Los monstruos son personas normales. Ese es el problema
Dominique P¨¦licot, que drog¨® a su mujer para que fuese violada por 52 hombres, no es el ¨²nico criminal que lleva una vida aparentemente anodina. Tambi¨¦n ten¨ªan el mismo perfil el ¡®carnicero de Rostov¡¯ o el violador del Sambre