El Twitter de Musk albergar¨¢ m¨¢s odio
El absolutismo de la libre expresi¨®n es una forma infantil y pomposa de estimular el odio de los ignorantes. Vaya un logro del mejor cerebro tecnol¨®gico del mundo libre
Elon Musk, creador de PayPal, SpaceX, Tesla y Neuralink, ha comprado Twitter, ha proclamado que va a liberar al p¨¢jaro, en referencia al logo de la compa?¨ªa, y se ha declarado un ¡°absolutista de la libre expresi¨®n¡±. Ojal¨¢ lo fuera tambi¨¦n de la igualdad. El problema del absolutismo es que no ve m¨¢s all¨¢ de sus narices. Los juristas est¨¢n hartos de repetirnos que no existen derechos absolutos. Si mi libertad de expresi¨®n conduce a que te agredan a ti, pierdo ese supuesto derecho absoluto de inmediato, luego no es absoluto. Tambi¨¦n lo pierdo si lo uso para propagar el odio con un discurso racista, sexista o directamente homicida. La justicia espa?ola acaba de imponer la primera condena por publicar en las redes un falso argumento supremacista y venenoso contra los menores inmigrantes. El absolutismo de la libre expresi¨®n es una forma infantil y pomposa de estimular el odio de los ignorantes. Vaya un logro del mejor cerebro tecnol¨®gico del mundo libre.
Musk no es el diablo, ni tiene nada de imb¨¦cil. Abandon¨® su Sud¨¢frica natal en 1988, a los 17 a?os, por el asco que le daba el apartheid y antes de tener que hacer la mili bajo ese r¨¦gimen racista. Hac¨ªa cinco a?os que hab¨ªa inventado su primer videojuego, que de forma premonitoria vendi¨® con provecho a una revista inform¨¢tica. Empez¨® a estudiar f¨ªsica en la Universidad de Stanford, California, pero dur¨® all¨ª exactamente dos d¨ªas, que fue lo que tard¨® en colegir que el poder de internet para cambiar la sociedad era muy superior al de la f¨ªsica. Esa idea es err¨®nea, pero comprensible tras dos d¨ªas de estudio. A partir de ah¨ª, Musk revel¨® un talento empresarial con pocos precedentes. La lista de empresas que abre esta columna lo atestigua con elocuencia.
No es que Twitter haya sido hasta ahora el nirvana de la informaci¨®n veraz. La red ha sido explotada masivamente por los Gobiernos ruso y chino para propagar mentiras, desestabilizar instituciones y manipular las elecciones de medio planeta. Pero al menos la red hab¨ªa ido aceptando regular sus contenidos ante la presi¨®n constante de los gobiernos y los parlamentos. Musk, el absolutista de la libre expresi¨®n, se propone eliminar esas regulaciones. Sus intenciones pueden ser buenas, pero resulta dudoso que lleguen a buen puerto.
Internet es una herramienta prodigiosa que ha cambiado el mundo en pocas d¨¦cadas, pero sus posibilidades son mucho mayores que cualquier cosa que hayamos visto hasta ahora. La educaci¨®n, la cultura, la ciencia, el arte y el progreso de la gente deben a¨²n beneficiarse enormemente de esta red capaz de abarcar el mundo entre sus manos. No hemos sido los usuarios quienes hemos inventado internet. Fue obra de cient¨ªficos desinteresados que pusieron su talento y su trabajo a nuestro servicio. Y al servicio de los empresarios, naturalmente. Si el nuevo Twitter de Musk sirviera para hacer avanzar el conocimiento y la formaci¨®n de la poblaci¨®n mundial, deber¨ªamos estar celebr¨¢ndolo con champ¨¢n y porros, como le gustar¨ªa a Elon. Pero lo m¨¢s probable es que sean la mentira y el odio quienes acaben sacando m¨¢s partido del absolutismo de la libertad. Con independencia de lo que quiera cobrar el empresario, eso ser¨¢ una p¨¦sima noticia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.