Defender la reforma laboral
El fracaso parlamentario del acuerdo entre Gobierno, sindicatos y patronal ser¨ªa el peor retrato de Espa?a y su pol¨ªtica
Todas las negociaciones se apuran al l¨ªmite y hasta que el jueves pr¨®ximo se vote la convalidaci¨®n de la reforma laboral en el Congreso todav¨ªa todo es posible. De momento, estamos asistiendo a un ag¨®nico espect¨¢culo pol¨ªtico que parece dispuesto a poner en riesgo el pacto m¨¢s relevante alcanzado en un pa¨ªs donde la palabra pacto vive tan anatemizada en la pol¨ªtica que ha tenido que llegar de la mano de los agentes sociales. Lo que fue un ¨¦xito de tenacidad y capacidad negociadora ¡ªuna in¨¦dita reforma laboral acordada entre Gobierno, sindicatos y patronal¡ª se tambalea en los pasillos del Congreso, en viajes expr¨¦s a Barcelona y en cruces de condiciones y requisitos por parte de socios te¨®ricamente fiables del Ejecutivo, como PNV y ERC. Da la impresi¨®n de que la excelente noticia de la reforma de la reforma laboral del Gobierno de Mariano Rajoy en 2012 haya dado pie a una frivolidad pol¨ªtica que deval¨²a la trascendencia del acuerdo y no teme arruinarlo o, al menos, arriesgar hasta el l¨ªmite su aprobaci¨®n.
ERC, junto a otras formaciones nacionalistas (como EH Bildu, la CUP y el BNG), pide que la reforma sea tramitada como proyecto de ley con el fin de que las enmiendas puedan alterar el acuerdo, pero es exactamente eso lo que vulnera la esencia del pacto alcanzado. La patronal tiene sus propias tensiones internas y algunos sectores estar¨ªan encantados de poder salirse de un acuerdo adulterado con posterioridad a su aprobaci¨®n. Por su parte, el PNV reclama ¡ªpresionado por sus sindicatos afines¡ª la prevalencia de los convenios vascos, con mejores condiciones que los estatales, mientras ERC usa sus votos bajo una doble presi¨®n: exhibir su capacidad negociadora frente a sus socios de gobierno en la Generalitat y, a la vez, lastrar el protagonismo de Yolanda D¨ªaz en la negociaci¨®n de la reforma. Los partidos minoritarios de izquierdas no quieren los votos de Ciudadanos, como si los votos quemaran, que dar¨ªa su apoyo al texto buscando diferenciar su postura del no a todo del PP.
El tacticismo multipartito est¨¢ poniendo en peligro una poderosa reforma laboral y el primer acuerdo sobre este tema en 40 a?os entre Gobierno, patronal y sindicatos. El c¨¢lculo electoralista es leg¨ªtimo, pero en esta ocasi¨®n se trueca en una obstrucci¨®n contradictoria con una reforma inequ¨ªvocamente ventajosa para los trabajadores. Ni siquiera es cre¨ªble que el electorado de ERC o de PNV pudiera ver con buenos ojos la ruptura de un acuerdo que reinstaurar¨ªa la reforma del PP de 2012 y obligar¨ªa a renunciar a los logros que pretende la reforma: intentar remediar la precariedad salarial, el abuso de la temporalidad, la exclusi¨®n de los j¨®venes, la asimetr¨ªa en la negociaci¨®n colectiva o el despido como palanca de ajuste, contrario a la eficacia de la protecci¨®n del Mecanismo RED (que son los ERTE que perfecciona la reforma). Se volver¨ªa al viejo esquema del trabajo barato, precario y de baja calificaci¨®n.
Cortocircuitar el actual acuerdo provocar¨ªa en cascada el declive de la legislatura al romperse abruptamente un cap¨ªtulo esencial del programa de gobierno, y podr¨ªa dificultar la recepci¨®n de los 70.000 millones de fondos de la UE. Asumir ese riesgo cargar¨ªa sobre el Gobierno de coalici¨®n una derrota que hasta hace dos semanas era un ¨¦xito de las izquierdas, nacionalistas y no nacionalistas. Es un precio desproporcionado y el retroceso ser¨ªa incomprensible y muy dif¨ªcil de justificar pol¨ªticamente. Los partidos que hagan descarrilar este acuerdo, especialmente los que se reclaman de izquierdas, tendr¨¢n que explicar pormenorizadamente los beneficios que su ruptura proporciona a los trabajadores m¨¢s precarizados y temporales de este pa¨ªs.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.