Las restricciones antes que los datos: as¨ª se explica en un gr¨¢fico la crisis mundial por la variante ¨®micron
Los pa¨ªses responden con una catarata de medidas a la amenaza de la nueva forma del virus sobre cuyo alcance la ciencia a¨²n no dispone de pruebas s¨®lidas
La trama del descubrimiento de la variante ¨®micron estaba escrita desde hace meses. El primer cap¨ªtulo del relato cuenta que las bajas coberturas vacunales en muchas partes del globo disparan el riesgo de que surjan nuevas formas del virus. El segundo dice que estas variantes pueden ser m¨¢s contagiosas, virulentas o escapar a la protecci¨®n conferida por las vacunas. El resultado final es una situaci¨®n en la que pod¨ªan regresar, como as¨ª ha ocurrido, medidas dr¨¢sticas ya vistas en los primeros meses de la pandemia, como el cierre de fronteras o la suspensi¨®n de vuelos.
El desarrollo de la trama visto en los ¨²ltimos d¨ªas, sin embargo, puede haberse saltado la segunda parte, alertan algunos expertos. ¡°Se han cerrado fronteras antes de que llegaran datos que lo justifiquen¡±, lamenta Fernando Gonz¨¢lez Candelas, catedr¨¢tico en Gen¨¦tica de la Universidad de Valencia e investigador de la Fundaci¨®n Fisabio. ¡°Ha sido todo un poco precipitado. Con las mutaciones detectadas, hay razones para considerar la nueva variante de inter¨¦s. Hay que vigilarla y seguir su evoluci¨®n. Pero lo de que sea de preocupaci¨®n a¨²n debe ser demostrado. La ciencia se basa en el an¨¢lisis de datos que permitan extraer conclusiones s¨®lidas y aqu¨ª a¨²n no los tenemos¡±, afirma.
No todos los especialistas, sin embargo, son de esta opini¨®n. ¡°No creo que nos hayamos precipitado. De hecho, ya est¨¢ fuera de los pa¨ªses de ?frica del Sur. El riesgo es muy elevado y es necesario adoptar medidas lo antes posible para frenar su propagaci¨®n¡±, defiende Santiago Moreno, jefe de enfermedades infecciosas del Hospital Ram¨®n y Cajal (Madrid). Pa¨ªses Bajos anunci¨® el martes que ha detectado la nueva variante en muestras tomadas entre el 19 y el 23 de noviembre, hasta seis d¨ªas antes de que Sud¨¢frica comunicara su descubrimiento. Los investigadores sudafricanos han identificado por ahora muestras que se remontan al 14 de noviembre con la nueva forma del virus.
La OMS ha criticado con dureza las restricciones impuestas por los gobiernos, a los que acusa de castigar a Sud¨¢frica precisamente por haber sido diligente al detectar y avisar sobre la nueva variante, aunque sus informes califican de ¡°muy alto¡± el riego global que esta supone.
Los expertos consultados coinciden en que no es extra?o que la nueva mutaci¨®n haya aflorado en el continente menos vacunado del planeta ¡ªapenas el 11% de la poblaci¨®n ha completado la pauta, el 29% en Sud¨¢frica, seg¨²n el repositorio OurWorldInData¡ª, aunque por ahora no se sepa d¨®nde ni cu¨¢ndo surgi¨® exactamente. Si se sit¨²a su origen en Sud¨¢frica es porque este pa¨ªs cuenta con una notable capacidad de secuenciaci¨®n, mucho mayor que la de los de su entorno, lo que puede haberle permitido identificar primero una nueva forma del virus que llevara alg¨²n tiempo circulando.
¡°Las mutaciones son errores en la copia del ARN que se producen cuando el virus se replica y, por tanto, la probabilidad de que aparezcan est¨¢ relacionada con el n¨²mero global de veces que lo hace. Los pa¨ªses de ?frica del Sur tienen bajas coberturas, lo que favorece la circulaci¨®n. Adem¨¢s, tienen una elevada prevalencia de pacientes con el sistema inmunitario debilitado por el VIH, que no siempre reciben el tratamiento adecuado. Esto favorece infecciones cr¨®nicas o m¨¢s largas, durante las que el virus se replica muchas m¨¢s veces. El efecto global es que el riesgo de que surjan nuevas variantes en estas zonas es mayor¡±, relata Moreno.
La Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) declar¨® el pasado viernes variante ¡°de preocupaci¨®n¡±, bautizada como ¨®micron, a la denominada en un primer momento B.1.1.529. En un documento, el organismo asegura que lo hizo bas¨¢ndose en el ¡°elevado n¨²mero de mutaciones detectadas [m¨¢s de 30], que pueden tener un impacto¡± en la forma en la ¡°que el virus se propaga o la severidad de los cuadros cl¨ªnicos que causa¡±, algo que, sin embargo, ¡°a¨²n no est¨¢ claro¡±, puede leerse en el texto.
