El Gobierno de Bolsonaro decreta la muerte de una parte de la Amazonia
Al autorizar que la empresa controlada por Eletrobr¨¢s deseque la Vuelta Grande del Xing¨², el ¨®rgano ambiental brasile?o ha cambiado de bando y ha firmado el permiso para cometer un ecocidio en la mayor selva tropical del mundo
La Amazonia es hoy la principal raz¨®n por la que Brasil mantiene cierta relevancia internacional. De la conservaci¨®n de la mayor selva tropical del planeta, el mayor sumidero terrestre de carbono del mundo, dependen los principales acuerdos internacionales, como el del Mercosur con la Uni¨®n Europea, el mayor de todos. Tambi¨¦n de la supervivencia de la selva dependen cada vez m¨¢s la autorizaci¨®n y la aceptaci¨®n de los productos brasile?os en los mercados europeos y en los Estados Unidos de Joe Biden. La Amazonia, zona estrat¨¦gica para el control del sobrecalentamiento global, est¨¢ cada vez m¨¢s cerca del punto sin retorno, como han advertido repetidamente cient¨ªficos reconocidos mundialmente, como Carlos Nobre. En el momento en que la selva se convierta en una sabana, Brasil solo ser¨¢ un pa¨ªs con una desigualdad abismal, un racismo criminal, una miseria en expansi¨®n y un presidente que es el hazmerre¨ªr del mundo. Tambi¨¦n habr¨¢ cometido un suicidio econ¨®mico al matar la selva que regula el clima que permite la agricultura, lo cual afectar¨¢ a toda la cadena de producci¨®n de alimentos y a algunos de los principales productos de exportaci¨®n.
En este contexto, y en un momento de progresiva recesi¨®n, ?qu¨¦ hace el Gobierno de Bolsonaro, presionado por sectores de la pol¨ªtica y del mercado interesados en mantener el control del sistema el¨¦ctrico y sacar beneficios? Autoriza que Norte Energia SA, la concesionaria de la Central Hidroel¨¦ctrica de Belo Monte, libere un volumen de agua en la Vuelta Grande del Xing¨² que, como se ha demostrado, tanto en estudios cient¨ªficos como en la experiencia pr¨¢ctica, es insuficiente para mantener la vida. Lo que sucede ahora, en este momento, es lo que el derecho internacional llama ¡°ecocidio¡± y consiste en exterminar todo un ecosistema. Lo que mata la naturaleza, como ya han demostrado la emergencia clim¨¢tica y las pandemias, tambi¨¦n mata la posibilidad de que sobreviva la especie humana.
La autorizaci¨®n del ecocidio tuvo lugar el 8 de febrero y se celebr¨® en las p¨¢ginas de econom¨ªa de algunos de los principales peri¨®dicos de Brasil. Ning¨²n otro acontecimiento es m¨¢s grave y ninguno es m¨¢s escandaloso, con la posible excepci¨®n de la escalada de la covid-19 ¡ªque ya ha matado a m¨¢s de 240.000 brasile?os¡ª sin confinamiento ni un plan de vacunaci¨®n responsable. Una semana antes de autorizar que Belo Monte redujera dr¨¢sticamente el agua de la Vuelta Grande del Xing¨², el Instituto Brasile?o del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables (Ibama) consider¨® inaceptable el caudal que la empresa propuso para la Vuelta Grande del Xing¨², porque no hab¨ªa estudios fiables capaces de demostrar la seguridad socioambiental de una de las regiones m¨¢s biodiversas de la Amazonia.
