Espa?a ef¨ªmera
Ensimismados como un Hamlet hablando con los abismos, olvidamos que nuestro pa¨ªs es Don Quijote y Sancho, opuestos complementarios que nos brindan la capacidad de entender al diferente
Paseo por las calles de Soria e inevitablemente aparece Machado, aquella ¡°Soria pura, con su castillo guerrero arruinado sobre el Duero¡±. Juego a entender su identificaci¨®n con esta sobriedad castellana que es tambi¨¦n un poco la m¨ªa. Hay que estar aqu¨ª para percatarse. El prejuicio que describe a las grandes urbes como lugares cosmopolitas contrasta con la sensaci¨®n de escapar de Madrid hacia cualquier otra provincia y descubrir, como cada verano, que hay otros horizontes. La burbuja es Madrid. La idea viene al pasear y pensar que alguien como Machado, sevillano, caminara por Soria como lo hizo por Madrid, Segovia o Baeza. Su generaci¨®n se obsesion¨® con los problemas de Espa?a y la conoc¨ªan bien. Me pregunto qu¨¦ significa hoy Espa?a.
Me han invitado a conversar sobre la calidad de nuestro debate p¨²blico, pero enseguida descubro que hablar de polarizaci¨®n y crispaci¨®n es traer aqu¨ª lo que sucede en Madrid. Al hablar de pol¨ªtica local, los sorianos no se identifican con esa descripci¨®n, y ese abismo que separa territorialmente a Espa?a tiene mucho que ver con la nula presencia de los medios de comunicaci¨®n, con la desaparici¨®n de sus delegaciones locales. ¡°No nos vemos en ning¨²n sitio¡±, se lamentan. Y tienen raz¨®n. Dicen que al hablar de ¡°la Espa?a vac¨ªa¡± solo se repiten topicazos. Como con tantas otras cosas, es solo un clich¨¦ de moda, construido en Madrid para insistir fr¨ªvolamente en nuestros problemas capitalinos. Necesitan internet, buenas comunicaciones, pero mientras se habla de la futura prohibici¨®n de vuelos nacionales que quiz¨¢ imponga la transici¨®n ecol¨®gica, lo cierto es que no hay red de infraestructuras que facilite su acceso, que conecte lo que Machado llam¨® ¡°las tierras de Espa?a¡±.
El ensimismamiento de quienes miramos la pol¨ªtica est¨¢ tambi¨¦n en nuestros partidos. El PSOE es cada vez m¨¢s Moncloa y menos Comit¨¦ Federal. Pero un partido, como aprendieron a las malas Ciudadanos y Podemos, es sobre todo su implantaci¨®n territorial. No nos sorprendamos luego de que al Congreso lleguen plataformas como Teruel Existe. Y qu¨¦ decir de los populares, cada vez m¨¢s en su rid¨ªculo ayusismo madrile?o. Casado piensa que la estrategia de convertirse en Vox para com¨¦rselo vale para toda Espa?a. Por eso se abstuvo al votar en el Parlamento Europeo la retirada de fondos a Hungr¨ªa. Lejos queda el tiempo en el que los conservadores espa?oles miraban a Bush o al thatcherismo, que nos parec¨ªan desastrosos. ?Su referente hoy es Orb¨¢n! Ensimismados como un Hamlet hablando con los abismos de nuestra propia burbuja, todos olvidamos que Espa?a es Don Quijote y Sancho, opuestos complementarios que, como dijo Harold Bloom, nos brindan la capacidad de entender al diferente. Y es ir¨®nico y triste que, por nuestro parroquialismo, ¡°un lugar de La Mancha¡± pertenezca a cualquier lugar de la Tierra, salvo a Espa?a.
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