La COP26 de Glasgow exige al mundo ¡°ambici¨®n¡± para frenar la emergencia clim¨¢tica
La cumbre inicia oficialmente sus trabajos este domingo, en busca de compromisos concretos de los pa¨ªses para frenar sus emisiones
El fr¨ªo y la lluvia de Glasgow, a finales de octubre, est¨¢n garantizados. La ciudad escocesa, sin embargo, tiene ese prurito orgulloso de tantos lugares convencidos de que el mundo no les conoce lo suficiente, y se ha volcado en intentar que la COP26 sea un ¨¦xito. Los voluntarios reparten paraguas entre los reci¨¦n llegados y los autobuses de la organizaci¨®n transportan de modo incesante a delegados y periodistas desde las estaciones de Queens y de Glasgow Central al Centro de Convenciones. El caos puede llegar este lunes, cuando los principales l¨ªderes mundiales intervengan en el plenario de la cumbre del clima. M¨¢s de 30.000 personas asistir¨¢n a una conferencia de Naciones Unidas definida ya globalmente como el ¨²ltimo intento de salvar al planeta. ¡°La p¨¦rdida devastadora de vidas y de hogares durante este a?o, por culpa de fen¨®menos meteorol¨®gicos extremos, nos recuerda lo importante que era celebrar esta COP26, a pesar de que todav¨ªa estemos sufriendo el impacto de la pandemia¡±, ha insistido la secretaria ejecutiva de la Convenci¨®n Marco de la ONU sobre Cambio Clim¨¢tico, la mexicana Patricia Espinosa.
La COP26 deber¨ªa haberse celebrado en noviembre de 2020. La pandemia retras¨® el encuentro. Entre medias, el sexto informe del Grupo Intergubernamental de Expertos para el Cambio Clim¨¢tico (IPCC) establec¨ªa claramente, el pasado agosto, la urgencia de la situaci¨®n, seis a?os despu¨¦s de la exitosa cumbre de Par¨ªs. Si los pa¨ªses firmantes se comprometieron legalmente en 2015, por consenso, a mantener en lo que queda de siglo la temperatura del planeta menos de dos grados por debajo de la era preindustrial (de 1850 a 1900) ¡ªy aspirar al objetivo de 1,5 grados¡ª, el IPCC les advierte ahora de un panorama desolador: en el peor escenario, si no se act¨²a y las emisiones siguen creciendo al mismo ritmo que hasta ahora, el informe calculaba que a finales de este siglo se llegar¨ªa a un incremento de al menos 2,7 grados, algo que multiplicar¨ªa tambi¨¦n la intensidad y frecuencia de los fen¨®menos extremos. ¡°Estamos claramente ante una emergencia clim¨¢tica, que necesita ser abordada de inmediato. Necesitamos respaldar a los pa¨ªses m¨¢s vulnerables para que puedan responder al desaf¨ªo. Para todo ello, resulta fundamental que despleguemos una mayor ambici¨®n¡±, ha dicho Espinosa.
El Reino Unido asumi¨® en 2019 los preparativos y el trabajo diplom¨¢tico de una cumbre muy compleja, que copreside junto a Italia. Compleja porque, a diferencia de la de Par¨ªs, no persigue un objetivo cerrado y redondo como el del l¨ªmite de 1,5 grados, que form¨® parte de un tratado internacional. El ¨¦xito de esta cumbre debe medirse en los compromisos y detalles concretos de los casi doscientos pa¨ªses participantes para acelerar la reducci¨®n de emisiones de di¨®xido de carbono y encaminarse a una nueva era de econom¨ªa verde. ¡°Mantengo mucha confianza en el ¨¦xito de la COP26. Cuando el Reino Unido asumi¨® la presidencia, solo un 30% de los participantes se hab¨ªa comprometido a un objetivo de neutralidad de di¨®xido de carbono ¡ªla llamada net zero¡ª, ahora son ya un 80% y la cifra est¨¢ subiendo¡±, ha dicho en la conferencia de prensa de apertura Alok Sharma. El secretario de Estado brit¨¢nico de Desarrollo Internacional ha asumido formalmente la presidencia de la cumbre, pero lleva ya miles de kil¨®metros recorridos en busca de consensos y compromisos concretos que conviertan la cita de Glasgow en un ¨¦xito diplom¨¢tico. ¡°Es un desaf¨ªo muy complejo, y una sola cumbre no resolver¨¢ todos los problemas. Pero hay un consenso de todos los pa¨ªses en la urgencia de la situaci¨®n¡±, ha dicho Sharma.
No estar¨¢n presentes en la ciudad escocesa ni el presidente chino, Xi Jinping, ni el ruso, Vlad¨ªmir Putin. Pero el primero, por ejemplo, participar¨¢ a trav¨¦s de videoconferencia. Y los rusos han mantenido una presencia negociadora activa durante los meses previos al encuentro. Ambas potencias han fijado finalmente para 2060 su objetivo de neutralidad de emisi¨®n de di¨®xido de carbono (que lo emitido y lo recuperado de la atm¨®sfera equivalga a cero). No hay tanta ambici¨®n como la desplegada por la UE o por el Reino Unido (que apuestan por 2050), pero equivale a se?alar que no quieren quedar fuera del consenso internacional.
La acumulaci¨®n de compromisos nacionales individuales para acelerar el recorte de emisiones puede contribuir a la sensaci¨®n final de que Glasgow ha sido ¨²til. O la voluntad de cumplir finalmente con la promesa de financiar anualmente con 100.000 millones de d¨®lares a los pa¨ªses m¨¢s pobres, para que tambi¨¦n ellos puedan realizar su transici¨®n energ¨¦tica. Sharma ha asegurado que las ayudas, que en 2019 apenas llegaron a los 80.000 millones, se estabilizar¨¢n a partir de 2023 en la cifra comprometida. O un plan internacional de reforestaci¨®n que ayude a acelerar la captura de di¨®xido de carbono, que el Gobierno de Johnson ha filtrado ya convenientemente a los medios afines.
La gran manifestaci¨®n de organizaciones activistas recorrer¨¢ las calles de Glasgow el pr¨®ximo s¨¢bado, pero su presencia se ha dejado ya notar este fin de semana como representaciones callejeras. Sirenas atrapadas en las redes, ¨¢rboles en llamas, c¨¢nticos de justicia clim¨¢tica por una ciudad con una historia combativa y peleona. Aunque, a diferencia de otros a?os, las organizaciones m¨¢s activistas han comprendido ya que la presi¨®n a los l¨ªderes pol¨ªticos no puede cesar, pero que responde al inter¨¦s de todos que las cumbres clim¨¢ticas logren resultados concretos. Peque?os o grandes ¡°¨¦xitos¡± que permitan avanzar en una lucha para la que el tiempo se agota.
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