Biden amenaza con ensuciarse las manos con Bolsonaro

El apoyo decisivo de Estados Unidos a las dictaduras latinoamericanas en la segunda mitad del siglo XX est¨¢ bien documentado. Lo que no se esperaba es que, justamente en este momento de la historia, cuando Estados Unidos acaba de enfrentar el mayor ataque a su propia democracia, Joe Biden decida fortalecer al autoritario Jair Bolsonaro. Los Gobiernos de Bolsonaro y Biden negocian a puerta cerrada una multimillonaria inversi¨®n en la Amazonia que podr¨ªa anunciarse en la cumbre del clima del 22 de abril.

Responsable de la mayor ofensiva contra la selva amaz¨®nica y los ind¨ªgenas desde la dictadura c¨ªvico-militar brasile?a (1964-1985) y protagonista de la peor gesti¨®n de la pandemia en el planeta, a Bolsonaro le amarga la ca¨ªda de su popularidad. Numerosos sectores de la sociedad brasile?a ven la s¨²bita amistad con el Gobierno dem¨®crata de Biden como una forma de revertir la imagen internacional de Bolsonaro de ¡°amenaza mundial¡± y dar legitimidad a un gobernante acusado de genocidio por los pueblos ind¨ªgenas en la Corte Penal Internacional. La sospecha de que cualquier inversi¨®n llenar¨¢ los bolsillos de los ladrones de tierras p¨²blicas, hacendados y mineros y alimentar¨¢ su base de apoyo para la reelecci¨®n en 2022 es una certeza.

Es comprensible, necesario y deseable que Biden quiera invertir en proteger la Amazonia. Pero es incomprensible, incre¨ªble e inaceptable que lo haga dando dinero al mayor enemigo de la Amazonia y sus pueblos, responsable de m¨¢s de 18.000 kil¨®metros cuadrados de alertas de deforestaci¨®n solo durante su gesti¨®n, un ¨¢rea equivalente a 30 ciudades del tama?o de Madrid. Quien negocia de parte de Brasil es el ministro de Medio Ambiente Ricardo Salles, un estafador ambiental ya condenado por la Justicia. La semana pasada, 199 organizaciones de la sociedad brasile?a firmaron una carta: ¡°El presidente estadounidense tiene que elegir entre cumplir con su discurso de investidura o darle a Bolsonaro recursos y prestigio pol¨ªtico. Imposible tener ambas cosas¡±.

El lunes, la Asociaci¨®n de Pueblos Ind¨ªgenas de Brasil public¨® un v¨ªdeo en ingl¨¦s: ¡°Querido Joe: sabemos que la Casa Blanca est¨¢ haciendo un acuerdo clim¨¢tico secreto con Bolsonaro. Nosotros, los brasile?os, tenemos que advertirte: no conf¨ªes en Bolsonaro. Est¨¢ diseminando covid, mentiras y odio. Es un extremista que dijo que tu elecci¨®n fue un fraude. O la Amazonia o Bolsonaro. No puedes tener a ambos. ?De qu¨¦ lado est¨¢s?¡±.

Donald Trump siempre le acarici¨® la cabeza a su chico, pero nunca se plante¨® darle a su Gobierno una cantidad decisiva de dinero. El apoyo que Biden pretende dar a la Amazonia podr¨¢ significar un apoyo al Gobierno de Bolsonaro que ni el extremista de derecha hab¨ªa so?ado. Si la urgencia de proteger la Amazonia no puede esperar al fin de este Gobierno depredador, hay que garantizar que participen en las negociaciones quienes realmente protegen la Amazonia contra las agresiones de Bolsonaro. Tambi¨¦n es imprescindible condicionar la entrega del dinero a acciones reales y resultados concretos.

Si las negociaciones a puerta cerrada contin¨²an, Biden podr¨ªa ensuciarse las manos justo en el arranque de su pretensi¨®n de liderar el mundo democr¨¢tico en la lucha contra la crisis clim¨¢tica. Al fortalecer a Bolsonaro, se arriesga a llevar a cabo la m¨¢s decisiva injerencia en el destino de Brasil que haya realizado un Gobierno estadounidense desde la dictadura. La Amazonia, cada vez m¨¢s cerca del punto sin retorno, necesita que la sociedad mundial la proteja con urgencia. Pero esto no se har¨¢ dando miles de millones de d¨®lares a su mayor depredador y a su banda de destructores de la selva.

Traducci¨®n de Meritxell Almarza.