?Cu¨¢nta agua tiras?

El agua es, junto con el sol y el suelo, lo m¨¢s importante para la vida en nuestro planeta. Hasta cotiza en Bolsa. Y, sin embargo, ?c¨®mo la malgastamos! Lo he medido: en invierno, en mi piso, con instalaci¨®n de caldera de gas, hasta que el agua caliente llega al cuarto de ba?o se van directamente al desag¨¹e entre 7 y 10 litros. Una familia de cuatro personas, solamente esperando a que la temperatura sea la deseada para la ducha, el fregadero, el lavabo, etc¨¦tera, calculo que tira, sin utilizar, como m¨ªnimo 100 litros de agua potable al d¨ªa. Existen aparatos dom¨¦sticos de f¨¢cil instalaci¨®n para evitar este desperdicio e incluso una normativa de hace unos a?os que, inexplicablemente, nunca se lleg¨® a aplicar. Ser¨ªa muy ¨²til instalarlos en las viviendas de nueva construcci¨®n, as¨ª como en las reformas de cocinas o ba?os, que tan frecuentes son ¨²ltimamente. Hag¨¢moslo. Las futuras generaciones nos lo agradecer¨¢n.

Carmen Alonso N¨²?ez. Madrid

Un domingo cualquiera

Cierro los ojos, tumbada en el sof¨¢ de la casa de mis padres, cualquier domingo por la tarde. Oigo el leve ruido que hace mi padre al pasar las p¨¢ginas del peri¨®dico. A su lado, en el otro sill¨®n, mi madre lee el suplemento del domingo. Sentirlos tan cerca me reconforta. Y pienso: ¡°?Esto es vida!¡±. Dando por hecho que ser¨¢ as¨ª para siempre. Y ya han pasado dos a?os desde tu repentina p¨¦rdida, pap¨¢. Y aqu¨ª seguimos, comprando cada domingo EL PA?S, como t¨² hac¨ªas, tratando de seguir la vida sin ti.

Elena Garc¨ªa Ruiz. M¨¢laga

Ni una sola l¨¢grima m¨¢s

Gritos, amenazas, nadie acude en su ayuda; su rostro va de derecha a izquierda, mientras, con sus manos, intenta aplacar los golpes. Un d¨ªa s¨ª y otro tambi¨¦n, la historia se repite. Nadie encuentra el remedio para detener esta lacra que se ha llevado a m¨¢s de 1.000 personas y parece no tener fin. Muchas denuncian, pero no es suficiente; unos creen el relato, otros no le dan importancia. Y mientras, las v¨ªctimas seguir¨¢n sintiendo el miedo y la sospecha de que si hay una pr¨®xima vez, para ellas ya sea demasiado tarde. Ni un golpe m¨¢s, ni una amenaza m¨¢s y que ni una sola l¨¢grima provocada por el miedo o la impotencia resbale por ninguna mejilla.

Fernando Marc¨¦n Letosa. Leci?ena (Zaragoza)

?Para cu¨¢ndo mi segunda dosis?

Soy un triste profesor y, por qu¨¦ no, un profesor triste. En el mes de marzo me pusieron la primera dosis de la vacuna de AstraZeneca. Ya han pasado tres meses de mi primera dosis y sigo esperando la segunda. Mi sorpresa es que en las noticias comentan que van a adelantar la vacunaci¨®n de ciertos colectivos de las 12 semanas previstas a 11 para evitar riesgos con la variante india. Como siempre, los profesores que ¨¦ramos important¨ªsimos, ya no lo somos tanto. ?Me podr¨¦ ir de vacaciones vacunado? No lo creo, ya se han olvidado de nosotros y hasta septiembre ya no interesa lo que digamos. Si cuando comience el curso no tengo la pauta completa, yo me quedar¨¦ en casa para no enfermar. Quienes dise?an la estrategia de vacunaci¨®n no lo tendr¨¢n que hacer, ya estar¨¢n vacunados.

Juan Diego. Madrid

Disfrutar de todas las etapas

Despu¨¦s de trabajar para vivir y vivir para trabajar, muchos jubilados, por la pandemia con sus confinamientos y limitaciones de movilidad, hemos sentido que nos quitaban parte del tiempo que nos quedaba para disfrutar de nuestro merecido descanso. Si encima nuestra esperanza de vida es inferior a lo esperado porque la edad biol¨®gica es superior a la cronol¨®gica, nos tendremos que replantear las prioridades del breve futuro que tenemos ante nosotros. Adem¨¢s de cumplir con nuestras obligaciones personales (envejecimiento activo), familiares (ayudas y cuidados), ciudadanas, etc¨¦tera, tenemos que estar motivados y disfrutar el aqu¨ª y el ahora, practicando la empat¨ªa y la espiritualidad.

Fernando Serrano Echeverria. Eibar (Gipuzkoa)

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