El ¨¢rea t¨¦cnica del ¨®rgano ambiental de Brasil determin¨® que Norte Energia S.A., empresa controlada por el Grupo Eletrobras, deb¨ªa rehacer los estudios y volver a presentarlos: ¡°Faltan datos de base para realizar test y comprobar los resultados, falta aclarar las fuentes y el origen de los datos, falta claridad en la redacci¨®n del texto, citas sin resultados y sin discusi¨®n. (...) El presente an¨¢lisis tambi¨¦n discrepa de la supuesta validaci¨®n del modelo. (...) Este an¨¢lisis NO considera satisfactorias las respuestas dadas a las preguntas 1, 2 y 4. (...) Por ¨²ltimo, se constata que hay conclusiones basadas en la especulaci¨®n sobre la garant¨ªa del mantenimiento de ambientes acu¨¢ticos bajo los caudales de los hidrogramas de prueba sin datos de los estudios bi¨®ticos¡±.
N¨®tese que estas palabras no son m¨ªas, sino del propio Ibama. Desde 2020, Norte Energia pelea en los tribunales contra las decisiones del ¨®rgano medioambiental con relaci¨®n a la cantidad de agua en la Vuelta Grande. El dictamen t¨¦cnico citado est¨¢ fechado el 1 de febrero de 2021. Solo una semana despu¨¦s, el 8 de febrero, el director general del Ibama, el abogado Eduardo Fortunato Bim, ignor¨® la evaluaci¨®n t¨¦cnica y autoriz¨® que Norte Energia liberara casi SIETE VECES MENOS la cantidad media de agua que el ¨®rgano ambiental que dirige hab¨ªa determinado previamente como el m¨ªnimo imprescindible, y casi NUEVE VECES MENOS la cantidad media de agua del caudal natural del r¨ªo en febrero, la ¨¦poca de crecidas. Norte Energia est¨¢ ahora oficialmente autorizada a liberar una cantidad insuficiente de 1.600 metros c¨²bicos de agua por segundo, en lugar de los 10.900 metros c¨²bicos por segundo determinados previamente por el personal t¨¦cnico del Ibama y los 14.000 metros c¨²bicos por segundo del caudal natural medio del Xing¨² en esta ¨¦poca del a?o.
Para ¡°compensar¡± la destrucci¨®n de la Vuelta Grande, el presidente del Ibama firm¨® un ¡°T¨¦rmino de Compromiso Ambiental¡± con Norte Energia, seg¨²n el cual la empresa ¡°invierte¡± 29 millones de d¨®lares en acciones de mitigaci¨®n durante tres a?os. Por ejemplo: como van a exterminar los peces, que ya no pueden alimentarse ni reproducirse, peces que en este instante deber¨ªan estar haciendo la piracema (migraci¨®n r¨ªo arriba para desovar), pero que en cambio est¨¢n muriendo por falta de agua, la empresa lleva a cabo un proyecto de reproducci¨®n de peces en laboratorios. Es en serio, no es una broma. Ojal¨¢ lo fuera. Se est¨¢ cambiando una parte de la selva por una serie de proyectos artificiales que ya se ha demostrado que son inviables en las compensaciones anteriores de Norte Energia, que, en la mayor¨ªa de los casos, solo enriquecen a las empresas contratadas para ejecutarlos.
Vale la pena recordar que se ha demostrado que Norte Energia S.A. no ha terminado todas las acciones de mitigaci¨®n necesarias para obtener la licencia para operar la central, y la opera desde 2016. La licencia la otorg¨® el Ibama a finales de 2015 sin que la empresa hubiera cumplido las condiciones que condicionaban la operaci¨®n. Lo que condicionaba dej¨® de condicionar, en uno de los grandes esc¨¢ndalos de una trayectoria en la que no faltan.
