Crispaci¨®n pol¨ªtica en Argentina

La solicitud de 12 a?os de prisi¨®n por parte de un fiscal federal contra Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner ha elevado los niveles de crispaci¨®n pol¨ªtica en Argentina. El Gobierno de Alberto Fern¨¢ndez mantiene un pulso con los jueces y fiscales que investigan a la vicepresidenta por presunta corrupci¨®n durante sus dos gobiernos, entre 2007 y 2015. El peronismo, en su versi¨®n kirchnerista, ha lanzado una defensa cerrada de su principal dirigente, a la que considera v¨ªctima de lo que llama ¡°el partido judicial¡±.

Entre tanto, han crecido en la calle las movilizaciones. El fin de semana pasado el Ayuntamiento de Buenos Aires, en manos del macrismo, coloc¨® vallas policiales alrededor del piso que Kirchner ocupa en el barrio de Recoleta, lo que no hizo m¨¢s que elevar el malestar de los manifestantes. Los incidentes dejaron cinco polic¨ªas heridos y cuatro detenidos. Diputados de la oposici¨®n, por su parte, impulsan en el Congreso un proceso de juicio pol¨ªtico contra el presidente, a sabiendas de que no cuentan con el consenso ni con los votos necesarios para una medida tan extrema.

Los ataques entre s¨ª de los dirigentes parecen motivados menos por los intereses de la ciudadan¨ªa que por la especulaci¨®n partidista con vistas al a?o electoral que inicia Argentina en enero. Es imprescindible, adem¨¢s, que los ciudadanos conf¨ªen en una justicia independiente, ¨²nica garant¨ªa de que el proceso contra un integrante del Poder Ejecutivo est¨¦ libre de sospechas. La divisi¨®n efectiva de los poderes plasmados en la Constituci¨®n ¡ªEjecutivo, Legislativo y Judicial¡ª debe ser la base de una democracia que funcione de forma eficiente.

El aumento del ruido pol¨ªtico registrado durante la ¨²ltima semana no debe ocultar que los problemas de fondo que aquejan a Argentina siguen all¨ª. Resolver la inflaci¨®n disparada, la p¨¦rdida de confianza en el peso y el des¨¢nimo ciudadano son verdaderas urgencias para una poblaci¨®n que, lastimosamente, se ha acostumbrado a vivir en la inestabilidad econ¨®mica y una incertidumbre cada vez m¨¢s aguda. La gravedad de la crisis necesita de soluciones meditadas y, sobre todo, un acuerdo m¨ªnimo de convivencia entre todas las fuerzas pol¨ªticas. Solo as¨ª los argentinos podr¨¢n avizorar un futuro menos sometido a la agitaci¨®n y la imprevisibilidad.