Las primeras informaciones que apuntan a una mayor transmisibilidad se apoyan en la velocidad con la que se hizo dominante en una provincia de Sud¨¢frica y ha empezado a extenderse a otras zonas del pa¨ªs. ¡°Aunque son datos muy preliminares, apuntan a que es m¨¢s contagiosa que la delta¡±, afirma Moreno. Las implicaciones son importantes: ¡°Si el porcentaje de poblaci¨®n inmunizada necesaria para acercarnos a la protecci¨®n creci¨® con la delta del 70% estimado inicialmente a m¨¢s del 80%, con la ¨®micron esto puede llegar al 90% o m¨¢s¡±, estima el jefe de infecciosas del Ram¨®n y Cajal.
Gonz¨¢lez Candelas se muestra m¨¢s cauto: ¡°Los ¨²nicos datos disponibles hasta ahora son de una provincia con una incidencia muy baja y con casos asociados a uno o dos brotes. Esto, en t¨¦rminos relativos, puede llevar a valorar de forma inadecuada la informaci¨®n¡±. Todos los expertos coinciden en que, con los datos conocidos, no es posible afirmar que la nueva variante cause cuadros cl¨ªnicos m¨¢s graves o que sea capaz de eludir a las defensas generadas por el organismo tras la vacuna o haber pasado la infecci¨®n.
Ignacio L¨®pez-Go?i, catedr¨¢tico en Microbiolog¨ªa en la Universidad de Navarra, admite que ¡°la acumulaci¨®n de mutaciones es preocupante porque son muchas y, adem¨¢s, entre ellas hay algunas que ya hemos visto que incrementaban la transmisibilidad de otras variantes¡±. ¡°Pero, por otro lado, tampoco sabemos nada concluyente de la biolog¨ªa y epidemiolog¨ªa de la ¨®micron. Una cosa es el n¨²mero de mutaciones y otra el efecto que pueden tener, porque unas pueden compensarse con otras y al final no tener efectos biol¨®gicos relevantes. Incluso podr¨ªa darse el caso de que esta variante sea m¨¢s transmisible, pero que produzca una enfermedad m¨¢s leve, lo que no ser¨ªa una mala noticia¡±, explica.
Angelique Coetzee, la facultativa sudafricana que ayud¨® a poner el foco en la nueva mutaci¨®n, ha explicado que los primeros casos ¡°han sido muy leves¡±, aunque todos ellos eran personas j¨®venes y sanas. Una informaci¨®n avanzada por Bloomberg, basada en datos oficiales, afirma que 1 de cada 10 ingresados en las ¨²ltimas fechas en Tshwane, el epicentro de la ¨®micron en el pa¨ªs, tiene dos o menos a?os de edad. Es un porcentaje similar al registrado en los primeros momentos de la variante delta, aunque mayor que el de las dos primeras olas sufridas por el pa¨ªs. Son informaciones demasiado preliminares para extraer conclusiones, coinciden los expertos.
Para L¨®pez-Go?i, el problema no est¨¢ tanto en que la OMS se apresurara a declarar a la nueva variante como de preocupaci¨®n, sino en la reacci¨®n ¡°desmedida¡± de muchos pa¨ªses. La Uni¨®n Europea, Estados Unidos y m¨¢s de 20 gobiernos suspendieron los vuelos con los pa¨ªses del sur de ?frica y otros, como Jap¨®n e Israel, han apostado por el cierre completo de fronteras. Una situaci¨®n que fue definida el lunes por el consejero de Sanidad de la Generalitat de Catalu?a como ¡°de p¨¢nico en el mundo occidental¡±.
La p¨¦rdida de eficacia de las vacunas es una de las mayores preocupaciones que planea sobre el surgimiento de cada nueva variante. Pfizer-BioNTech y Moderna ya han anunciado que trabajan en adaptar sus sueros por si fuera necesaria una nueva dosis adaptada a ¨®micron, un proceso que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) se ha mostrado dispuesta a facilitar, pero para lo que se requerir¨ªan de tres a cuatro meses.
¡°No tenemos datos que nos permitan afirmar que todo esto vaya a ser necesario, al menos por ahora¡±, afirma Gonz¨¢lez Candelas. ¡°Sabemos que hay mutaciones en la esp¨ªcula, pero es muy dif¨ªcil deducir de eso sin datos sobre el terreno que vaya a disminuir la efectividad. Adem¨¢s, aqu¨ª interviene la proporcionalidad. Si partimos de una efectividad que supera el 90%, incluso si puede incrementarse algo el escape vacunal, habr¨ªa que evaluar si est¨¢ justificado el esfuerzo que supone adaptar vacunas, revacunar a la poblaci¨®n...¡±, concluye.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.