Maestrilla
En morfolog¨ªa hablamos del valor del diminutivo y su aplicaci¨®n, ideol¨®gicamente delatora, hacia mujeres que se atreven a pensar: marisabidilla, listita
Para ayudar al estudiantado con la enredadera sint¨¢ctica de estas columnas, recordamos hoy que la en¨¢lage en el poema o el travelling en el cine son, como dec¨ªa Goddard, una cuesti¨®n moral. Democracia y reflexi¨®n ret¨®rica van de la mano. La sintaxis constituye una forma de violencia, y en morfolog¨ªa hablamos del valor del diminutivo y su aplicaci¨®n, ideol¨®gicamente delatora, hacia mujeres que se atreven a pensar: marisabidilla, maestrilla, listita. Las formas no son solo ornamentales: a diferencia del s¨ªmil que compara, la met¨¢fora es una figura ret¨®rica radical. Tus dientes no son como perlas. Son perlas. Con esa identificaci¨®n no hay escapatoria de lo dicho. La met¨¢fora es definici¨®n extremista que superpone lo real y el pensamiento sobre lo real: ¡°Las piquetas de los gallos cavan buscando la aurora¡±. El lorquiano canto del gallo se solapa con el trabajador que madruga. No con los clarinetistas ni con los noct¨¢mbulos que berrean al alba. Una forma es susceptible de distintas lecturas: las enumeraciones pueden interpretarse como exhibici¨®n de dominio ling¨¹¨ªstico; o, al contrario, como lenguaje aproximativo y balbuceo: sin ostentaciones, reconocemos que la realidad incluye realidades complejas que exceden la precisi¨®n del yo enunciador. Con la voz humana tambi¨¦n ocurre: el gorgorito-triple mortal, el alarde de nueva rica hortera de las C¨¦line Dion del mundo (Carl Wilson), se opone a la profundidad c¨®smica de la voz, que viene de abajo, de Mercedes Sosa.
Tampoco es balad¨ª usar la palabra ¡°balad¨ª¡± ni el orden de los elementos del enunciado. La teor¨ªa de tema y rema, t¨®pico y comentario, nos ense?a que no significa lo mismo ¡°Franco fue un dictador siniestro y un valeroso comandante de la Legi¨®n¡± que ¡°Franco fue un valeroso comandante de la Legi¨®n y un dictador siniestro¡±. Seg¨²n el Centro Virtual Cervantes: ¡°El tema corresponde a lo que intuitivamente se puede expresar como aquello de lo que se habla; mientras que rema es lo que se dice del tema¡±. El escritor que pronunci¨® la primera frase usa como t¨®pico, como viejo y ya sabido, que Franco fue un dictador, y comenta, a?ade, subraya lo que ahora hay que destacar: un valeroso comandante de la Legi¨®n. La nueva Ley de Memoria Democr¨¢tica sintoniza con este modo de decir. Pero es probable que la equidistancia no tenga nada que ver ni con la justicia ni con la reparaci¨®n. Que la equidistancia no sea equidistancia. En las Humanidades existen distintas maneras de interpretar los fen¨®menos: la autobiograf¨ªa puede considerarse manifestaci¨®n del individualismo neoliberal o, por el contrario, ser un intento de decir que el yo es primera persona del plural, y lo personal, pol¨ªtico. La valoraci¨®n depende del enfoque con que se aborde la materia autobiogr¨¢fica: desde la perspectiva del ombligo y la excepcionalidad publicitaria de los seres singulares, o desde cierta posici¨®n con conciencia del com¨²n. En resumen, las ortodoxias no se recomiendan en la cr¨ªtica cultural. Pero no toda la heterodoxia vale: yo empatizo con las que sirven para romper lunas de los escaparates y desdecir a los padres de la Iglesia y de la lengua. Por cosas como la traviesa ¡ªa final de un sustantivo a una pueden llegar a incinerarla. Espero que seamos conscientes de la importancia pol¨ªtica de lo gramatical y de lo bello, y repensemos qui¨¦nes somos brujas y qui¨¦nes censores.
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