El momento de deponer a Boris Johnson ha pasado
Un hecho se interpuso, y m¨¢s se interpondr¨¢n. Quienes conspiraban para derrocar al primer ministro del Reino Unido no estaban preparados
Cuando Lenin derroc¨® al zar, no esper¨® a tener un informe. En las insurrecciones y las revoluciones, el momento oportuno lo es todo. El momento de empu?ar la daga habr¨ªa sido cuando se hicieron p¨²blicas las fotos de Boris Johnson saboreando una copa de vino en el jard¨ªn de Downing Street.
La raz¨®n por la que el tiempo es crucial en las revoluciones es que las pasiones se desinflan y los hechos se interponen. El hecho que se interpuso es la investigaci¨®n policial que frustr¨® a los receptores iniciales del informe. Una investigaci¨®n policial suena amenazante, pero resulta mucho menos grave cuando el castigo m¨¢ximo es el equivalente a una multa de tr¨¢fico. Lo trivializa todo.
Tanto si hay juego sucio como si no, los acontecimientos se interpusieron, y habr¨¢ otros que se interpondr¨¢n. La pandemia se debilita a medida que la vida vuelve a como era antes. El Gobierno proyecta hacer grandes inversiones en las circunscripciones electorales marginales del norte de Inglaterra. La amenaza de una guerra en Europa reclama la atenci¨®n del primer ministro. Soy consciente de que mucha gente, incluidos los partidarios de los conservadores, est¨¢ muy molesta por el asunto de la fiesta, pero su capacidad de atenci¨®n no es infinita. Pronto la dirigir¨¢n de nuevo al proceso judicial del pr¨ªncipe Andr¨¦s, y a Meghan y Enrique.
Por supuesto, todav¨ªa es posible que Johnson tenga que irse. Podr¨ªan surgir nuevas revelaciones perjudiciales, pero el material que ha salido a la luz en los ¨²ltimos d¨ªas no es de la misma calidad. Hay que estar atento a las pruebas que muestren que minti¨® en el Parlamento. Con eso bastar¨ªa, pero dudo que las veamos.
En mi opini¨®n, la insurrecci¨®n conservadora se acab¨® en el momento en que Christian Wakeford, un reci¨¦n elegido diputado tory de la circunscripci¨®n de Bury South, en el norte de Inglaterra, se pas¨® a los laboristas. Wakeford calcul¨®, creo que err¨®neamente, que como diputado laborista tendr¨ªa m¨¢s posibilidades de recuperar su esca?o en las pr¨®ximas elecciones. He aqu¨ª otra lecci¨®n para una insurrecci¨®n: se puede desertar o blandir el pu?al, pero no las dos cosas el mismo tiempo.
Johnson lleva dos a?os y medio en el poder. En este tiempo ha logrado dos cosas. Ha llevado a cabo el Brexit, algo que no parec¨ªa muy probable en el verano de 2019. Adem¨¢s, su Gobierno gestion¨® la campa?a de vacunaci¨®n m¨¢s eficazmente que la mayor¨ªa de Europa, y mejor que Estados Unidos. En lo que el primer ministro ha fallado ha sido en dise?ar una estrategia coherente para despu¨¦s de la salida de la Uni¨®n Europea. Yo dir¨ªa que el suyo es un historial desigual. Cada vez soy m¨¢s esc¨¦ptico con respecto a que Johnson sepa lo que quiere hacer con el Brexit. Veo solo dos estrategias viables: aprovechar las nuevas libertades y crear un marco normativo para un sector de alta tecnolog¨ªa moderno que comercie m¨¢s con datos y menos con bienes f¨ªsicos, o volver al mercado ¨²nico y a la uni¨®n aduanera de la UE. Creo que lo que se ve en la fotograf¨ªa del jard¨ªn de Downing Street es a un grupo de perdedores sin rumbo. Que se hayan saltado las normas me parece lo de menos.
La infame pereza de Johnson solo es superada por la de los que quieren derribarlo. Est¨¢n divididos respecto a la pol¨ªtica y no tienen un candidato com¨²n. Rishi Sunak y Lizz Truss, considerados los sucesores m¨¢s probables, no han renunciado a sus jugosos cargos de ministro de Finanzas y ministra de Asuntos Exteriores. Recordemos que Johnson dimiti¨® de su puesto en el Gobierno antes de perfilarse como principal candidato a suceder a Theresa May. Defend¨ªa una pol¨ªtica diferente.
Y luego hay que tener en cuenta las reglas de las votaciones. Aunque baste con 54 diputados conservadores de un total de 380 para poner en marcha una moci¨®n de censura, Johnson solo necesitar¨ªa una mayor¨ªa simple, es decir, alrededor de 190, si la asistencia es del 100%. Si gana, aunque sea por un solo voto, la normativa actual establece que no se podr¨¢ volver a poner en duda su liderazgo durante otro a?o. Por lo tanto, no se deber¨ªa apostar a la ligera por la posibilidad de que un jefe de gabinete sea destituido sin un asunto pol¨ªtico de primer orden.
La pregunta m¨¢s importante es si Johnson puede recuperarse. The Guardian citaba a un entrevistador conservador que opinaba que no, que la gente estaba desencantada con el l¨ªder, no con el partido. Al igual que pr¨¢cticamente todos los an¨¢lisis de prensa, este tambi¨¦n suena a ilusiones vanas. Si hay algo que Johnson sabe hacer, es c¨®mo recuperarse.
Yo tambi¨¦n creo que el primer ministro brit¨¢nico pertenece a esa clase de pol¨ªticos cuya carrera terminar¨¢ de manera estruendosa. Pero no me parece que ese momento est¨¦ cerca.
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