Las nuevas medidas supuestamente compensatorias van a parar a esta cuenta que ninguna tienda de la esquina aceptar¨ªa, pero el Gobierno brasile?o, s¨ª. Incluso porque casi la mitad (49,98%) de las acciones de Norte Energia est¨¢n ahora en manos del grupo estatal Eletrobras. El segundo mayor grupo de accionistas (20%) son los fondos de pensiones Petros y Funcef, es decir, los fondos de pensiones complementarios de los empleados de las estatales Petrobras y Caixa Econ?mica Federal. Ser¨ªa interesante saber qu¨¦ piensan los funcionarios sobre la conexi¨®n de sus fondos de pensiones con un desastre ecol¨®gico en la Amazonia. La compensaci¨®n, adem¨¢s de ser imposible en la pr¨¢ctica, es solo una promesa, ya que el pasivo de la empresa es enorme, como lo demuestran m¨¢s de 20 acciones del Ministerio P¨²blico Federal.
En la pr¨¢ctica, el presidente del Ibama ha autorizado que la empresa altere completamente el ciclo biol¨®gico de la Vuelta Grande del Xing¨², afectando al menos a dos pueblos ind¨ªgenas, los yudj¨¢s (tambi¨¦n conocidos como jurunas) y los araras, lo cual es inconstitucional, y tambi¨¦n a las comunidades de ribere?os, pescadores y agricultores familiares. Tambi¨¦n ha autorizado la degradaci¨®n del Xing¨², uno de los mayores r¨ªos de la Amazonia, as¨ª como de toda la fauna y flora de la Vuelta Grande, una de las regiones m¨¢s extraordinarias de la selva, con algunas especies end¨¦micas, como los plecos cebra, lo que significa que solo existen en ese bioma y desaparecer¨¢n con ¨¦l. El presidente del principal ¨®rgano medioambiental del Gobierno brasile?o ha autorizado que una empresa controle el agua de uno de los grandes afluentes del Amazonas y destruya un trozo de la mayor selva tropical del mundo y enga?a a la poblaci¨®n afirmando que se puede compensar la tragedia ecol¨®gica provocada. La selva es un organismo integrado, complejo e interdependiente, como el propio planeta. Lo que ocurre en la Vuelta Grande del Xing¨² repercute en todo el sistema y acelerar¨¢ la escalada de la Amazonia hacia el punto sin retorno, cuando la selva se convierte en sabana.
?Qu¨¦ ha pasado para que el ¨¢rea t¨¦cnica del Ibama diga no y el ¨¢rea pol¨ªtica diga s¨ª? La presi¨®n de lo que se llama el sector el¨¦ctrico y sus agentes. Una presi¨®n realizada con el apoyo de las secciones de econom¨ªa de algunos de los mayores peri¨®dicos del pa¨ªs. Desde enero, el Ibama y tambi¨¦n a la opini¨®n p¨²blica sufren un intenso asedio. Los comunicados filtrados a la prensa, y reproducidos con frecuencia sin cr¨ªtica, anunciaban la amenaza de colapso del sistema el¨¦ctrico del pa¨ªs si el Ibama rechazaba el volumen de agua que exig¨ªa Norte Energia, que ¡ªvale la pena repetirlo¡ª es comprobadamente incompatible con el mantenimiento del ecosistema de la Vuelta Grande del Xing¨².
El 15 de diciembre, el Ministerio de Minas y Energ¨ªa ya hab¨ªa declarado en una carta: ¡°Se concluye que los cambios en el hidrograma definido para la Central Hidroel¨¦ctrica de Belo Monte, evaluados desde la perspectiva de la generaci¨®n de energ¨ªa el¨¦ctrica, se traducen en impactos negativos significativos en el sector el¨¦ctrico brasile?o, con efectos diversos, sist¨¦micos y colectivos, de planificaci¨®n, comerciales y operativos, afectando incluso la seguridad energ¨¦tica¡±.
