Duque en la recta final

Colombia encara el ¨²ltimo a?o de gobierno de Iv¨¢n Duque en un escenario repleto de incertidumbres, con una pandemia que apenas ahora da un respiro gracias a la campa?a de vacunaci¨®n y con la llama de las protestas que sacudieron al pa¨ªs hace unos meses lejos de apagarse. Todo ello mientras los actores pol¨ªticos piensan ya en las elecciones del pr¨®ximo a?o, lo que alimenta un ambiente de crispaci¨®n y polarizaci¨®n mayor si cabe. El escenario coloca al actual mandatario en una posici¨®n en la que garantizar la estabilidad del pa¨ªs y la transici¨®n hacia el pr¨®ximo Gobierno sin sobresaltos puede ser, parad¨®jicamente, su mayor legado.

No ha tenido una f¨¢cil presidencia Duque. Lleg¨® a la Casa de Nari?o bajo la inexpugnable sombra de su mentor, el expresidente ?lvaro Uribe, quien desde que lleg¨® al poder en 2002 ha marcado el porvenir de sus dos sucesores. Si bien Juan Manuel Santos cort¨® de ra¨ªz con Uribe y dej¨® como legado el acuerdo de paz con las FARC ¡ªun pacto que no ha terminado de implementarse como es debido, y ha costado una sangr¨ªa de muertes de l¨ªderes sociales¡ª, a Duque se le puede achacar que nunca ha terminado de romper amarras con el expresidente, lo que le ha generado una ola de rechazo desde el principio, en momentos injustificada, e incluso reproches recientes del propio Uribe.

No obstante, el presidente Duque tiene ante s¨ª la posibilidad de revertir cualquier traspi¨¦ de estos tres a?os en el ¨²ltimo que le queda de mandato. Durante este corto periodo todav¨ªa puede dar salida a su versi¨®n m¨¢s pragm¨¢tica y de hombre de Estado, que sepa garantizar la consecuci¨®n del plan de vacunaci¨®n ante la pandemia, que estabilice la econom¨ªa con una reforma que contente a todo el pa¨ªs y que se aleje de las guerras sucesorias, especialmente de las de su propio partido, que solo pueden aumentar la herida en un pa¨ªs suficientemente dolido. Ese ser¨ªa un buen legado para Colombia.