Eurobonos para responder a Putin
Los cambios pol¨ªticos provocados por la invasi¨®n de Ucrania son muy costosos y exigen una revisi¨®n profunda de los instrumentos para su financiaci¨®n y gobernanza
La respuesta europea a la guerra de Vlad¨ªmir Putin ser¨¢ muy costosa. Quiz¨¢ el doble del Plan de Recuperaci¨®n Europeo, el famoso Next Generation EU: en armas y rearme, en sustituci¨®n del gas ruso, en subsidios sociales a la luz, en acogida de los millones de refugiados.
Otra vez la necesidad de este gasto/inversi¨®n ser¨¢ ¡°universal¡± para los 27. En asimetr¨ªa distinta a la de la crisis pand¨¦mica. Resucitan los motivos de todos para dise?ar una financiaci¨®n com¨²n, m¨¢s asequible, de la respuesta com¨²n a la guerra. Costearlo por separado es arduo. Muchos presupuestos nacionales van estresados. No tienen espacio para esa urgencia.
Entonces, una nueva tanda de eurobonos podr¨ªa destinarse a abrir espacio a esos presupuestos nacionales. No condonando las deudas de cada uno. Sino redimi¨¦ndolas del todo (como Estados Unidos en 1790) y reemplaz¨¢ndolas por bonos comunitarios. O en parte, como se ide¨® tras la Gran Recesi¨®n. De forma equitativa. A cambio de un gobierno econ¨®mico federal, el salto federal pendiente. Y dif¨ªcil: es entregar a la gobernanza colectiva las decisiones clave sobre los umbrales de gasto social o en infraestructuras. O a cambio de (complejas) f¨®rmulas autom¨¢ticas de reversi¨®n, desde el Tesoro com¨²n, de la deuda com¨²n, de forma que cada palo aguante la vela de sus incumplimientos fiscales en un Pacto de Estabilidad sencillo y flexible, pero m¨¢s vinculante.
Otra v¨ªa, m¨¢s sugestiva, es recrear la operaci¨®n Next Generation. Atribuir al presupuesto europeo el grueso del nuevo gasto. Mejorar¨ªa su pauta. En interconexiones del gas, para superar los ego¨ªsmos nacionales de trazado. O en compra/fabricaci¨®n de armas: evitar¨ªa duplicidades y priorizar¨ªa lo que falta, sat¨¦lites, transporte a¨¦reo de tropas, ciberseguridad. Y, al emitirse la deuda en com¨²n por la primera potencia comercial, saldr¨ªa m¨¢s barata, por su mayor calidad que las individuales. Ya sucede.
El problema es que el presupuesto europeo tambi¨¦n tiene l¨ªmites. De ingresos. Los nuevos impuestos para financiar los vencimientos del NGEU son t¨ªmidos. Pero no los tiene en calendario: puede extenderse la carga a largo plazo (99 a?os) o en eurobonos eternos. La contrapartida ser¨ªa a¨²n mayor: garantizar no solo la gobernanza colectiva de la econom¨ªa, sino la continuidad y refuerzo de la calidad democr¨¢tica de los 27. Excluyendo iliberales, lo que exige reformar el Tratado. Ah¨ª est¨¢ la Conferencia sobre el Futuro de Europa, para madurar esas opciones.
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