El 27 de enero, la Agencia Nacional de Energ¨ªa El¨¦ctrica envi¨® una carta al Ibama, firmada por su director general, Andr¨¦ Pepitonne da N¨®brega, en la que afirmaba: ¡°Sin entrar en los aspectos ambientales del asunto, el impacto estimado de la medida aplicada en los dos primeros meses de 2021, enero y febrero, ser¨ªa de cerca de 1.300 millones de reales [240 millones de d¨®lares] para el consumidor final de energ¨ªa el¨¦ctrica¡±. Una parte de la prensa reprodujo la carta como noticia, sin mencionar el impacto socioambiental de la enorme reducci¨®n del caudal de agua en la Vuelta Grande ni explicar c¨®mo el presidente de la Agencia Nacional de Energ¨ªa El¨¦ctrica hab¨ªa llegado a ese c¨¢lculo, m¨¢s all¨¢ de la mera afirmaci¨®n de que se deb¨ªa al coste del ¡°aumento de la producci¨®n en las centrales termoel¨¦ctricas¡±, que son m¨¢s caras y contaminantes.
El 28 de enero, el Ministerio de Econom¨ªa, dirigido por Paulo Guedes, envi¨® una nota t¨¦cnica al Ibama, en la que dec¨ªa: ¡°En resumen, sin entrar en discusiones jur¨ªdicas o medioambientales que escapan a las facultades de esta Secretar¨ªa, y asumiendo las consecuencias energ¨¦ticas presentadas por el ministerio sectorial responsable [el Ministerio de Minas y Energ¨ªa], que el Ibama mantenga dicho hidrograma puede obstaculizar la necesaria recuperaci¨®n del crecimiento econ¨®mico del pa¨ªs tras una crisis sanitaria sin precedentes, lo que supone riesgos para el orden p¨²blico y la econom¨ªa¡±. (El ¨¦nfasis es m¨ªo.)
Obs¨¦rvese que tanto el Ministerio de Econom¨ªa como la Agencia Nacional de Energ¨ªa El¨¦ctrica utilizan la picard¨ªa de una advertencia: ¡°sin entrar en los aspectos ambientales del asunto¡±, en el caso de la Agencia Nacional de Energ¨ªa El¨¦ctrica, o ¡°sin entrar en discusiones jur¨ªdicas o medioambientales¡±, en el caso del Ministerio de Econom¨ªa. ?C¨®mo se puede hacer un an¨¢lisis, en el 2021, sin abarcar la cuesti¨®n ambiental, en cualquier regi¨®n del globo y a¨²n m¨¢s en la Amazonia? No es necesario tener un curso intensivo de econom¨ªa para entender que esto es mala fe o incompetencia, o ambas cosas. El medio ambiente no es una cuesti¨®n paralela, sino la l¨ªnea que atraviesa todas las dem¨¢s cuestiones. Tratar el medio ambiente como una cuesti¨®n tangencial es de una ignorancia imperdonable e inaceptable en este momento hist¨®rico. El medio ambiente es nuestra casa, la que la juventud clim¨¢tica denuncia que est¨¢ en llamas. Y lo est¨¢. Y, gracias al Brasil gobernado por Bolsonaro, tambi¨¦n lo est¨¢ literalmente.
Cabe recordar que el fondo soberano de Noruega, el mayor del mundo, excluy¨® Eletrobras en 2020 debido a las violaciones ambientales y de derechos humanos que se cometieron en la construcci¨®n y operaci¨®n de Belo Monte. ¡°Es un riesgo inaceptable que [Eletrobras] cometa violaciones graves o sistem¨¢ticas de los derechos humanos¡± fueron las palabras utilizadas. Hoy, son los sectores econ¨®micos internacionales los que m¨¢s presionan para que se conserve la Amazonia, no porque sus dirigentes se hayan convertido de repente en ecologistas, sino porque no son tontos. Y como tienen m¨¢s de dos neuronas son capaces de entender que, sin la selva, no hay futuro para la especie y, por tanto, no habr¨¢ ni consumidores ni beneficios. Si alg¨²n empleado, aunque fuera de bajo rango, hiciera alg¨²n an¨¢lisis de impacto sin ¡°entrar en la cuesti¨®n medioambiental¡± en cualquier organismo internacional o en cualquier gran empresa con competitividad hoy ser¨ªa despedido. Lo mismo vale para los periodistas de econom¨ªa. Al parecer, los dirigentes brasile?os se graduaron en el siglo XX y no volvieron a leer nada m¨¢s. O, quiz¨¢s, todav¨ªa est¨¢n atascados en los primeros d¨ªas de la revoluci¨®n industrial.
