La importancia de los valores para el futuro
Los lectores opinan sobre la juventud, el abuso sexual infantil, la salud mental y sobre los anglicismos en nuestra lengua
Crec¨ª en un mundo de valores y conceptos morales que con la edad adulta cayeron como piezas de domin¨®. Crec¨ª leyendo EL PA?S y tal vez muera ley¨¦ndolo. Por vuestras tiradas he visto c¨®mo aquello que un d¨ªa edific¨® el mundo se est¨¢ deconstruyendo en peque?as piezas de desafecci¨®n, odio, ira, miedo y alguna que otra esperanza. No es f¨¢cil ser joven y percibir el cambio que las sociedades generan y menos a¨²n ser joven precario y observar c¨®mo las expectativas que uno ten¨ªa se van agotando. Es dif¨ªcil ver c¨®mo el paro, la inflaci¨®n, la salud mental, los intereses particulares de unos pocos, las crisis econ¨®micas, el cambio clim¨¢tico y, sobre todo, la desilusi¨®n por un proyecto cohesionador pueden alterar el bienestar de las generaciones venideras. Por ello, es necesario informar y educar en valores que generen un cambio en nuestras sociedades, porque la pol¨ªtica no puede dirigir un pa¨ªs de ciudadanos desapegados y desilusionados por un cambio que nunca llega. La tarea de los peri¨®dicos es hacer que los ciudadanos puedan llegar a creer en s¨ª mismos y tener ilusi¨®n por el cambio y el progreso.
Said Ofkir Attoufali. Parla (Madrid)
Contra el abuso sexual a ni?os
El viernes fue el d¨ªa mundial para la prevenci¨®n de abuso sexual infantil. En Espa?a, uno de cada cinco ni?os sufre abuso sexual. Adem¨¢s, en el 85% de los casos, quien abusa es una persona del entorno de la criatura. Tengo dos sobrinas, y se me encoge el coraz¨®n pensar que a una persona adulta, educada y criada, se le pueda pasar por la cabeza ponerle la mano encima. Nuestra responsabilidad como sociedad es velar por la seguridad de estas peque?as criaturas y debemos cambiar urgentemente todas las cifras sobre el abuso sexual infantil. Dan p¨¢nico.
Emma Hidalgo Buera. Begues (Barcelona)
M¨¢s recursos
Salud mental: la urgencia de lo importante. As¨ª se titulaba el art¨ªculo de Pedro S¨¢nchez del pasado domingo. Gracias, pero m¨¢s recursos y menos ret¨®rica. La depresi¨®n no es ninguna compa?era, es una enfermedad, como la diabetes, la artritis o el c¨¢ncer. Los trastornos mentales, el suicidio... no tienen nada de poes¨ªa en sus entra?as, solo dolor, el propio y el de los dem¨¢s, el miedo encarnado en la mente que se siente hasta la n¨¢usea, y la impotencia por lo que se deja de vivir, el tiempo sufrido, desperdicio de rosas en el fango de los cerdos. La depresi¨®n no es una vieja compa?era, es plomo en las sienes, y como todas las enfermedades, mata, da?a y resta vida a quien le toca y a los que le quieren. La sanidad p¨²blica suma vida, igualdad, oportunidad y esperanza, es tiempo de que tambi¨¦n sume salud mental. S¨®lo puede sumar, es innegociable, no se puede hacer negocio con la salud de nadie. No resten, por favor, luchen y no resten.
Manuel A. Gonz¨¢lez Madrid. Campo de Criptana (Ciudad Real)
Usemos bien nuestro idioma
La creciente ola de t¨¦rminos en ingl¨¦s para definir conceptos muy claros en espa?ol resulta ya insoportable. Todo parece que queda m¨¢s ¡°culto¡± si lo expresamos en ingl¨¦s. T¨¦rminos empresariales, burs¨¢tiles, de ocio, viajes etc¨¦tera. Por favor, usemos bien los idiomas y, sobre todo, usemos bien el nuestro, que es de los m¨¢s ricos del mundo.
Carlos Montero Dafouz. Madrid
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.