Cuando se termine lo insostenible
Estados Unidos, China, Alemania, Reino Unido y Rusia tienen una cosa en com¨²n: todos ellos necesitan un nuevo modelo econ¨®mico. Tras el Brexit, la pandemia y la guerra en Ucrania, el modelo se ha quebrado
Hubo un tiempo, no muy lejano, en el que cada pa¨ªs ocupaba su lugar en la econom¨ªa mundial. China y Alemania ten¨ªan grandes super¨¢vits externos de producci¨®n manufacturera. Estados Unidos utilizaba su exorbitante privilegio para absorber esos excedentes. Rusia era el proveedor fiable, o eso cre¨ªamos, de gas y petr¨®leo. Yo no lo llamar¨ªa un acuerdo estable, pero experiment¨® un per¨ªodo de pseudoestabilidad desde La d¨¦cada de 1990 hasta la pandemia.
Lo que ha cambiado con el Brexit, la pandemia y la guerra en Ucrania es que el modelo se ha quebrado, y curiosamente, para todos. En el caso de Reino Unido, esto es m¨¢s que evidente. El desorden en la pol¨ªtica brit¨¢nica es la consecuencia de lo que ocurre cuando se vota a favor del Brexit pero en contra de un modelo econ¨®mico para que funcione. El modelo alem¨¢n consist¨ªa en la represi¨®n salarial en el pa¨ªs, la energ¨ªa barata de Rusia, la especializaci¨®n t¨¦cnica y la integraci¨®n en las cadenas de suministro mundiales. Independientemente de c¨®mo termine la guerra en Ucrania, Rusia necesitar¨¢ un nuevo modelo porque nunca volver¨¢ a vender los mismos vol¨²menes de energ¨ªa a Europa occidental. China est¨¢ descubriendo que sus grandes vol¨²menes de reservas en d¨®lares y en euros han hecho que sea pol¨ªticamente dependiente de Estados Unidos y la UE. Como descubri¨® Vlad¨ªmir Putin despu¨¦s de entrar en Ucrania, las reservas de divisas tambi¨¦n pueden ser objeto de sanciones.
Tambi¨¦n Estados Unidos necesita un nuevo modelo econ¨®mico. El exorbitante privilegio desaparecer¨¢ con el tiempo precisamente porque Estados Unidos est¨¢ tratando las tenencias de reservas extranjeras como una mercanc¨ªa sancionable. En el futuro habr¨¢ que pagar un precio. La econom¨ªa estadounidense tendr¨¢ que depender menos de las importaciones del resto del mundo, producir m¨¢s en el pa¨ªs, y tal vez, ampliar geogr¨¢ficamente el Tratado de Libre Comercio de Am¨¦rica del Norte (NAFTA por sus siglas en ingl¨¦s) y convertirlo en un mercado muy integrado, como hicieron los europeos. Pero la ¨¦poca en que Estados Unidos ejerc¨ªa de amortiguador de la econom¨ªa mundial est¨¢ tocando a su fin.
De modo que todo el mundo necesita un nuevo modelo econ¨®mico. No se trata de la pol¨ªtica macroecon¨®mica. Se trata de en qu¨¦ se especializa uno como pa¨ªs. Los alemanes compraban gas y productos b¨¢sicos, y vend¨ªan maquinaria. Reino Unido era el mayor puerto de entrada en lengua inglesa al mercado ¨²nico. Los chinos impusieron la represi¨®n financiera para financiar un auge de la inversi¨®n.
?En qu¨¦ consistir¨¢n estos nuevos modelos de negocio? Lo que ya est¨¢ claro es que todos ellos estar¨¢n sujetos a la seguridad de la cadena de suministro. Ya no queremos depender unos de otros. El presidente Xi Jinping ha dispuesto que todas las cadenas de suministro cr¨ªticas tienen que ser nacionales. En Europa, la regi¨®n de referencia es la UE m¨¢s sus socios comerciales m¨¢s cercanos. Para Estados Unidos, seguramente deber¨ªa ser toda Am¨¦rica, norte y sur. No nos estamos adentrando en una era de desglobalizaci¨®n, sino en una era de bloques comerciales globales.