Tambi¨¦n por violar normas medioambientales, especialmente en la Amazonia, el acuerdo de la Uni¨®n Europea con el Mercosur naufraga en los parlamentos de los pa¨ªses europeos. Este viernes, por ejemplo, Fridays For Future, un movimiento liderado por la sueca Greta Thunberg, ha realizado un tuit global pidiendo a los parlamentos de los pa¨ªses europeos que no ratifiquen el acuerdo debido a la destrucci¨®n de la Amazonia. Dos de sus l¨ªderes vinieron a Brasil en velero a finales de 2019 para conocer la selva y conversar con l¨ªderes ind¨ªgenas, quilombolas (descendientes de esclavos rebeldes) y ribere?os en el evento Amazonia Centro del Mundo, que tuvo lugar en la Tierra Media y en Altamira, en el Estado de Par¨¢, con la presencia de Raoni y Davi Kopenawa, entre otros intelectuales de la selva.
No hay nada que est¨¦ m¨¢s entrelazado con la cuesti¨®n medioambiental hoy, en un mundo en colapso clim¨¢tico, que la econom¨ªa. Pero los dirigentes del ¨¢rea en Brasil consideran perfectamente normal analizar un hecho que tendr¨¢ un enorme impacto ambiental sin ¡°entrar en la cuesti¨®n ambiental¡±. La cartera de Paulo Guedes tambi¨¦n consider¨® oportuno utilizar expresiones t¨ªpicas de gobiernos autoritarios, que siempre desenfunda cuando es necesario aterrorizar a la poblaci¨®n: ¡°riesgos para el orden p¨²blico y la econom¨ªa¡±.
Ning¨²n an¨¢lisis puede tomarse en serio sin el coste socioambiental. Brasil se ha visto fuertemente presionado y ha ido perdiendo inversiones y mercados para sus productos debido al aumento de la destrucci¨®n de la Amazonia, pero empieza 2021 decretando el fin de un trozo de selva. A diferencia de los impactos de la supuesta reducci¨®n de la producci¨®n de energ¨ªa por parte de Belo Monte, los impactos socioambientales en la Vuelta Grande del Xing¨² est¨¢n bien controlados y documentados por los mejores cient¨ªficos desde hace a?os. Solo hay que leer las investigaciones y los documentos. En el m¨¢s reciente, fechado el 28 de enero y presentado al Ministerio P¨²blico Federal, algunos de los principales investigadores brasile?os afirman:
¡°Considerando que las poblaciones ind¨ªgenas y ribere?as que viven en la Vuelta Grande del Xing¨² tienen como fundamento de su modo de vida la codependencia con los procesos ecosist¨¦micos de la regi¨®n, cualquier alteraci¨®n irreflexiva, imprudente y/o precipitada de estos procesos conduce a escenarios de debilitamiento de estos pueblos en un sentido amplio de la expresi¨®n. Es la imposici¨®n irreversible de la p¨¦rdida de la soberan¨ªa alimentaria de las familias locales que tiende a agravarse en las pr¨®ximas generaciones, del debilitamiento econ¨®mico asociado a la p¨¦rdida de la biodiversidad vegetal y animal, adem¨¢s de la p¨¦rdida de calidad de vida y de salud de estas y de las pr¨®ximas generaciones¡±.
