s¨ªmbolos de la mujer ind¨ªgena existieron en un contexto hist¨®rico en el que esa categor¨ªa no exist¨ªa y no ten¨ªa sentido
Con la participaci¨®n y la asesor¨ªa del Instituto Nacional de Antropolog¨ªa e Historia (INAH), el gobierno de M¨¦xico, encabezado por Claudia Sheinbaum, decidi¨® que el a?o 2025 estar¨¢ dedicado a la mujer ind¨ªgena. Diego Prieto Hern¨¢ndez, director del INAH, anunci¨® en la conferencia Ma?anera que la direcci¨®n de comunicaci¨®n hab¨ªa determinado crear un distintivo visual integrado por ¡°figuras emblem¨¢ticas de nuestros pueblos ind¨ªgenas¡±. Explicaron que las cuatro mujeres que forman parte del distintivo visual son Tecuichpo¨CIxcaxochitzin, una mujer mexica nacida entre 1509 y 1510 que est¨¢ representada con una xiuhuitzolli (diadema) y un pectoral; tambi¨¦n se present¨® a Tz¡¯ak-b¡¯u Aha, conocida como La Reina Roja y que aparece con una pieza textil llamada quexqu¨¦metl; mostraron tambi¨¦n una representaci¨®n de una dirigente mixteca conocida como la Se?ora 6 Mono y tambi¨¦n presentaron la imagen de una mujer tolteca de nombre Xiuhtzatzin. Se dijo que cada una de estas mujeres jug¨® un papel importante dentro de su contexto hist¨®rico.
En las redes sociales surgieron preguntas y cuestionamientos sobre las im¨¢genes de las mujeres representadas y los atributos gr¨¢ficos que les acompa?an, se cuestion¨® si el tocado de plumas es o no adecuado, si las im¨¢genes parecen estar generadas por inteligencia artificial, si el nombre de la llamada Reina Roja de Palenque est¨¢ mal escrito y si se reproducen prejuicios racistas sobre los rasgos que deben tener las mujeres ind¨ªgenas, entre otros muchos cuestionamientos y reflexiones. Otras personas expresaron su preocupaci¨®n porque sostienen que usar la categor¨ªa ¡°mujer ind¨ªgena¡± en singular refuerza la idea de que se trata de un monolito conceptual que oculta una diversidad impresionante.
Cada uno de estos cuestionamientos da para varias columnas, pero ahora quiero centrarme en un hecho que me parece fundamental: ninguna de las mujeres que presentaron como parte del emblema del a?o de la mujer ind¨ªgena es una mujer ind¨ªgena. Las mujeres representadas existieron en un contexto hist¨®rico en el que la categor¨ªa ind¨ªgena no exist¨ªa y no ten¨ªa sentido. En un mundo sin colonizaci¨®n, las mujeres como la llamada Reina Roja nunca fueron categorizadas como ¡°ind¨ªgenas¡± (un vocablo proveniente del lat¨ªn) y nunca sufrieron los efectos estructuralmente injustos y racistas asociados a esa categor¨ªa. La mujer maya, mexica y mixteca a las que hace alusi¨®n el emblema del gobierno nunca fueron, por fortuna, mujeres ind¨ªgenas.
En una pl¨¢tica con la extraordinaria escritora tsotsil Ruperta Bautista (quien por cierto acaba de ganar el Premio de Literaturas Ind¨ªgenas de Am¨¦rica que se entrega en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara), me contaba de la importancia de escribir historias de mujeres mayas o mixes que vivan en un mundo sin ¡°kaxlanes¡±, es decir, en un mundo no colonizado. Eso puede hacerse de dos maneras, una es haciendo literatura especulativa para construir contextos en los que no hay colonizaci¨®n o bien escribir de mujeres como las presentadas en el emblema que usar¨¢ el gobierno el pr¨®ximo a?o, mujeres que vivieron en un momento de la historia en los que la colonizaci¨®n a¨²n no se hab¨ªa llevado a cabo. Ruperta escribi¨® una novela biling¨¹e, Ixbalam-ek¡¯. Estrella Jaguar, en la que cuenta sobre una mujer maya que vive en el siglo VI y que tiene que tomar el lugar de su esposo para evitar la derrota de su pueblo ante sus enemigos, una mujer que lucha en un mundo no colonizado.
Con todo esto de fondo, es muy interesante c¨®mo el gobierno federal esencializa una vez m¨¢s el rasgo ¡°ind¨ªgena¡± y se le presenta como un rasgo que no puede separarse de la historia de nuestros pueblos, de los pueblos que exist¨ªan en este territorio miles de a?os antes de 1492. El historiador Sebastian van Doesburg propon¨ªa el siguiente ejercicio: si contamos la historia del pueblo mixteco y los dem¨¢s pueblos otomangues a partir del comienzo de la domesticaci¨®n del ma¨ªz, tendr¨ªamos como resultado que la historia de las mujeres mixtecas tiene aproximadamente 10 mil a?os, de los cuales, los ¨²ltimos 500 a?os han sido consideradas indias y s¨®lo los ¨²ltimos 200 a?os han sido llamadas ind¨ªgenas; hay que recordar que la categor¨ªa ind¨ªgena se comienza a usar con su significado actual hasta el siglo XIX; en otras palabras, para la corona espa?ola fuimos indias, para el Estado mexicano somos ind¨ªgenas. A partir de este ejercicio podemos darnos cuenta de que ser ind¨ªgenas es solo un momento de nuestra larga historia, que no es un rasgo esencial, que es una condici¨®n de opresi¨®n que nombra tambi¨¦n la resistencia conjunta de pueblos tan diversos. As¨ª como tuvimos un pasado en el que las mujeres mixtecas o mixes no fuimos mujeres ind¨ªgenas, podr¨ªamos pensar en un horizonte ut¨®pico en que seamos de nuevo mujeres mixtecas o mixes sin ser mujeres ind¨ªgenas, un futuro descolonizado.
Por lo que se deriva de la elecci¨®n del emblema para el a?o de la mujer ind¨ªgena, para el gobierno de M¨¦xico ser ind¨ªgena es un rasgo esencial que se proyecta incluso al pasado en el que no hab¨ªa colonizaci¨®n, es un rasgo que cubre a mujeres que nunca se pensaron ni se supieron ind¨ªgenas. En el imaginario del Estado, incluso las mujeres que pertenecen al pasado hist¨®rico de nuestros pueblos no pueden ser imaginadas sin estar colonizadas y sistem¨¢ticamente oprimidas, proyectan la sombra de la subordinaci¨®n colonial hasta ellas, llam¨¢ndolas tambi¨¦n mujeres ind¨ªgenas.
Como ha sucedido siempre, se honra a los pueblos y a las mujeres del pasado mientras la opresi¨®n continua en el presente. ?Qu¨¦ sucede con las mujeres ind¨ªgenas que resisten al Tren Maya y a los megaproyectos? ?Qu¨¦ sucede con las mujeres como Mar¨ªa de Jes¨²s Patricio que plantean otros modelos sociopol¨ªticos posibles? ?Qu¨¦ sucede con las mujeres nahuas y mixtecas defensoras del territorio? ?Qu¨¦ sucede con las mujeres mixtecas, mixes o nahuas a las que nos sucedi¨® ser ind¨ªgenas?
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