El sector el¨¦ctrico no admite m¨¢s demoras

La situaci¨®n del mercado el¨¦ctrico espa?ol no admite m¨¢s demoras, y el Gobierno deber¨ªa reaccionar con inmediatez. La escalada de los precios el¨¦ctricos ha continuado durante los meses de verano, alcanzando r¨¦cords hist¨®ricos en los ¨²ltimos d¨ªas, y coincide adem¨¢s con una ola de calor que llevar¨¢ las temperaturas (y, por tanto, la demanda el¨¦ctrica) a niveles muy elevados. La bajada temporal del IVA aprobada a finales de junio ha sido ya pr¨¢cticamente contrarrestada por el incesante incremento del precio mayorista de la electricidad. No se trata tan solo de un efecto coyuntural que tensiona a consumidores y empresas en un momento clave para consolidar la recuperaci¨®n econ¨®mica; la electricidad est¨¢ llamada a cumplir un papel protagonista para el cumplimiento de los objetivos clim¨¢ticos, cuya urgencia cada vez m¨¢s apremiante ha sido confirmada esta misma semana por el panel cient¨ªfico de Naciones Unidas. Por eso, el alto precio de la electricidad empieza a representar tambi¨¦n un lastre para avanzar en la descarbonizaci¨®n de las econom¨ªas.

Son al menos dos los instrumentos que el Gobierno tiene en su mano para frenar la escalada de precios el¨¦ctricos. A finales de mayo, anunci¨® el recorte de la retribuci¨®n de hidr¨¢ulicas y nucleares. Sin embargo, eligi¨® entonces la v¨ªa del anteproyecto de ley, que requiere de largos meses de tramitaci¨®n, en lugar del real decreto ley, que habr¨ªa permitido su inmediata entrada en vigor, un instrumento que el Gobierno ha utilizado en otros casos en los que la urgencia estaba mucho menos justificada.

Parecida suerte ha corrido la creaci¨®n del fondo nacional para la sostenibilidad del sistema el¨¦ctrico, ahora en tramitaci¨®n parlamentaria despu¨¦s de m¨¢s de seis meses de preparaci¨®n normativa. Espa?a arrastra desde hace a?os una fiscalidad excepcionalmente alta en la electricidad y relativamente baja en los carburantes. Si las dudas entre sus socios parlamentarios persisten, el Gobierno deber¨ªa actuar a trav¨¦s de la v¨ªa de urgencia y explorar todas las v¨ªas parlamentarias posibles, incluida la b¨²squeda de respuestas con el principal partido de la oposici¨®n, que deber¨ªa mostrar m¨¢s comedimiento en este tema, para corregir una situaci¨®n que empieza a mostrar un grave riesgo de enquistarse.

La segunda v¨ªa de actuaci¨®n requiere m¨¢s reflexi¨®n, pero es tambi¨¦n inaplazable. Se trata de reformar el mecanismo de fijaci¨®n de los precios mayoristas el¨¦ctricos, dise?ado a finales de los a?os noventa, cuando el gas natural estaba llamado a tener un papel predominante en el mix de generaci¨®n el¨¦ctrica. Una f¨®rmula a explorar es la de fomentar los contratos a largo plazo con el sistema, de forma que la retribuci¨®n que perciben las tecnolog¨ªas con costes fijos altos (como las renovables, nucleares o hidr¨¢ulicas) no se vea alterada por las oscilaciones puntuales del precio del gas natural y otros combustibles f¨®siles, cuyo papel ser¨¢ cada vez m¨¢s residual en el sistema el¨¦ctrico. Es cierto, como sostiene el Gobierno, que la situaci¨®n del sector el¨¦ctrico es el resultado de las decisiones acumuladas en el pasado. Pero, en este momento, el Ejecutivo deber¨ªa evitar la tentaci¨®n de buscar responsables y poner todo su empe?o en los instrumentos a su alcance.