Anti-sanchismo
Pedro S¨¢nchez se encuentra hoy en una situaci¨®n m¨¢s favorable de la que muchos han venido apuntando, con el camino despejado, por muy tedioso y arduo que resulte, para culminar la legislatura
Si dejamos de lado el embrollo ¨¦tico y est¨¦tico del episodio, el desenlace de la reforma laboral ha resultado muy clarificador sobre hacia d¨®nde transita lo que queda de legislatura. Muchos han subrayado la inestabilidad parlamentaria de la coalici¨®n gubernamental. Pero en tiempos de fragmentaci¨®n ultracrispada, m¨¢s importante que la fuerza acumulada es cu¨¢nta debilidad puede uno conllevar.
Es cierto el desgaste sufrido por la ministra de Trabajo, sobre todo al demostrar su incapacidad para aglutinar la radicalidad a la izquierda del PSOE, m¨¢s a¨²n de liderarla. Esto podr¨ªa rebajarle a una posici¨®n m¨¢s igualada con Podemos para negociar el futuro de su relaci¨®n. Pero tambi¨¦n le obliga a preservar, por encima de todo, su presencia dentro del Gobierno, ¨²nica fuente de legitimidad con la que puede contar realmente si aspira a seguir en el candelero.
Adem¨¢s, se reafirma parad¨®jicamente la mayor¨ªa parlamentaria que sostiene esta legislatura, una vez que la crisis de UPN reduce a¨²n m¨¢s las alternativas viables a ERC (dada la dificultad de unir a Ciudadanos y PNV bajo un mismo acuerdo). A ello contribuye tambi¨¦n la debacle que la desobediencia unilateralista ha cosechado en paralelo estos d¨ªas en el Parlament de Catalu?a, y que aligera la presi¨®n sobre los de Pere Aragon¨¨s.
Pero quiz¨¢ lo m¨¢s trascendente, y menos se?alado, es la precariedad exhibida una vez m¨¢s por la oposici¨®n, rechazando algo con lo que estaba m¨¢s de acuerdo que muchos de sus promotores gubernamentales. Precisamente cuando hab¨ªa logrado lo m¨¢s dif¨ªcil, promover la indisciplina de voto dentro del foralismo navarro (emulando otros episodios similares, como el ocurrido en octubre de 2008 contra los presupuestos de Zapatero), el liderazgo interno de Pablo Casado queda nuevamente en entredicho, debido a un error no forzado de su entorno cercano. Un nuevo tropez¨®n que podr¨ªa sumarse, en breve, a unos resultados agridulces en las pr¨®ximas elecciones auton¨®micas, si no logra despegarse de la sombra de Vox.
Lo peor para Casado es que no consigue disipar en absoluto el escenario m¨¢s conveniente para Isabel D¨ªaz Ayuso, cuyo dominio en Madrid contrasta con las dificultades que el partido tendr¨¢ para articular mayor¨ªas en Andaluc¨ªa o Castilla y Le¨®n. Cuanto m¨¢s se prolongue la legislatura actual, m¨¢s desproporci¨®n pueden alcanzar las expectativas electorales de Ayuso y Casado.
Esta es la concatenaci¨®n de tramas que, en ¨²ltimo extremo, dejan a Pedro S¨¢nchez hoy en una situaci¨®n m¨¢s favorable de la que muchos han venido apuntando, con el camino despejado, por muy tedioso y arduo que resulte, para culminar la legislatura.
Y con ello, se hace m¨¢s patente el verdadero tal¨®n de Aquiles del presidente hoy: una aversi¨®n creciente entre quienes no le votan, que se reafirma con cada una de sus victorias, a las que suele llegar m¨¢s por fatalidad que por autoridad. El reverso de su afortunada capacidad de resistencia es un anti-sanchismo difuso, precipitado desde columnas y redes sociales a buena parte del espectro electoral.
En un contexto de declive de las lealtades de partido, las identidades pol¨ªticas negativas podr¨ªan ayudar a decantar miles de votantes abstencionistas o decepcionados en las pr¨®ximas elecciones. Un estudio reciente de Ariel Becerra y Crist¨®bal Rovira Kaltwasser para la Fundaci¨®n Ebert en Chile refleja c¨®mo la aversi¨®n entre bloques y liderazgos, a izquierda y derecha, puede convertirse en determinantes para la movilizaci¨®n. Quiz¨¢ resida ah¨ª la clave de los intentos frustrados de S¨¢nchez por recuperar el voto moderado que se fue a Ciudadanos y que la fragilidad de Casado podr¨ªa arrojar al granero de Vox.
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