Hacia una mejor pol¨ªtica exterior
La nueva estrategia es un buen punto de partida para afinar la acci¨®n espa?ola
La Estrategia de Acci¨®n Exterior 2021-2024 recientemente enviada al Parlamento por la ministra de Asuntos Exteriores del Gobierno espa?ol, Arancha Gonz¨¢lez Laya, propicia una bienvenida oportunidad de reflexi¨®n sobre esta importante rama de la acci¨®n gubernamental, tanto sobre el documento en s¨ª mismo ¡ªsus valores y objetivos¡ª como acerca del desempe?o en esta materia del Ejecutivo de coalici¨®n durante su primer a?o de mandato.
La estrategia esboza un diagn¨®stico por lo general certero del escenario internacional y del papel que puede jugar Espa?a como miembro destacado del club europeo. La hoja de ruta recoge valores y objetivos claros y sensatos, reafirmando la vocaci¨®n europe¨ªsta y multilateral. Se esbozan ejes de actuaci¨®n concretos adaptados al nuevo escenario global fruto de la pandemia, pero manteniendo las l¨ªneas principales de la tradicional acci¨®n exterior. La promoci¨®n de los derechos humanos, con especial ¨¦nfasis en un enfoque feminista en las relaciones internacionales, es un axioma correcto a partir del cual se pretende estructurar la diplomacia, definida en cuatro variables fundamentales: econ¨®mica, tecnol¨®gica, clim¨¢tica y multilateral. L¨®gica tambi¨¦n parece la disposici¨®n a buscar con inteligencia geometr¨ªas variables para abordar una realidad geopol¨ªtica especialmente compleja y fluctuante. Ojal¨¢ el documento sirva de base para tejer consensos internos sobre lo que este pa¨ªs es y puede representar a escala global, m¨¢s a¨²n en un momento en el que parece casi imposible el di¨¢logo entre Gobierno y oposici¨®n.
La publicaci¨®n de la estrategia invita tambi¨¦n a un balance de los resultados del primer a?o de Gobierno, que compone un escenario claroscuro. Entre los aspectos positivos, cabe empezar por la misma composici¨®n del Ejecutivo, con varias figuras con considerable proyecci¨®n internacional, entre las que destacan Nadia Calvi?o, Teresa Ribera o la propia Gonz¨¢lez Laya. La posici¨®n de Josep Borrell como alto representante de la UE es otro gran activo. Tras el bajo perfil de la ¨¦poca Rajoy, este Ejecutivo puede sin duda considerarse como m¨¢s proactivo en la UE. Los resultados logrados en Europa son mayoritariamente favorables ¡ªfondos europeos y cuesti¨®n Gibraltar¡ª, aunque en buena medida el m¨¦rito de ellos corresponda a din¨¢micas generales y no solo a la acci¨®n espa?ola. Debe juzgarse positivamente en este ¨¢mbito la mejorada cooperaci¨®n con Italia, un actor con el que se pueden desarrollar provechosas sinergias en asuntos econ¨®micos o migratorios. Para el futuro, habr¨¢ que tener en cuenta que la posici¨®n de receptor de ingentes ayudas a fondo perdido dificultar¨¢ la posici¨®n de Espa?a.
Menos satisfactorio es el balance en el eje de acci¨®n norteafricano. La gesti¨®n de los flujos migratorios no ha sido adecuada, como evidencia la crisis en Canarias. Esta situaci¨®n tiene un componente de gesti¨®n interior, pero tambi¨¦n exterior. En todas ellas es necesario mejorar. Hay que lograr mayor compromiso de solidaridad desde la UE y mejor interacci¨®n con los socios africanos, especialmente Marruecos. Muy significativa en ese sentido es la cancelaci¨®n de una cumbre bilateral que estaba prevista en diciembre. Hay que avanzar en ese terreno. Otro aspecto cuestionable es la voz propia ¡ªy discrepante¡ª que ha buscado el socio j¨²nior de la coalici¨®n en esta materia. Ha ocurrido tanto en cuestiones latinoamericanas como en el asunto saharaui. Esto es un error que causa cierto desgaste a la acci¨®n exterior del Gobierno.
En cuanto a Latinoam¨¦rica, Espa?a debe impulsar la construcci¨®n de una agenda compartida con esa regi¨®n. La posici¨®n de Borrell es un buen instrumento para que Espa?a influya a fondo en la pol¨ªtica latinoamericana de la UE, algo que convendr¨ªa reforzar en el plan de acci¨®n presentado por el Ministerio. El tiempo dir¨¢ si el giro promovido en Venezuela dar¨¢ alg¨²n fruto.
En todo este marco, lo esencial es la cohesi¨®n dentro de la coalici¨®n y el m¨¢ximo nivel de entendimiento con la oposici¨®n para que esta sea una pol¨ªtica de Estado.
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