Desde antes de su construcci¨®n, los expertos del sector el¨¦ctrico ya denunciaban que Belo Monte servir¨ªa m¨¢s para producir comisiones ilegales que energ¨ªa, ya que el r¨ªo Xing¨² vive una estaci¨®n de sequ¨ªa durante la mitad del a?o. Aun as¨ª, el proyecto se construy¨®: presupuestado en 3.500 millones de d¨®lares en la subasta de 2010, el coste ha superado hoy los 7.300 millones, financiados en su mayor parte con dinero p¨²blico del Banco Nacional de Desarrollo Econ¨®mico y Social. La corrupci¨®n qued¨® finalmente al descubierto con la operaci¨®n anticorrupci¨®n Lava Jato, que revel¨® las comisiones que las constructoras pagaron al Partido del Movimiento Democr¨¢tico Brasile?o (PMDB) y al Partido de los Trabajadores (PT), los partidos que estaban en el poder durante la construcci¨®n.
Muchas de las advertencias que hizo el panel de expertos que analiz¨® el impacto del proyecto de Belo Monte en el ecosistema incluso antes de la subasta de la central se confirmaron. En diciembre de 2019, el reportero Andr¨¦ Borges, del peri¨®dico O Estado de S. Paulo, denunci¨® que Norte Energia hab¨ªa pedido autorizaci¨®n a la Agencia Nacional de Energ¨ªa El¨¦ctrica para construir centrales t¨¦rmicas para compensar los meses secos del Xing¨². Adem¨¢s de ser caras, las centrales t¨¦rmicas son muy contaminantes. Semanas antes, EL PA?S y The Guardian ya hab¨ªan revelado que, en una carta dirigida a la directora-presidenta de la Agencia Nacional de Aguas, Christianne Dias Ferreira, el director-presidente de Norte Energia, Paulo Roberto Ribeiro Pinto, afirmaba que ten¨ªa que alterar el caudal del embalse intermedio de la central de Belo Monte, debido a la severa sequ¨ªa que sufre el r¨ªo Xing¨², para evitar da?os estructurales en la presa principal.
Adem¨¢s de la inviabilidad t¨¦cnica de la central, de la corrupci¨®n y la destrucci¨®n del medio ambiente con efectos en toda la regi¨®n amaz¨®nica, la construcci¨®n de Belo Monte contribuy¨® a convertir Altamira, la principal ciudad del Medio Xing¨², en la m¨¢s violenta de la Amazonia. En julio de 2019, la ciudad tambi¨¦n fue escenario de la segunda mayor masacre carcelaria de la historia de Brasil, con 62 personas asesinadas, la mayor¨ªa de ellas decapitadas o quemadas. Hoy, la ciudad enfrenta, en medio de una pandemia, una serie de suicidios de ni?os y adolescentes. La central el¨¦ctrica tambi¨¦n fue determinante para que la regi¨®n se convirtiera en el epicentro de deforestaci¨®n e incendios forestales. Y, adem¨¢s, caus¨® un gran impacto en la salud de la poblaci¨®n. El propio Ministerio de Sanidad se?al¨® el enorme aumento de la desnutrici¨®n infantil entre los ni?os ind¨ªgenas durante la construcci¨®n. Profesionales de la salud mental vinculados a la Universidad de S?o Paulo documentaron en el proyecto Refugiados de Belo Monte el impacto que tuvo en la poblaci¨®n ribere?a que fueran expulsados de su territorio por la central. Una obra totalmente parad¨®jica en el panorama pol¨ªtico de Brasil: la primera turbina fue inaugurada con orgullo por la expresidenta Dilma Rousseff en 2016 y la ¨²ltima fue inaugurada con orgullo por el actual presidente, Jair Bolsonaro, en 2019.
