Contrarrevoluci¨®n
Quienes estamos a favor de la igualdad har¨ªamos bien en preguntarnos qu¨¦ errores estamos cometiendo
Quienes estamos a favor de la igualdad har¨ªamos bien en preguntarnos qu¨¦ errores estamos cometiendo
T¨ªtulos como ¡®El juego del calamar¡¯, ¡®Stranger Things¡¯ o ¡®Separaci¨®n¡¯ obligan a sus seguidores a esperar m¨¢s de tres a?os para tener nuevos cap¨ªtulos. Lo que antes era una excepci¨®n ahora es la norma
La ficci¨®n de la tele fantasea hace a?os con que las costuras de Estados Unidos saltan. En ella, la guerra civil del siglo XIX est¨¢ oculta. Pueden verse sus efectos, pero no la guerra, como si el viento se la hubiese llevado. Hasta ahora
Las distop¨ªas que narran los cl¨¢sicos de Orwell y Huxley o la m¨¢s reciente ¡®Prophet Song¡¯ pueden convertirse en historias cotidianas. No es un simple temor, sino algo que est¨¢ ocurriendo
¡®Years and years¡¯, ¡®Black Mirror¡¯ o ¡®Cuento de la criada¡¯ entran en la lista elaborada por Pepa Blanes y Jos¨¦ Manuel Romero
La escritora canadiense, autora de ¡®El cuento de la criada¡¯, est¨¢ a punto de publicar una recopilaci¨®n de ensayos. Habla sobre feminismo, guerras culturales y denuncia la intolerancia en las redes
Con intolerable osad¨ªa, las bibliotecas p¨²blicas cobijan en su silencio la algarab¨ªa de las innumerables voces
La actriz habla de la redenci¨®n de la torturada y heroica June Osborne en la quinta y esteticista temporada de la serie, que HBO Max acaba de estrenar
La literatura y el cine se adelantaron a cat¨¢strofes que hasta ahora parec¨ªan inveros¨ªmiles
Cuando escrib¨ª ¡®El cuento de la criada¡¯ cre¨ªa que era ficci¨®n. Qu¨¦ ingenua. Las dictaduras teocr¨¢ticas no pertenecen solo al pasado remoto, hoy existen varias en el planeta. ?Qu¨¦ nos garantiza que EE UU no sea una m¨¢s?
El inmovilismo se esconde tras las nostalgias que abrevan los fanatismos reaccionarios y tambi¨¦n tras las distop¨ªas que apuntalan el orden establecido porque nos emplazan a resistir, no a avanzar
Acabo de ver la cuarta temporada de ¡®El cuento de la criada¡¯ y me he jurado que, pase lo que pase, no ver¨¦ la quinta
El progreso material ha fracasado, pero el progreso moral sigue siendo posible y depende adem¨¢s de cada uno
Rusia, la Uni¨®n Europea y China se enfrentan ya a poblaciones menguantes y envejecidas, mientras, ?frica seguir¨¢ creciendo hasta duplicar su poblaci¨®n para 2050
Al intensificar tanto el sufrimiento de sus protagonistas, se est¨¢ construyendo un mito que deber¨ªa destruirse
Tras 32 a?os de carrera, y con el estreno este jueves de la cuarta temporada de ¡®El cuento de la criada¡¯, la actriz asegura ser due?a de su trabajo pero blinda su vida privada
Vuelve ¡®El cuento de la criada¡¯ y vuelve la supuesta cita m¨¢s popular de Margaret Atwood, que incluso lleg¨® a pronunciarse en uno de los episodios. ?De d¨®nde proviene una de las frases m¨¢s repetidas para denunciar la violencia de g¨¦nero?
Pocas personas podr¨ªan representar mejor todo lo contrario al esp¨ªritu e ideas de Ruth Bader Ginsburg. Barrett, madre de siete hijos, tiene la bendici¨®n de la ultraderecha, es contraria al aborto y se define como ¡°orginalista¡± porque trata de aplicar en sus sentencias la Constituci¨®n seg¨²n la intenci¨®n original de quienes la redactaron en 1787.?
Las plataformas han encontrado en las novelas el caldo del cocido de un buen guion, una opa hostil para quedarse con el capital de la escritura
Existe una tendencia a eliminar todo el contenido pol¨ªtico de las obras culturales cuyo mensaje no termina de encajar con nuestras ideas
El protagonista de ¡®El Cuento de la Criada¡¯ vive varios meses al a?o con su familia y su esposa, Mar¨ªa Dolores Di¨¦guez, en la sierra de Tramontana
Margaret Atwood convierte 'Los testamentos', la secuela de la novela de 1984, en un libro necesario
Mientras el mundo espera con intriga 'Los testamentos', secuela de 'El cuento de la criada', que se publica este jueves, su autora defiende el feminismo pero alerta del peligro de censurar el arte por razones morales
En esta tercera temporada surge una nueva paleta de colores, especialmente en dos personajes: Emily, que ha hu¨ªdo a Canad¨¢, y Serena Joy, que lleva tiempo cuestionando el sistema.