Una encuesta para el futuro

La conciencia de los espa?oles sobre la crisis clim¨¢tica es rotunda. Un 93,6% reconoce la existencia del cambio clim¨¢tico, un 76% cree que es debido a la acci¨®n humana y m¨¢s del 90% considera que hay que tomar medidas urgentes, seg¨²n el estudio elaborado por 40dB para EL PA?S. Los datos son esperanzadores, pero llevan dentro sus propias resistencias y contradicciones. La mayor¨ªa de la poblaci¨®n ha asumido el problema, pero apenas el 50% cree que su conducta cotidiana sirva para frenar el cambio clim¨¢tico aunque un nada despreciable 37% ve ya deseable y aceptable reducir el consumo de carne. Seg¨²n la encuesta, la mayor¨ªa, un 63,7%, es partidaria de aumentar los impuestos para las actividades econ¨®micas m¨¢s contaminantes. Pero algunas respuestas revelan las dificultades ante la acci¨®n pol¨ªtica de los gobiernos: el 62,9% est¨¢ a favor de prohibir coches de combusti¨®n pero solo el 28,1% se muestra partidario de aumentar los impuestos a la gasolina y el di¨¦sel, algo que sin duda se asocia directamente con el bolsillo del consumidor.

Y sin embargo, la sensibilidad ciudadana ante el problema no disminuye, sino que se acrecienta. Es m¨¢s, el hecho de haber vivido en primera persona algunos fen¨®menos meteorol¨®gicos extremos en los ¨²ltimos a?os incrementa la percepci¨®n de la gravedad del calentamiento global. Desde el punto de vista pol¨ªtico llama la atenci¨®n constatar la enorme transversalidad que esta cuesti¨®n adquiere en todo el espectro ideol¨®gico. Aunque existe una tendencia a dar mayor relevancia a la crisis clim¨¢tica entre el electorado de izquierdas, la variaci¨®n en el eje ideol¨®gico no es significativa. Solo el 6,4% de los espa?oles son negacionistas. Del electorado que m¨¢s claramente muestra su creencia en la existencia del cambio clim¨¢tico, los votantes de Unidas Podemos (98,6%), a los m¨¢s esc¨¦pticos, los de Vox (y a¨²n as¨ª el 83,1% cree que existe) apenas hay una diferencia de 15,5 puntos. En cuanto a la urgencia por actuar, es la edad el factor m¨¢s relevante, aunque tampoco hay enormes variaciones. Entre los j¨®venes de 18 a 24 a?os, un 94,3% reclama actuar de inmediato; pero entre la poblaci¨®n de 65 a?os o m¨¢s, lo hace el 87,3%. Tampoco es menor el dato sobre la relevancia que atribuyen los ciudadanos a la posici¨®n de las direcciones de los partidos: un 62% de los entrevistados dicen que tiene en cuenta el posicionamiento de un partido respecto al cambio clim¨¢tico a la hora de votar.

Seg¨²n el estudio de 40dB, m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n ya ha incorporado a su vida cambios de h¨¢bitos como la reducci¨®n de consumo de energ¨ªa o el uso del transporte colectivo, y son una enorme mayor¨ªa los que se muestran dispuestos a utilizar s¨®lo energ¨ªas renovables, comprar productos ecol¨®gicos o locales, no viajar en avi¨®n en trayectos cortos, o separar los residuos. Sin embargo, m¨¢s del 40% cree que todos estos cambios de comportamiento apenas tienen impacto a la hora de frenar el cambio clim¨¢tico, y vuelven la mirada al papel de las grandes empresas y de la industria como principales actores con potencial transformador. A la par, cada vez conf¨ªan menos en que el desaf¨ªo pueda abordarse mediante acuerdos entre pa¨ªses.

Quiz¨¢ por eso, conscientes de la dimensi¨®n del fen¨®meno y de su complejidad, el trabajo de 40dB para EL PA?S constata el incremento de los que consideran que la cat¨¢strofe es inevitable. Este es el mayor reto que tiene encima de la mesa la COP26 que acaba de comenzar en Glasgow: demostrar que es posible evitar el colapso y hacerlo mediante acuerdos ambiciosos a la vez que realistas poniendo los medios necesarios para ello. El objetivo de no superar 1,5 grados de incremento de temperatura en el planeta no debe abandonarse. Conviene no olvidar que por cada 0,1 grados de incremento de temperatura que se consiga evitar se est¨¢n salvando millones de vidas humanas y, en ¨²ltima instancia, la vida en el planeta tal como la conocemos hoy.