El actual y avanzado cap¨ªtulo de destrucci¨®n es lo que Norte Energia y parte del Gobierno, el mercado y la prensa llaman ¡°Hidrograma de Consenso¡±, nombre digno de la distop¨ªa de George Orwell. En la nota t¨¦cnica de principios de febrero, el propio ¨®rgano ambiental dice que no hay ning¨²n consenso. En palabras literales: ¡°Considerando la evidencia documental de que los cronogramas A y B [caudales alternativos] NO fueron el resultado de discusiones t¨¦cnicas en las que participara el Ibama, sino de una decisi¨®n unilateral de la empresa, este dictamen se refiere a ellos como HIDROGRAMAS DE PRUEBA, y no de consenso¡±. (Las may¨²sculas son del Ibama, no m¨ªas.)
La ¡°prueba¡± demostr¨® lo que ya hab¨ªan anticipado los cient¨ªficos: la incompatibilidad entre una cantidad tan reducida de agua y la reproducci¨®n de la vida. El juez federal que fall¨® a favor del Ibama el a?o pasado bas¨® su decisi¨®n en el ¡°principio de precauci¨®n, prevenci¨®n e inversi¨®n de la carga de la prueba¡±. As¨ª, impuso ¡°al emprendedor el deber de probar que su actividad cuestionada no causa o no est¨¢ causando da?os al medio ambiente¡±. Tal y como afirma el ¨¢rea t¨¦cnica del Ibama, Norte Energia no consigui¨® probarlo: ¡°Este dictamen no considera adecuado el planteamiento dado por el informe t¨¦cnico [de Norte Energia] y sugiere su DEVOLUCI?N y reajuste¡±. (Una vez m¨¢s, las may¨²sculas son del Ibama, no m¨ªas.)
Y entonces lleg¨® la motosierra del ¨¢rea que se autodenomina econ¨®mica, con la amenaza del colapso energ¨¦tico, del riesgo para la seguridad nacional y de la enorme ¡°carga para los consumidores¡±. En la pr¨¢ctica, el Gobierno de Bolsonaro ha vendido la Vuelta Grande del Xing¨² por unos supuestos 29 millones de d¨®lares a una central que cost¨® m¨¢s de 7.300 millones, cuyo principal accionista es Eletrobras. ?Y cu¨¢l es el plan para Eletrobras? La privatizaci¨®n, en la que el enorme pasivo ambiental y humano de Belo Monte, consolidado en la escena internacional como una cat¨¢strofe ecol¨®gica en la Amazonia, es un serio obst¨¢culo, porque lo que se suele llamar ¡°el mercado¡± es codicioso y no tiene escr¨²pulos, pero no es est¨²pido. ?Qui¨¦n gana? ?Qui¨¦n pierde? Los intereses que rodean a Belo Monte, desde antes de su pol¨¦mica subasta, se han mostrado muy poco republicanos.
Aceptando por un momento, solo como ejercicio mental, que los intereses son por el bien p¨²blico, que hay una preocupaci¨®n genuina por la cuesti¨®n energ¨¦tica y que los dirigentes pueden demostrar lo que afirman: colapso energ¨¦tico, amenaza a la seguridad nacional, 240 millones de d¨®lares de costes para los consumidores, etc. Aceptando, solo hipot¨¦ticamente, que estas afirmaciones fueran correctas y se hicieran de buena fe, ?qu¨¦ tenemos del otro lado? El colapso ya en marcha de una regi¨®n de 130 kil¨®metros de selva tropical habitada por pueblos ind¨ªgenas, ribere?os, pescadores y agricultores familiares, as¨ª como de especies de fauna y flora a¨²n no del todo conocidas, en uno de los r¨ªos m¨¢s biodiversos del mundo. Y esto en un momento en que las principales autoridades mundiales, en todas las ¨¢reas, afirman que la crisis clim¨¢tica es el mayor desaf¨ªo de la historia de la humanidad y que, para afrontarla, la Amazonia es estrat¨¦gica. Este colapso, a su vez, est¨¢ totalmente documentado por los cient¨ªficos m¨¢s respetados para quienes deseen informarse y estudiar.
