Qu¨¦ quiere la Espa?a vac¨ªa

Las candidaturas de la Espa?a vac¨ªa pueden encarnar una funci¨®n pol¨ªtica que trascienda las causas que las movieron a competir electoralmente. El temor a la fragmentaci¨®n en peque?os partidos en los parlamentos es leg¨ªtimo en la medida que multiplica los esfuerzos negociadores pero, a la vez, es ese el instrumento que har¨¢ de esas formaciones algo m¨¢s que testigos de causas territoriales. Entre los hechos m¨¢s destacados en las elecciones en Castilla y Le¨®n est¨¢ la obtenci¨®n de tres procuradores por parte de la plataforma Soria ?Ya!, que entran as¨ª en las Cortes castellanoleonesas tras ser la fuerza m¨¢s votada en la provincia de Soria, con el 42,57% de los votos. El precedente de este ¨¦xito fue Teruel Existe, pero han dejado de ser hechos aislados para empezar a cuajar como fen¨®meno sin una l¨®gica unitaria o monol¨ªtica y movido por causas diversas.

El malestar social que encarnan p¨²blicamente y canalizan pol¨ªticamente es de etiolog¨ªa variada y a menudo tambi¨¦n tangible o material. El centro de su inter¨¦s es el territorio en el que surgen y varias de estas formaciones no ocultan fuertes dosis de desconfianza en la pol¨ªtica, menos en el sistema en su conjunto o en las instituciones que en quienes las han representado: nacen de una larga expectativa decepcionada o de una protesta repetidamente desatendida. Reclaman mayor eficacia en pol¨ªticas p¨²blicas porque las sienten como ajenas y triunfan electoralmente ah¨ª donde han tenido un recorrido m¨¢s o menos prolongado como movimiento social. La sensaci¨®n de abandono es dominante y se construye sobre distintos elementos, el primero de los cuales es la din¨¢mica global de concentraci¨®n de los centros neur¨¢lgicos en grandes ciudades. Su propuesta para paliar esta situaci¨®n la proyectan sobre reivindicaciones de infraestructuras, algunas necesarias y otras no tanto, pero en su imaginario supone situarles en igualdad de condiciones. En la conversaci¨®n p¨²blica se sienten fuera de plano e incluso se resienten del protagonismo de las capitales de sus comunidades aut¨®nomas, casi como una competencia desleal y culpable.

Tanto Teruel Existe como Soria ?Ya! llevaban m¨¢s de veinte a?os actuando como plataformas ciudadanas, y esa es medida suficiente para calibrar el momento y el perfil de cada candidatura. La transversalidad ideol¨®gica que a menudo defienden es compatible con una aproximaci¨®n definida a determinados espacios pol¨ªticos. Mientras Teruel Existe o Soria ?Ya! se mueven c¨®modas en coordenadas progresistas, y esperan m¨¢s respuestas de lo p¨²blico que del mercado, otras se acercan a postulados m¨¢s conservadores. Tambi¨¦n reflejan tensiones demogr¨¢ficas en las que la emigraci¨®n a la capital de provincia no siempre ha significado una vida m¨¢s satisfactoria. En 2019, Teruel Existe obtuvo el 26,8% de los votos en la provincia de Teruel y el 42,75% en la ciudad de Teruel, y en estos comicios, la candidatura de Soria ?Ya! ha conseguido el 42,57% de los votos en la provincia de Soria y el 50,34% en su capital.

Convertidas ya en fuerzas pol¨ªticas, estas plataformas se enfrentan ahora al reto de actuar dentro de la din¨¢mica institucional y concretar sus reivindicaciones en propuestas viables. Su participaci¨®n pol¨ªtica puede vivir la tentaci¨®n del cantonalismo que algunos les atribuyen pero tambi¨¦n estar¨¢ ya forzosamente condicionada a la toma de decisiones que trasciendan los l¨ªmites de la provincia que representan. Encontrar las rutas de cooperaci¨®n y disensi¨®n con otros grupos es un objetivo pol¨ªtico compatible con la causa local que los llev¨® a un parlamento.