Peligroso cruce de frontera en Per¨²

Los autores de art¨ªculos de opini¨®n est¨¢n sujetos a menos reglas que el resto, pero hay una frontera que el Libro de estilo les proh¨ªbe cruzar: ¡°Los textos de opini¨®n han de basarse en datos verificados¡±. Esa divisoria qued¨® superada en el art¨ªculo de Mario Vargas Llosa del pasado domingo con esta frase: ¡°¡­la presidencia de Castillo parece consumarse pese al fraude perpetrado por Per¨² Libre que acompa?¨® dichos comicios [segunda vuelta], por obra de un Jurado Nacional de Elecciones que resiste imp¨¢vido todas las demostraciones en contrario¡±. Alud¨ªa a Pedro Castillo, candidato de izquierdas cuyo ajustado triunfo provisional est¨¢ pendiente de que ese Jurado de Elecciones dilucide las denuncias de irregularidades.

En anteriores art¨ªculos, Vargas Llosa, Nobel de Literatura, periodista y seguramente la m¨¢s prestigiosa firma hist¨®rica de EL PA?S, pidi¨® a los peruanos que votaran a la candidata conservadora, Keiko Fujimori, convencido de que, si Castillo consolidaba su triunfo de la primera vuelta, ¡°no volver¨¢ a haber elecciones limpias en el Per¨²¡± (18 de abril); anunci¨® que ¨¦l hab¨ªa hecho campa?a por Fujimori (6 de junio, d¨ªa de la segunda vuelta) y que su impresi¨®n ¡ª¡±a trav¨¦s de las m¨²ltiples y contradictorias informaciones que me llegan¡±, dec¨ªa¡ª era que en los comicios hubo ¡°graves irregularidades¡± que adjudicaba a fuentes concretas (20 de junio). Pese a las protestas de lectores, el escritor se limitaba en esos casos a ejercer su derecho a la libertad de expresi¨®n.

Sin embargo, en la frase de que ha habido un ¡°fraude perpetrado por Per¨² Libre¡± alg¨²n lector vio violentado ese principio del oficio seg¨²n el cual las opiniones son libres, pero los hechos, sagrados. Desde Montevideo, Jorge Castrill¨®n cree que el art¨ªculo difunde ¡°un bulo¡± y que el peri¨®dico debe separar ¡°los hechos de los bulos¡± porque, si no, ¡°est¨¢ dilapidando su credibilidad¡± al difundir comentarios que ¡°opacan el excelente trabajo que, por regla general, desempe?an sus corresponsales a pie de calle¡±.

En Per¨², esos corresponsales han sido Juan Diego Quesada, enviado especial, y Jacqueline Fowks, que habitualmente cuenta la actualidad peruana en EL PA?S. Responden as¨ª ambos a la pregunta de si hay hechos confirmados para sostener que ha habido fraude. ¡°Ninguno. El sistema de conteo es hipergarantista. Las actas de todas las mesas se pueden consultar en Internet. La discusi¨®n sobre las actas que impugn¨® uno u otro partido se retransmiti¨® en streaming. El retraso en la proclamaci¨®n de Castillo se debe, en parte, a ese garantismo, que evita un pucherazo¡±. Mientras, han alabado la limpieza electoral EE UU, la UE y la OEA.

Mario Vargas Llosa reitera en un mensaje al Defensor del Lector la relaci¨®n de denuncias de fraude que se?al¨® en su texto del 20 de junio: ocupaci¨®n ilegal de mesas organizada por Per¨² Libre, firmas falsas en actas seg¨²n graf¨®logos independientes, suplantaci¨®n ilegal de miembros de mesas por familiares y mesas sin votos para Fujimori en la segunda vuelta cuando los hubo en la primera o sin votos en blanco o nulos porque fueron adjudicados a Castillo.

¡°Hay unas dos mil mesas por lo menos¡±, a?ade el premio Nobel, ¡°donde se registran estas irregularidades graves, que, seg¨²n observadores bolivianos como el expresidente Tuto Quiroga, son un calco de los m¨¦todos utilizados en el fraude electoral de Bolivia en 2019 (Evo Morales es un cercano aliado de Castillo)¡±. ¡°Estas trampas¡±, a?ade, ¡°merec¨ªan ser revisadas por una entidad cre¨ªble, pues suman un total de votos muy superior a la diferencia que separa en el escrutinio oficial a Castillo de Fujimori. De all¨ª la opini¨®n de muchos peruanos, incluida la m¨ªa, de que, ante la actuaci¨®n sospechosa del Jurado Nacional de Elecciones frente a los pedidos de nulidad de la parte afectada, era indispensable una auditor¨ªa internacional del proceso de votaci¨®n, algo a lo que el Gobierno peruano, parcializado con Castillo, se neg¨®¡±.

Es esa una opini¨®n perfectamente sostenible en una tribuna o una columna, pero la afirmaci¨®n de que hubo fraude va m¨¢s lejos cuando a¨²n no hay un dictamen oficial y definitivo, sea peruano o internacional, sobre esas presuntas irregularidades. El jefe de Opini¨®n, el subdirector Andrea Rizzi, se?ala al respecto: ¡°La afirmaci¨®n es sin duda pol¨¦mica y plantea un dilema de edici¨®n. Nuestro criterio general es aplicar una interpretaci¨®n amplia de la libertad de opini¨®n. Pero es cierto que en este caso habr¨ªa sido adecuado hablar con el autor y proponerle considerar una reformulaci¨®n que a la vez respetara su libertad de opini¨®n y aclarara el contexto f¨¢ctico sobre el que se pronuncia¡±.

El lector tiene los elementos para formarse su propio criterio sobre lo ocurrido. EL PA?S estaba obligado a d¨¢rselos.

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