La exenci¨®n de patentes

Todav¨ªa no se sabe si la variante ¨®micron es m¨¢s transmisible, m¨¢s virulenta o m¨¢s resistente a las vacunas, pero lo que s¨ª ha demostrado la alerta que ha provocado en todo el mundo es el enorme peligro que encierra para todos la actual desigualdad en el acceso a las vacunas. Los ¨²ltimos datos indican que la ¨®micron circulaba ya a finales de octubre fuera de Sud¨¢frica, el pa¨ªs que ha lanzado la alerta, y se ha propagado ya por diferentes pa¨ªses de tres continentes. Desde el momento en que la OMS la ha considerado ¡°un riesgo muy alto¡±, ha habido una reacci¨®n defensiva que muchos pa¨ªses han aplicado con car¨¢cter preventivo. Pero sigue sin estar claro que el bloqueo de fronteras impuesto a los pa¨ªses africanos sea efectivo y, en cambio, supone un castigo para el pa¨ªs que diligentemente ha comunicado el hallazgo.

Son paradojas de una situaci¨®n incierta en la que, tanto si se confirma que la ¨®micron es m¨¢s peligrosa como si no, la ¨²nica certeza es que en cualquier momento puede aparecer una variante m¨¢s mort¨ªfera o resistente a las vacunas, y que eso tiene muchas m¨¢s probabilidades de ocurrir en lugares con alta circulaci¨®n del virus y baja tasa de vacunaci¨®n. La variante delta surgi¨® en la India y ¨®micron se ha identificado en Sud¨¢frica, dos pa¨ªses con bajas tasas de vacunaci¨®n. Ambos presentaron hace un a?o ante la Organizaci¨®n Mundial del Comercio una propuesta para asegurar el acceso universal a las vacunas: una exenci¨®n temporal de patentes que permita compartir el conocimiento y asegurar la fabricaci¨®n de viales a gran escala para toda la poblaci¨®n del planeta. La propuesta deb¨ªa discutirse de nuevo en la 12? Asamblea Ministerial de la OMC convocada en Ginebra a partir del 30 de noviembre. Que se haya suspendido por la alerta de la variante ¨®micron es una mala noticia. Hemos perdido ya demasiado tiempo.

Pese a contar con el apoyo de m¨¢s de cien de los 164 pa¨ªses representados en la OMC, entre ellos Estados Unidos, la propuesta est¨¢ encallada por la oposici¨®n de la Uni¨®n Europea y unos pocos pa¨ªses que exportan vacunas. Consideran que la actual regulaci¨®n sobre licencias voluntarias es suficiente para aumentar la producci¨®n sin sentar un precedente que seg¨²n estos pondr¨ªa en peligro la capacidad de innovaci¨®n de la industria farmac¨¦utica. El problema es que en el a?o transcurrido la f¨®rmula que abandera la UE no ha sido una alternativa real. Como ha se?alado la OMS, los pa¨ªses del G-20 acaparan el 80% de las vacunas producidas hasta ahora, mientras que apenas un 0,6% han ido a parar a los pa¨ªses con menores ingresos. Mientras Europa tiene m¨¢s del 70% de la poblaci¨®n vacunada, ?frica apenas el 7%. Tampoco el altruismo es capaz de cubrir las necesidades: el programa Covax, creado para facilitar vacunas a los pa¨ªses pobres, apenas ha distribuido 550 millones de dosis de las 2.000 que deb¨ªa entregar antes de acabar 2021, una cifra, por otra parte, insuficiente, pues solo permit¨ªa inmunizar al 20% de la poblaci¨®n mundial. La exenci¨®n de patentes puede ser compleja y entra?a grandes dificultades, sin duda, pero si no se articula una alternativa cre¨ªble inmediata, deber¨ªa explorarse como remedio contra una emergencia global.