Aceptando incluso, solo hipot¨¦ticamente, que la reducci¨®n de la producci¨®n de Belo Monte significara un riesgo real de colapso energ¨¦tico, es importante se?alar que esto convertir¨ªa la planificaci¨®n brasile?a para el sector en un arca¨ªsmo incompatible con el actual momento mundial. Mientras otros pa¨ªses, con mucho menos potencial que Brasil, han realizado enormes inversiones en energ¨ªa solar y e¨®lica, Brasil destruye la selva y planea destruirla todav¨ªa m¨¢s, como ha demostrado al anunciar recientemente la reanudaci¨®n de proyectos hidroel¨¦ctricos en la Amazonia. Ning¨²n profesional serio considera hoy en d¨ªa que la energ¨ªa hidroel¨¦ctrica en la Amazonia sea ¡°limpia¡±. Este punto de vista ya ha sido totalmente superado por la evidencia bien documentada de la realidad y la ciencia.
Aceptando, solo hipot¨¦ticamente, que ambas premisas (y no solo una) sean ciertas ¡ªla del colapso ecol¨®gico, ampliamente documentada, y la del colapso energ¨¦tico, esta solo en boca de algunas autoridades del actual Gobierno y sus anticuadas visiones¡ª, ?no ser¨ªa sensato seguir el principio b¨¢sico de precauci¨®n? ?No deber¨ªa algo de esta magnitud e impacto en la mayor selva tropical del mundo ser al menos ampliamente discutido con toda la sociedad? ?As¨ª, de un plumazo, el Gobierno de Bolsonaro condena una parte de la Amazonia?
Destruir la selva es destruir los patrones de lluvia y clima. Es destruir la producci¨®n de alimentos, los ingresos de los agricultores y la competitividad y aceptaci¨®n de los productos brasile?os en el mercado internacional. Es afectar a las condiciones de vida de los habitantes de S?o Paulo y R¨ªo de Janeiro. Es repercutir en el futuro de todos los habitantes del planeta. Se trata de eso. Y, como el Gobierno es el agente de la destrucci¨®n, nos corresponde a nosotros impedir que se produzca otro crimen, este de enormes proporciones. O la sociedad brasile?a y mundial se moviliza o el ecocidio se consumar¨¢. Si la Vuelta Grande del Xing¨² muere, estaremos dando un paso m¨¢s hacia nuestro propio suicidio como especie.
El mi¨¦rcoles 17 de febrero, el guerrero ind¨ªgena Aruk¨¢ Juma muri¨® de covid-19. Era el ¨²ltimo hombre de los jumas, un pueblo amaz¨®nico exterminado a lo largo de las ¨²ltimas d¨¦cadas por sucesivos ataques genocidas. El riesgo de la pandemia para un pueblo de reciente contacto era conocido y el Supremo Tribunal Federal determin¨® la construcci¨®n de una barrera sanitaria. El Gobierno de Jair Bolsonaro no la hizo. Y el ¨²ltimo juma muri¨®. Seg¨²n la Coordinaci¨®n de Organizaciones Ind¨ªgenas de la Amazonia Brasile?a, a principios del siglo XX el pueblo juma contaba con 15.000 personas. En 2002, estaban reducidos a cinco: uno, dos, tres, cuatro y cinco. Hoy, no queda ni un solo hombre. El Gobierno de Bolsonaro acaba de extinguir un pueblo y de determinar la muerte de la Vuelta Grande del Xing¨². Si seguimos callados, es mejor que enterremos ya lo que llamamos Brasil. En una fosa com¨²n, ya que no hay suficientes tumbas en los cementerios para tantos muertos.
Eliane Brum es escritora, reportera y documentalista. Autora de ¡®Brasil, construtor de ru¨ªnas: um olhar sobre o pa¨ªs, de Lula a Bolsonaro¡¯. Web: elianebrum.com. E-mail: elianebrum.coluna@gmail.com. Twitter, Instagram y Facebook: @brumelianebrum.
Traducci¨®n de Meritxell Almarza
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