Triste cumplea?os en Guant¨¢namo
Si Washington quiere empezar a recuperar la confianza y el prestigio perdidos debiera evitar que quedaran presos en Guant¨¢namo el pr¨®ximo enero
El campo de internamiento de Guant¨¢namo alcanzar¨¢ en enero la misma edad que la ocupaci¨®n de Afganist¨¢n, 20 a?os. La guerra ha terminado, pero sigue abierta la prisi¨®n y s¨ªmbolo infame de los procedimientos utilizados en la guerra global contra el terror.
George W. Bush fue quien orden¨® la construcci¨®n de este limbo legal, para que la CIA tuviera manos libres a la hora de perseguir, secuestrar, interrogar e incluso torturar a los terroristas, lejos de cualquier jurisdicci¨®n y sin necesidad de atender al habeas corpus, los derechos humanos, las convenciones de guerra y las garant¨ªas constitucionales en general.
Obama quiso cerrarlo y no pudo, aunque durante su presidencia disminuy¨® dr¨¢sticamente el n¨²mero de detenidos. Fueron los congresistas de ambos partidos los que impidieron su traslado a prisiones en territorio estadounidense. Trump firm¨® una orden ejecutiva solo pisar la Casa Blanca para que se mantuviera abierto y recibiera m¨¢s presos. Tambi¨¦n Biden prometi¨® cerrarlo, pero antes ha terminado la guerra. Todav¨ªa rige la autorizaci¨®n del Congreso al presidente para librarla, la AUMF (Authorization for the Use of Military Force) de 18 de septiembre de 2001. Sirvi¨® para invadir Afganist¨¢n e Irak, pero tambi¨¦n para justificar las violaciones masivas de derechos humanos de las que Guant¨¢namo es s¨ªmbolo vivo y vigente, puesto que mantiene todav¨ªa 39 detenidos, sobre una cifra total de 780 sospechosos de actividades terroristas que han pasado por esta c¨¢rcel.
La guerra ha terminado, pero queda su legado t¨®xico. Hay abundante documentaci¨®n secreta sobre las violaciones de derechos humanos que pide a voces su desclasificaci¨®n para apoyar las demandas y los procedimientos legales. Es el caso de todo lo que afecta a la autorizaci¨®n de las torturas. Tambi¨¦n los herederos de las v¨ªctimas del 11-S han pedido que se levante el secreto sobre los documentos que afectan al papel de Arabia Saud¨ª en los atentados, a lo que Biden ya ha accedido.
No ser¨¢ f¨¢cil pagar las cuentas pendientes, pero la Casa Blanca, mientras tanto, puede hacer algo tan ¨²til como clausurar Guant¨¢namo y liberar a los detenidos, o conducirlos ante los tribunales civiles, en vez de los militares como los que todav¨ªa est¨¢n actuando, en algunos casos con peticiones de pena de muerte. Ciertamente, entre los detenidos remanentes hay terroristas tan peligrosos como los que acaban de formar Gobierno en Kabul. Pero peor que soltarlos es mantenerlos encarcelados sin juicio despu¨¦s de casi 20 a?os bajo custodia de Washington.
No es tan solo una cuesti¨®n de justicia, sino una derivada del desenlace de la guerra global contra el terror. Si Washington quiere empezar a recuperar la confianza y el prestigio perdidos debiera evitar que quedaran presos en Guant¨¢namo el pr¨®ximo enero, cuando se celebrar¨¢ el vig¨¦simo aniversario de su apertura.
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