No pienses en una vaca
En la esperp¨¦ntica batalla de la carne, los dirigentes del PSOE han ca¨ªdo como conejos en la trampa tendida por el PP
En la esperp¨¦ntica batalla de la carne, los dirigentes del PSOE han ca¨ªdo como conejos en la trampa tendida por el PP, al aceptar su encuadre de culpar a Alberto Garz¨®n por cuestionar la industria c¨¢rnica en una regi¨®n ganadera como Castilla y Le¨®n. Con lo cual demostraron su ignorancia, pues si hubieran le¨ªdo los papeles que les presentan a su firma, sabr¨ªan que la postura del ministro era de una correcci¨®n pol¨ªtica y ecol¨®gica intachable. Entonces, ?por qu¨¦ lo culparon, sum¨¢ndose a la campa?a del PP, que lo crucificaba? Sin duda, por miedo al coste electoral, sin advertir que eso les iba a castigar doblemente en las urnas, al quedar como antiganaderos y revelar adem¨¢s graves divisiones internas en el seno de la coalici¨®n. El propio Garz¨®n lo diagnostic¨® perfectamente: ¡°Si compras el marco de la derecha est¨¢s derrotado¡±.
En efecto, el abec¨¦ de la comunicaci¨®n pol¨ªtica es la teor¨ªa del encuadre o enmarcado (framing), que te exige interpretar los problemas con un marco mental opuesto y m¨¢s potente que el de tu rival, pues si aceptas su definici¨®n de la realidad, los electores le votar¨¢n a ¨¦l en lugar de hacerlo a ti. Como recomendaba Lakoff, ¡°no pienses en un elefante¡±, o como habr¨ªa que decirle al PSOE, no pienses en una vaca (?ni en una macrogranja!). Es decir, no asumas el marco definido por tu rival, porque si lo haces tus electores le creer¨¢n a ¨¦l.
Esto permite explicar el error estrat¨¦gico que est¨¢ cometiendo Casado cuando acepta acr¨ªticamente los marcos que propone Vox, en lugar de reenmarcarlos con sus propios encuadres opuestos, y con ello s¨®lo est¨¢ logrando que sus electores emigren a la derecha radical. Pero lo mismo le sucede a un Pedro S¨¢nchez que, asustado por el ba?o electoral que le propin¨® D¨ªaz Ayuso, est¨¢ cayendo en una aut¨¦ntica ayusizaci¨®n, al dejar barra libre a la ciudadan¨ªa para que se autocuide a su antojo en la cresta de la sexta ola. Y ahora insiste en reforzar ese encuadre al proponer la gripalizaci¨®n de la pandemia, evocando sin querer la gripecinha de Bolsonaro. ?En qu¨¦ estar¨¢ pensando?
?C¨®mo puede tener S¨¢nchez tanta ceguera estrat¨¦gica? Sin duda, porque est¨¢ solo ante el peligro, pues, desde que ech¨® a Iv¨¢n Redondo y se fug¨® Pablo Iglesias, ya no tiene a su lado ning¨²n experto en comunicaci¨®n capaz de deconstruir los encuadres del rival y reenmarcarlos con m¨¢s potentes marcos interpretativos. Y ante semejante vac¨ªo de inteligencia estrat¨¦gica, el Gobierno embiste al dictado de quien le torea, dej¨¢ndose celar con los se?uelos de su muleta. As¨ª ha pasado con la guerra de la ganader¨ªa y volver¨¢ a pasar con los pr¨®ximos lances que vayan surgiendo, como la actual denuncia del reparto de los fondos europeos de reconstrucci¨®n. Por eso los electores desconf¨ªan de un Gobierno con problemas de credibilidad por ser incapaz de definir sus propios marcos, como revelan los resultados de la reciente encuesta de 40dB. publicada en EL PA?S, que demuestran una evidente desafecci¨®n ciudadana hacia ¨¦l. Como proclamar¨ªa hoy Carville, estratega de Bill Clinton: ?es la comunicaci¨®n, est¨²pido!
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