Noticias positivas en tiempos ca¨®ticos
Los lectores reclaman un periodismo m¨¢s completo, m¨¢s ¨²til y menos catastrofista
En su libro Good journalism won?t be enough (¡±El buen periodismo no ser¨¢ suficiente¡±), Molly de Aguiar, de Independence Public Media de Fidaldelfia, cuenta que algunos periodistas merecer¨ªan este epitafio: ¡°Si la gente no aprecia el buen periodismo, es su problema, no el nuestro¡±. Alerta as¨ª Aguiar de que el periodismo no debe hacerse para los periodistas, sino para los lectores, hoy hartos de que todas las noticias sean negativas. Adem¨¢s de pandemias, guerras y crisis, que se deben contar, los lectores reclaman pistas y datos positivos que reflejen toda la actualidad; es decir, un periodismo m¨¢s completo, m¨¢s ¨²til y menos catastrofista.
Una decena de lectores han escrito para reprochar esa infodemia de tremendismo. J. Villanueva pregunta: ¡°?Nada positivo? ?Nada de lo que hacen las ONG, educadores, cooperantes, voluntarios?¡±. Y Jos¨¦ M. Solar: ¡°EL PA?S acusa al PP de catastrofista, pero peca de lo mismo¡±. J. Rinc¨®n, que vive en Madrid, se pregunta si en esta ciudad se hace ¡°todo mal¡± porque EL PA?S, asegura, solo publica noticias negativas sobre la capital. Adolfo Valiente acusa al diario incluso de ocultar noticias ¡°esperanzadoras¡± y cita como ejemplo la reciente cumbre hispano-portuguesa, cuya cr¨®nica, dice, se dedic¨® a ¡°la tabarra¡± del Poder Judicial, sin mencionar proyectos ¨²tiles como una red de sat¨¦lites o las conexiones ferroviarias.
Otros lectores reclaman pistas para aliviar la crisis. Antonio Delgado, cofundador de Datadista, medio especializado en el uso pragm¨¢tico y cient¨ªfico de los datos, recuerda que uno de sus mayores ¨¦xitos en ese sentido ha sido el desarrollo de una herramienta para geolocalizar gasolineras con combustible m¨¢s barato.
¡°Concebimos el periodismo como servicio p¨²blico¡±, afirma Delgado. Los lectores quieren que EL PA?S lo haga m¨¢s a menudo. El diario public¨® el 30 de octubre un amplio trabajo titulado ¡°?C¨®mo reducir la factura energ¨¦tica? Gu¨ªa para paliar el estallido de los precios¡±, y Dolores Gauna lo agradeci¨®; y volvi¨® a hacerlo tras leer que una mujer ha superado 12 tumores o que Navarra es un ejemplo en c¨®mo tratar a alumnos pobres. Lourdes Pedrerol tambi¨¦n alab¨® que el d¨ªa 19 se publicara que integradores sociales j¨®venes act¨²an en Catalu?a en lugar de la Polic¨ªa para resolver conflictos vecinales.
El periodista Alfredo Casares ha analizado el fen¨®meno. ¡°Nos entrenaron para denunciar, para fijarnos en lo que no funciona¡±, pero la sociedad quiere algo m¨¢s, cuenta, porque necesita ¡°gu¨ªas que la ayuden a entender la complejidad del presente y construir el futuro¡±.
Casares ha creado el Instituto de Periodismo Constructivo, que define como ¡°un marco de trabajo que conduce a ofrecer una imagen de la realidad m¨¢s completa y equilibrada¡±. Sostiene que ¡°no se puede transformar la sociedad desde el enfado o el miedo¡± y que los periodistas debemos escuchar m¨¢s a los ciudadanos. Lo explica en su libro La hora del periodismo constructivo, del que saqu¨¦ la frase que cito de Molly de Aguiar.
EL PA?S intenta reaccionar. Hace mes y medio cre¨® Correo s¨ª deseado, un bolet¨ªn dedicado a informaciones positivas. 7.600 personas han pedido recibirlo y el 75% abre el correo para leerlo, un porcentaje superior a la media de los boletines. Mari Luz Peinado, impulsora del proyecto, sostiene que, m¨¢s all¨¢ de la dura actualidad, el peri¨®dico debe buscar espacios beneficiosos para la vida diaria. ¡°No intentamos pintar un mundo de color de rosa¡±, advierte. ¡°Hay muchas noticias negativas y lo sabemos, pero tambi¨¦n hay otras positivas que se ven aplastadas por una actualidad muchas veces negativa¡±.
Otros sectores intentan llenar el hueco. Bancos o empresas de telefon¨ªa patrocinan contenidos de ese periodismo constructivo, de soluciones, y difunden entrevistas a cient¨ªficos o noticias sobre avances clave para un futuro mejor.
?caro Moyano trabaja para ese tipo de proyectos en el grupo Dentsu. Las audiencias, sostiene, ¡°se han alimentado¡± con el foco ¡°en lo peor de lo que somos, en tonos m¨¢s y m¨¢s agresivos¡±, pero los medios tienen la oportunidad de ¡°recuperar el pulso de la comunidad¡± con relatos de cosas bien hechas, miradas m¨¢s positivas.
Nos lo dice hasta Unicef, que el domingo pasado distribuy¨® junto con el peri¨®dico un folleto que dec¨ªa: ¡°Queremos compartir contigo solo buenas noticias. Noticias que no salen en prensa y que deber¨ªan salir en portada¡±. Citaba este ejemplo: el alimento terap¨¦utico logra salvar al 90% de los ni?os con desnutrici¨®n aguda.
El ensayista sueco Johan Norberg, uno de esos ¡°nuevos optimistas¡± intelectuales que combaten el pesimismo reinante, dijo a EL PA?S en 2018 que somos ¡°adictos a las malas noticias¡±. Los periodistas hemos fomentado esa adicci¨®n. Es hora de rectificar.
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