Alemania es un caso especialmente interesante. Resulta evidente que el modelo alem¨¢n ya no funciona. Olaf Scholz est¨¢ actualmente enfrascado en el in¨²til intento de sustituir la amistad rota con Rusia por una nueva alianza estrat¨¦gica con China. B¨¢sicamente, estoy tranquilo porque no hay ninguna posibilidad de que esto funcione, aunque el neomercantilismo de Scholz podr¨ªa acarrear muchos da?os colaterales.
Supongo que el Gobierno estadounidense, que acaba de imponer una prohibici¨®n de semiconductores de alta tecnolog¨ªa a China, opondr¨¢ una gran resistencia. Alemania depende de Estados Unidos para su seguridad y de la UE como principal destino de sus exportaciones. Alemania no puede actuar simult¨¢neamente contra los intereses de seguridad de la UE y de Estados Unidos a la hora de perseguir sus objetivos nacionales neomercantilistas.
La otra raz¨®n por la que estoy b¨¢sicamente tranquilo es que la era de la represi¨®n salarial y de los costes baratos de los insumos energ¨¦ticos est¨¢ tocando a su fin. El modelo ya no tiene sentido econ¨®mico. Scholz est¨¢ perdiendo un tiempo precioso impulsando el viejo modelo, cuando tendr¨ªa que estar pensando en uno nuevo. Alemania tiene puntos fuertes innatos que podr¨ªa explotar en el nuevo mundo. Cuenta con algunos de los mejores ingenieros del mundo. Tambi¨¦n es una fuerza l¨ªder en la investigaci¨®n farmac¨¦utica. Es muy probable que la proporci¨®n del sector de la producci¨®n en el PIB disminuya, ya que muchas empresas medianas apenas son rentables. La crisis de los precios de la energ¨ªa llevar¨¢ a esas empresas al l¨ªmite. La demanda de motores de gasolina y di¨¦sel caer¨¢ casi con toda seguridad, al igual que la demanda de componentes de estos motores. Alemania producir¨¢ menos. Pero hay mucha maquinaria de alto margen y alta precisi¨®n que se seguir¨¢ produciendo en Alemania. Hay una raz¨®n por la que los ucranios est¨¢n tan interesados en los tanques alemanes.
Cambiar de modelo econ¨®mico ser¨¢ extraordinariamente dif¨ªcil para todos. Requiere trabajo t¨¦cnico y preparaci¨®n, y un grado de claridad en los debates pol¨ªticos nacionales que en la mayor¨ªa de los casos no existe.
Para cambiar un modelo econ¨®mico en su conjunto, hay que saber lo que se hace. Un buen ejemplo de c¨®mo no hacerlo fue el nacimiento de la Rusia moderna, que trat¨® de transformar el comunismo en un modelo ultracapitalista y deriv¨® en una cleptocracia y una quiebra generalizada de la democracia. Ejemplos exitosos de cambios radicales de modelo son Jap¨®n y Alemania despu¨¦s de la II Guerra Mundial. Pero fue necesario un acontecimiento catastr¨®fico para desencadenar el cambio. Por muy mala que sea nuestra opini¨®n sobre el Brexit, probablemente estemos de acuerdo en que no es de la misma magnitud.
Por tanto, todo esto llevar¨¢ un tiempo. Supongo que no todos los pa¨ªses lo conseguir¨¢n. Tengo la impresi¨®n de que Estados Unidos lo har¨¢ mejor que nadie, que Reino Unido volver¨¢ al mercado ¨²nico de la UE y que Rusia se convertir¨¢ en un sat¨¦lite de China. Eso deja a China y a Alemania. El futuro del continente euroasi¨¢tico depender¨¢ en gran medida de c¨®mo se adapten esos dos pa¨ªses.
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